¿Silvergate Bank quebró por culpa de las criptomonedas?

¿Qué es un colapso bancario y por qué ocurre? Bueno, no es que los bancos se caigan al suelo y se rompan en pedazos. Es algo más complicado, pero tampoco tanto. La palabra “culpa” es muy fuerte. Digamos que hay una serie de factores que contribuyen a que un banco se quede sin dinero y no pueda devolverlo a sus clientes.

En primer lugar, una mala gestión del riesgo por parte de los banqueros. Esto significa que los bancos prestan dinero a personas o empresas que no pueden pagar, o que invierten en negocios muy arriesgados que pueden salir mal. Así, los bancos pierden dinero y no pueden recuperarlo.

En segundo lugar, una mala supervisión por parte de las autoridades. Esto significa que los organismos encargados de vigilar a los bancos no hacen bien su trabajo, o que no tienen suficiente poder para evitar que los bancos hagan cosas imprudentes. Así, los bancos pueden actuar con impunidad y sin control.

Y, por último, un pánico colectivo por parte de los depositantes provocado por las primeras razones. Esto significa que los clientes de los bancos se enteran de que el banco está en problemas, y corren a sacar su dinero antes de que sea tarde. Así, los bancos se quedan sin liquidez, es decir, sin dinero disponible para atender las demandas de sus clientes.

Cuando estos tres factores se combinan, se produce lo que se llama un “bank run”, o una corrida bancaria. Esto es cuando muchos clientes retiran su dinero al mismo tiempo, y el banco no puede responder a tantos retiros al mismo tiempo. Entonces, el banco se declara en quiebra, o sea, que no puede pagar sus deudas. Y esto puede provocar el colapso del banco, o incluso de todo el sistema financiero.

¿Y qué pasa cuando un banco colapsa? Pues depende. A veces, el banco puede ser rescatado por otro banco más grande o más solvente, que se hace cargo de sus activos y pasivos. Otras veces, el banco puede ser intervenido por el gobierno, que asume sus pérdidas y trata de reestructurar su funcionamiento. Y otras veces, el banco simplemente desaparece, y sus clientes pierden todo o parte de su dinero.

¿Y quién paga el pato? Pues normalmente, todos nosotros. Porque cuando un banco colapsa, suele afectar a la economía en general, y puede provocar una crisis financiera, una recesión o una depresión. Y eso significa menos empleo, menos ingresos, menos consumo y menos bienestar para todos.

Silvergate Bank, un banco de California, se convirtió en el primero en aceptar clientes del mundo cripto en 2014. Pero resulta que no todo lo que brilla es oro. Silvergate Bank cometió varios errores que lo llevaron a su desaparición este año.

Según los inspectores de la Reserva Federal de Estados Unidos, errores se cometieron. Primer error: Depender demasiado de los depósitos de criptoactivos. Esto significa que el banco tenía la mayor parte de su dinero en forma de criptomonedas, que son muy volátiles y pueden perder valor de un día para otro. Además, estos depósitos no estaban asegurados ni generaban intereses.

Segundo error: No cumplir con las normas bancarias. Esto significa que el banco no solicitó el permiso de la Reserva Federal para cambiar su estrategia y enfocarse en los clientes cripto, ni estableció medidas de protección contra los riesgos que esto implicaba.

Tercer error: Tener una mala gestión y un mal control. Esto significa que el banco estaba dirigido por familiares y amigos que no tenían experiencia ni capacidad para manejar un negocio tan complejo y arriesgado. Además, el banco no fue supervisado adecuadamente por las autoridades, que no actuaron a tiempo para evitar su caída.

La gota que colmó el vaso fue el colapso de FTX, una plataforma fraudulenta de intercambio y fondo de inversión de criptoactivos, que era el mayor cliente de Silvergate Bank. En noviembre de 2022, FTX se declaró en bancarrota y retiró casi mil millones de dólares en depósitos de Silvergate Bank. Esto provocó una estampida de otros clientes que también quisieron sacar su dinero del banco. En el último trimestre de 2022, Silvergate Bank perdió el 68 por ciento, o 12 mil millones de dólares, en depósitos.

Debilitado financieramente por la fuga de capitales, Silvergate Bank anunció en marzo de 2023 sus planes de liquidarse voluntariamente. Esto significa que el banco no llegó a quebrar oficialmente, sino que decidió cerrar sus puertas y vender sus activos. Así, el banco evitó que el gobierno tuviera que intervenir y pagar a los depositantes.

¿Y qué lección podemos sacar de esta historia? Por muy útiles e innovadores que sean las criptomonedas, no hay que dejarse cegar por el entusiasmo. Hay riesgos. Se trata de un mercado muy nuevo dominado principalmente por minoristas. Y son activos sumamente volátiles. En tiempos de vacas gordas, hay dinero para todo. Pero durante tiempos de vacas flacas, la cosa se complica. ¿Se acuerdan cuando Sam Bankman-Fried era un ídolo? Su caída como la de Silvergate Bank son prueba de que la imprudencia, las malas prácticas y la codicia tumban a cualquier gigante. La gran regla para inversores de criptomonedas: Conocer los riesgos. Gestionar los riesgos.

Claro que no todo es negativo. Las criptomonedas también ofrecen oportunidades únicas para democratizar el acceso al dinero, reducir los costes de las transacciones, fomentar la innovación y el desarrollo, y crear una economía más transparente y sostenible. No se trata de renunciar a ellas, sino de usarlas con inteligencia y responsabilidad.

Para ello, es importante informarse bien antes de invertir, diversificar el portafolio, establecer límites y objetivos claros, y no dejarse llevar por las emociones. También es recomendable seguir las noticias y tendencias del sector, aprender de los expertos y comunidades, y estar al tanto de las regulaciones y normativas vigentes. 

Las criptomonedas son una herramienta poderosa, pero también peligrosa. Como dice el refrán: “No es oro todo lo que reluce”. Hay que tener cuidado con las estafas, los hackers, los cambios bruscos de precio, y las promesas falsas. Pero también hay que tener esperanza en el potencial que tienen para transformar el mundo. Como dice otro refrán: “El que no arriesga, no gana”. Lo importante es arriesgar con cabeza. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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