¿Bitcoin a 30 mil dólares en octubre?

Se termina el verano y empieza el otoño. Es el último trimestre del año, y sabemos que lo que pase ahora puede marcar todo el año. Bitcoin lo ha demostrado en otros años, con finales espectaculares. Los que seguimos a Bitcoin siempre tenemos esperanzas para fin de año (aunque a veces nos equivoquemos). ¿Qué ocurrirá este año? ¿Veremos un nuevo máximo de Bitcoin? ¿O nos tendremos que conformar con lo que tenemos? Nadie lo sabe seguro, pero podemos estar pendientes de las señales del mercado, las noticias y los análisis.

Octubre, históricamente, es un mes muy especial para los mercados financieros, porque ha sido testigo de algunas de las peores caídas de la historia, pero también de algunas de las mejores recuperaciones. Octubre es el mes en el que se produjeron los famosos desplomes de 1929 y 1987, que desencadenaron la Gran Depresión y el Lunes Negro, respectivamente. Sin embargo, también es un mes que suele tener un rendimiento promedio positivo, y que marca el inicio del cuarto y último trimestre, que suele ser el mejor del año.

¿Qué significa esto para los inversores? Pues que hay que estar preparados para todo, porque octubre puede traer sorpresas tanto positivas como negativas. Por un lado, hay que tener cuidado con los factores de riesgo que pueden provocar una corrección o una crisis en el mercado, como la pandemia, la crisis económica, las elecciones en Estados Unidos o la tensión geopolítica. Por otro lado, hay que estar atentos a las oportunidades que pueden surgir si el mercado encuentra un punto de apoyo y empieza a recuperarse.

Octubre es el mes de los suelos de mercado, es decir, el momento en el que las bolsas tocan fondo y empiezan a subir. Esto ha ocurrido en varios años, como en 2002, 2011 o 2018. Por supuesto, no hay garantía de que esto se repita este año, pero tampoco hay que descartarlo.

Octubre es un mes muy interesante para los mercados financieros, porque puede traer tanto alegrías como tristezas. Como dice el refrán: ‘En octubre no hay mal que dure ni bien que perdure’. Es un mes de cambios. Octubre es el comienzo del último trimestre del año y diciembre es el final. Y en ese trimestre se define el año. Si el año fuera una película, octubre sería el anticlímax y diciembre el clímax. No siempre, pero con frecuencia.

Bitcoin subió un poco últimamente, coincidiendo con la apertura de Wall Street, y eso motivó a algunos a decir que llegaría a los 30.000 dólares en octubre. El aumento se dio mientras algunos observaban poca resistencia arriba, lo que podría impulsar un despegue. Al parecer, los pesimistas se cansaron y los optimistas están comenzando a retornar. Según algunos analistas, esta alza podría deberse a los contratos perpetuos (futuros), que podrían crear oportunidades e ineficiencias. También se ha mencionado una actividad inusual de un tipo de ballenas que suele mover el precio de Bitcoin.

En septiembre, la confianza de los inversores bajó bastante, porque casi todos los que compraron Bitcoin a corto plazo están perdiendo dinero. Esto ha provocado un cambio negativo en el sentimiento, con los inversores gastando más de lo que vale su Bitcoin. Esto indica que hay pánico entre este grupo, algo que no se veía desde que FTX se derrumbó.

El 2023 ha visto una entrada positiva, pero de baja intensidad, de nuevo capital y nuevos inversores. Esto se debe a la incertidumbre persistente por las condiciones macroeconómicas, las presiones regulatorias y la escasez de liquidez en todos los mercados.

Los que compraron Bitcoin a principios de año, militantes y viejos bitcoiners, ayudaron a que el precio saliera del abismo. Sin embargo, definitivamente, la base sola no es suficiente. Bitcoin necesita dinero nuevo para crecer. Porque las pérdidas de los compradores cortoplacistas no dan mucho ánimo. Claro que los que compraron hace tiempo están felices porque todavía están en verde, pero que son una minoría privilegiada.

Por otra parte, ahora hay más competencia entre los mineros, que han aumentado su potencia un 50% desde febrero. Sí, los mineros están pasando apuros, y necesitan que el precio de Bitcoin suba pronto, porque se acerca el momento en que se reduce a la mitad la recompensa por minar (el halving). Ciertamente, la situación no es fácil.

Es cierto que el petróleo está subiendo, y que eso seguramente afectará a la inflación. Nos guste o no, la economía todavía está muy caliente, y eso puede obligar a la Reserva Federal y a los demás bancos centrales a subir las tasas de interés un poco más. Eso complica las cosas para los activos de riesgo como Bitcoin, que dependen de la demanda y la liquidez del mercado.

Las tasas de interés altas hacen que sea más caro pedir prestado y más rentable ahorrar, lo que desincentiva la inversión y el consumo. Esto perjudica a Bitcoin, que necesita que la gente lo compre y lo use.

Por supuesto que el pesimismo no dura para siempre, y que los pesimistas eventualmente se cansan. Después de tanto pesimismo, los alcistas pueden encontrar una excusa para despertar el sentimiento alcista. Si eso pasa, no habría ningún problema para llegar a los 30.000 dólares, que es nuestra resistencia actual. De hecho, ya nos hemos acostumbrado a subir a ese nivel y luego bajar. ¿Podemos llegar a los 30.000 dólares en octubre? Eso es perfectamente posible. Pero tampoco es seguro, todo depende de cómo evolucionen las cosas.

La posibilidad de que Bitcoin suba a los 30.000 dólares en octubre se basa en un cambio de sentimiento de los inversores. El pesimismo actual puede dar paso al optimismo, pero también reconoce que hay muchos factores de riesgo e incertidumbre.

Cuando se trata de hacer un pronóstico, la dificultad actual es que no hay una tendencia definida. Algunos dicen que la tendencia es bajista, otros dicen que la tendencia es alcista, pero todo parece indicar que la tendencia es lateral. Y cuando la tendencia es lateral, la posibilidad de que el precio baje es tanta como la posibilidad de que suba. Es prácticamente 50 y 50. Y eso es lo que normalmente llamamos una situación de alta incertidumbre. ¿Qué hacer en estos casos? La costumbre es no hacer nada, y esperar a que se defina la tendencia.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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