La banca extraterritorial está perdiendo su anonimato a medida que un nuevo esquema de reporte de impuestos gana impulso

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, o OCDE, informó el martes cómo la presentación de informes automáticos en 2019 ayudó a descubrir activos valorados en USD 11 billones en cuentas en el extranjero.

El resultado llegó cuando el Estándar Común de Reporte, o CRS, entró en su tercer año de operación desde su lanzamiento en 2017.

A diferencia de muchas iteraciones anteriores de las normas internacionales de información fiscal, el CRS les exige a los países que informen automáticamente de la actividad en las cuentas de ciudadanos extranjeros en sus respectivos países de origen. Esto resuelve los problemas derivados del intercambio de información basado en solicitudes, que exigía una sospecha activa y una investigación por parte del país de origen. 

Esta medida cuenta con el apoyo de más de 100 países de todo el mundo, que tratan de reducir la evasión fiscal que permiten las cuentas bancarias en el extranjero y el arbitraje reglamentario. Cabe destacar que la norma fue adoptada en 2017 por destinos extraterritoriales populares como las Islas Caimán, Seychelles y muchos otros.

Desde la introducción del CRS en 2017, la cantidad de activos que fueron objeto de escrutinio aumentó casi diez veces de USD 1.2 billones. La OCDE explicó que el crecimiento se debe en gran medida a que más países se han incorporado al sistema, así como a un mayor alcance de la información comunicada.

OECD report

Fuente: Informe de la OCDE

La organización también descubrió en noviembre de 2019 que entre 2008 y 2019 los depósitos en cuentas de propiedad extranjera disminuyeron en un 24%, es decir, USD 410,000 millones.

¿Las criptomonedas serán el reemplazo?

La naturaleza anónima y descentralizada de las criptomonedas puede ser útil para llenar el vacío dejado por la banca tradicional en el extranjero.

Por ello, las agencias tributarias de todo el mundo están empezando a tomar medidas drásticas contra las posibles rutas de evasión mediante el uso de las criptomonedas, y el IRS está incluyendo preguntas específicas relacionadas con los activos digitales en un borrador de declaración de impuestos para 2019.

La agencia tributaria del Reino Unido también comenzó los preparativos al señalar sus intenciones de utilizar software de rastreo de blockchain en enero de 2020.

Como se ha demostrado con frecuencia, las blockchains genéricas como Bitcoin y Ethereum no son anónimas y pueden rastrearse con bastante facilidad. Sin embargo, incluso la relativa transparencia de blockchain aún les devuelve a las autoridades a los métodos de investigación previos al CRS, que requieren una sospecha activa. 

Si bien las soluciones de privacidad pueden hacer que las criptomonedas sean exponencialmente más difíciles de rastrear, su volatilidad las hace difíciles de vender como una práctica tienda de activos de valor, legales o no.

Las Stablecoins pueden arreglar los problemas de volatilidad, pero las iteraciones centralizadas como Tether y USDC tienen mecanismos de congelación incorporados que pueden utilizarse con fines de cumplimiento. Las stablecoins descentralizadas, por otro lado, plantean riesgos técnicos desconocidos.

Las criptomonedas pueden intervenir para llenar los zapatos de la banca extraterritorial, pero es posible que la adopción masiva no haya llegado todavía.

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