¿Por qué todavía hay obsesión por el dólar?

El dólar es una moneda que nos vuelve locos. Por un lado, sabemos que en Estados Unidos la inflación se ha disparado, lo que significa que el dólar vale cada vez menos. Por otro lado, muchos anuncian el fin de la hegemonía del dólar, que podría ser destronado por otras monedas, como el euro, el yuan o Bitcoin. Escuchamos quejas de que la emisión del dólar es “infinita”, que no tiene respaldo y que lo más sensato es comprar activos escasos como el oro o Bitcoin. Sin embargo, a pesar de todo esto, el dólar sigue siendo el rey. De hecho, el dólar se mantiene firme frente a las otras divisas, que bailan al son de sus movimientos. En Latinoamérica, en general, hay una obsesión por el dólar, que se considera una moneda segura y confiable. ¿No es irónico?

El dólar estadounidense es la moneda más utilizada en el mundo. Su valor afecta a la economía global, al comercio internacional y a las finanzas personales de millones de personas. Pero, ¿por qué el dólar es tan fuerte y qué implica eso para tu país?

La primera clave para entender la fortaleza del dólar es la ley de la oferta y la demanda. Esta ley dice que el precio de un bien o servicio depende de cuánto se quiere y cuánto se ofrece. Si hay mucha demanda y poca oferta, el precio sube. Si hay poca demanda y mucha oferta, el precio baja.

En el caso del dólar, hay mucha demanda y poca oferta. Hay mucha demanda porque el dólar es la moneda de reserva mundial, es decir, la que se usa para guardar valor, hacer transacciones internacionales y pagar deudas. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el dólar representa el 59% de las reservas de divisas de los bancos centrales del mundo. También es la moneda de referencia para el precio de muchas materias primas, como el petróleo, el oro y los granos.

Hay algo que debemos destacar y que casi nadie menciona. Las compañías estadounidenses están en todo el mundo… Y se llevan gran parte del dinero ganado a su país. También está el mercado financiero estadounidense. Mucha gente debe dinero en dólares. Por eso, la demanda por dólar es alta. Después de todo, hay que pagar las deudas.

Otra razón por la que el dólar está relativamente alto es porque hay poca oferta. Esto se debe a que el Banco Central de Estados Unidos (la Reserva Federal o Fed) ha reducido la cantidad de dólares que crea. Al reducir estos estímulos, la Fed ha hecho que el dólar sea más escaso y más caro. Además, la Fed ha subido los costos del crédito, lo que hace más atractivo prestar dinero. Por eso, muchas personas prefieren disfrutar la renta más alta que les ofrece el dólar.

La segunda clave para entender la fortaleza del dólar es la confianza y la seguridad que genera. El dólar es una moneda relativamente estable, sólida y predecible, que se basa en la fortaleza económica, política e institucional de Estados Unidos. También tiene un sistema político democrático, con una separación de poderes y un estado de derecho. Además, tiene una institución monetaria independiente y transparente, que es la Reserva Federal o Fed.

En este caso, el dólar se ha convertido en el menor de los males. No es que sea perfecto. Tiene sus defectos y sus riesgos. Pero es menos imperfecto que las alternativas. ¿Qué otras monedas pueden competir con el dólar? ¿El euro, que sufre las crisis políticas y económicas de la Unión Europea? ¿El yuan, que está controlado por el gobierno chino y no es convertible? ¿Bitcoin, que es volátil y especulativo? ¿El oro, que es escaso y costoso? Según muchos, ninguna de estas monedas ofrece la confianza y la seguridad que ofrece el dólar. Por eso, el dólar sigue siendo el rey. No lo digo yo. Lo dice la acción de su precio.

Estas características hacen que el dólar sea una moneda confiable y segura, que atrae a los inversionistas y a los ahorradores de todo el mundo, especialmente en tiempos de incertidumbre y turbulencia. Cuando hay crisis económicas, políticas o sociales en otros países, muchas personas buscan refugiarse en el dólar, lo que aumenta su demanda y su valor. Esto se llama el efecto refugio del dólar.

La tercera clave para entender la fortaleza del dólar es la política y la geopolítica. El dólar no solo es una moneda, sino también un instrumento de poder e influencia de Estados Unidos en el mundo. Estados Unidos usa el dólar para imponer sanciones económicas a otros países, como Irán, Venezuela o Corea del Norte, que limitan su acceso al sistema financiero internacional. También usa el dólar para promover sus intereses comerciales, diplomáticos y militares, como en el caso de la guerra comercial con China o la alianza con la OTAN. En otras palabras, el país que tiene el dominio de los mares es el país que impone la moneda.

La fortaleza del dólar puede tener consecuencias positivas y negativas para tu país, dependiendo de varios factores, como el nivel de desarrollo, el tipo de cambio, el grado de apertura y la situación económica. 

Entre las consecuencias positivas, se pueden mencionar: Una mayor capacidad de compra de bienes y servicios importados, lo que puede mejorar el nivel de vida y el acceso a la tecnología. Una menor inflación, ya que los precios de las materias primas y de otros productos se expresan en dólares y bajan cuando el dólar se aprecia. Una mayor atracción de inversión extranjera, ya que los inversionistas buscan aprovechar la diferencia entre el dólar fuerte y las monedas locales débiles.

Entre las consecuencias negativas, se pueden mencionar: Una menor competitividad de las exportaciones, ya que los productos nacionales se encarecen en dólares y pierden mercado frente a los de otros países. Una mayor deuda externa, ya que el valor de los préstamos y los intereses en dólares aumenta cuando el dólar se fortalece. Una mayor vulnerabilidad a los choques externos, ya que la economía depende más del dólar y de las decisiones de la Fed.

En conclusión, el dólar es una moneda fuerte, confiable y poderosa (comparativamente), que tiene un gran impacto en la economía mundial y en la de tu país. Para entender su fortaleza relativa, hay que considerar la demanda y la oferta, la confianza y la seguridad, y la política y la geopolítica. Para enfrentar sus consecuencias, hay que tener una política económica prudente, diversificada y flexible, que aproveche las oportunidades y mitigue los riesgos.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.