¿Bitcoin perdió su correlación con Nasdaq y S&P 500?

En probabilidad y estadística, “correlación” indica la fuerza y la dirección de una relación lineal y proporcionalidad entre dos variables estadísticas. En el mundo de las inversiones, “correlación” indica algo muy similar. Significa que dos mercados tienden a moverse en la misma dirección. Es decir, uno sube. El otro también sube. Uno baja. El otro también baja. En este caso, hablamos de correlación positiva.

Importante. Correlación no es causa. Por lo general, dos mercados comparten una correlación positiva cuando ambos mercados prosperan bajo condiciones muy similares. Por otro lado, dos mercados comparten una correlación negativa cuando ambos mercados se moven en direcciones opuestas. . Claro que las correlaciones nunca son absolutas. Normalmente, se trata de una tendencia.

En promedio, podemos decir que el dólar y los principales índices bursátiles comparten una correlación negativa. O sea, por lo general, cuando el dólar sube, los índices bajan. Lo mismo podemos decir de los bonos del Tesoro (EEUU). La demanda por los bonos sube. Por lo general, los índices bursátiles bajan. El inversor, entonces, interpreta estos comportamientos para estimar el sentimiento general del mercado. ¿Risk-on o Risk-off? La actitud hacia el riesgo nos puede indicar la dirección del mercado. Lo que nos puede ayudar mucho a la hora de tomar decisiones.

Las acciones del mismo sector normalmente comparten una correlación positiva entre sí. Por ejemplo, las big tech, por lo general, bailan al mismo ritmo. Es decir, Apple, Meta, y Microsoft, por lo general, se mueven como un bloque. Claro que eso no implica que siempre se mueven como un bloque. En primer lugar, no hay correlación absoluta. En segundo lugar, una correlación no elimina totalmente la individualidad.

Ahora, Bitcoin es un activo claramente risk-on. Lo que implica que, en promedio, se alinea con big tech, Nasdaq y el S&P 500. Lo que también implica que, en promedio, se diferencia del dólar y los bonos-T. Insisto en repetir la palabra “promedio”, porque es perfectamente posible compartir una correlación, pero, al mismo tiempo, registrar días, semanas o meses de aparente no-correlación. Repito: Las correlaciones no son absolutas.

¿Por qué la confusión? Para nadie es un secreto que en este espacio el sesgo idiosincrático juega un rol bastante protagónico al momento de realizar los análisis. El actor idiosincrático cae, con demasiada frecuencia, en el error de ver la realidad a través de un lente dogmático. O sea, ve lo que quiere ver. Y acepta únicamente los hechos que confirman sus preconcepciones e ignora todo lo demás.

Por ejemplo, es costumbre presentar a Bitcoin como el oro digital. Y la corriente libertaria dentro de la comunidad aspira a establecer una especie de patrón Bitcoin. Entonces, por razones idiosincráticas, se insiste en que Bitcoin y el oro comparten una correlación positiva entre sí. Al mismo tiempo, se promueve la idea de que Bitcoin no comparte una correlación con índices bursátiles y la economía en general. ¿Por qué?

Bueno, la narrativa del bitcoiner militante al igual que la narrativa del escarabajo del oro se basa en el pesimismo. El asunto va así: El estatismo progresista/keynesiano está destruyendo la economía al imprimir dinero de la “nada”. O, dicho de otro modo, la gran crisis se aproxima. Y el peor de los pecados es confiar en el “papel sin valor” emitido por el Estado “estafador”. Esta emisión “infinita” se solventa mediante una moneda dura (oro, bitcoin). Entonces, lo más sensato es invertir en un dinero escaso. En este caso, la “escasez” de la moneda dura funciona como un arca de salvación durante el diluvio del fin del mundo.

Ahora bien, esta lucha de los libertarios es más política que económica. Y se relaciona más con las luchas históricas de los distintos bandos políticos en los Estados Unidos que con cualquier otra cosa. El dinero duro beneficia a los acreedores y perjudica a los deudores. Entonces, la controversia en torno al oro en realidad es una lucha entre los productores y sus financistas. Y, en los Estados Unidos, por muchas décadas, se convirtió en una lucha entre el campo y la ciudad. Ahora es una lucha entre la izquierda keynesiana y la derecha liberatoria.

Debido esta rivalidad histórica, las pasiones se esparcen a todos los niveles. Se concluye que Bitcoin y el oro deben necesariamente estar correlacionados positivamente. Después de todo, ambos son bienes escasos. Por ende, Bitcoin también debe necesariamente compartir una correlación negativa con los índices bursátiles y la economía en general. ¿Cuál es el problema con estas suposiciones? El problema es que la evidencia contradice eso.

En la práctica, el inversor compra Bitcoin por especulación. Y la evidencia ha demostrado claramente que el precio de Bitcoin se beneficia mucho del optimismo y la liquidez. O sea, en la práctica, se trata de un activo risk-on correlacionado positivamente con big tech, los índices bursátiles y la economía en general. En este caso, la narrativa no se ajusta a la realidad. Al parecer, se trata de una narrativa basada principalmente en dogmas y no de una narrativa basada en la observación de los hechos en desarrollo.

¿Por qué es importante reconocer la existencia de este sesgo? Bueno, la prensa en este espacio es claramente tendenciosa. La abrumadora mayoría de los articulistas, reporteros y creadores de contenido en esta industria comparten los mismos sesgos y los mismos prejuicios. Y, por lo general, caen en los mismos errores. Por ejemplo, si Bitcoin, por un par de semanas, rompe su correlación con los índices, la prensa anunció el hecho insinuando una ruptura definitiva y en tono de celebración. Por otro lado, si Bitcoin, por un par de semanas, forma una correlación pasajera con el oro, la prensa anunció el hecho como una verdad eterna y evidente.

La brecha entre la narrativa libertaria (basada en el pesimismo y en el futuro colapso sistémico) y la realidad, en la práctica, es bastante grande. Esta ceguera idiosincrasia con mucha frecuencia se convierte en un obstáculo para el inversor pragmático cuyos objetivos son meramente financieros. Bitcoin es un activo especulativo,  volátil y correlacionado con Nasdaq y el S&P 500. A pesar de que no siempre se comporta de manera correlacionada, en promedio, obviamente, es un activo risk-on. Bitcoin, al igual que los demás activos de riesgo, prospera con el optimismo y la liquidez. Y esto lo podemos comprobar claramente en la acción del precio. Narrativa vs evidencia. Twitter vs realidad.

¿Eres un político o un inversor? ¿Eres un activista o una persona de negocios? ¿Tu objetivo es financiero o no? La meta del inversor es crecer financieramente. Y la prioridad es cuidar su bolsillo. El inversor necesita objetividad. Y, francamente, es muy difícil mantener la objetividad con una cabeza llena de dogmas, rebeliones y quimeras. ¿Bitcoin perdió su correlación con Nasdaq y S&P 500? Claro que no. A pesar de algunos excepcionales, el promedio aún nos sugiere que la correlación todavía se mantiene.    

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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