Analistas identifican 3 fallos críticos que perjudicaron seriamente al sector DeFi

El mercado de las criptomonedas ha pasado por un mal momento este año y el colapso de múltiples proyectos y fondos provocó un efecto de contagio que ha golpeado a casi todos los tokens en el espacio.

Las cosas parecen estar lejos de calmarse, pero un flujo constante de detalles está permitiendo a los inversores reconstruir una imagen que pone de relieve los riesgos sistémicos de las finanzas descentralizadas y la mala gestión del riesgo.

He aquí un breve resumen de lo que dicen varios expertos sobre las razones del desplome del sector DeFi y sus perspectivas sobre lo que hay que hacer para que el sector se recupere.

No poder generar ingresos sostenibles

Una de las razones más citadas de las dificultades de los protocolos DeFi es su incapacidad para generar ingresos sostenibles que añadan un valor significativo al ecosistema de una plataforma.

En su intento por atraer a los usuarios, se ofrecieron altos rendimientos a que son prácticamente insostenible, mientras que no hubo suficiente afluencia para compensar los pagos y proporcionar valor subyacente para el token nativo de la plataforma.

Esto significa esencialmente que no había ningún valor real que respaldara el token que se utilizaba para pagar los altos rendimientos ofrecidos a los usuarios.

Cuando los usuarios empezaron a darse cuenta de que sus activos no estaban ganando realmente los rendimientos prometidos, retiraron su liquidez y vendieron los tokens de recompensa. Esto, a su vez, provocó un descenso en el precio de dichos tokens, junto con una caída del valor total bloqueado (TVL), lo que incitó aún más el pánico entre los usuarios del protocolo, que igualmente se apresuraban a recuperar su liquidez y asegurar el valor de las recompensas recibidas.

¿Tokenomics o Ponzinomics?

Un segundo defecto destacado por múltiples expertos es la estructura tokenómica mal diseñada de muchos protocolos DeFi que a menudo tienen una tasa de inflación extremadamente alta que se utilizó para atraer más liquidez.

A todo el mundo le gustan las altas recompensas, pero si el valor del token que se paga como recompensa no está realmente ahí, entonces los usuarios están básicamente asumiendo un gran riesgo al renunciar al control de sus fondos por una recompensa escasa o inexistente.

Esto se relaciona en gran medida con el problema de generación de ingresos de los protocolos DeFi, y la incapacidad de crear tesorerías sostenibles. La alta inflación aumenta la cantidad de tokens en circulación, y si el valor de los tokens no se mantiene, la liquidez abandona el ecosistema.

El excesivo apalancamiento de los usuarios

El uso excesivo del apalancamiento es otro de los problemas endémicos dentro del sector DeFi, y este defecto quedó muy claro cuando Celsius, 3AC y otras plataformas invertidas en la DeFi empezaron a desmoronarse el mes pasado.

Estas liquidaciones no hicieron más que empeoraron la tendencia a la baja que ya experimentaban muchos tokens, desencadenando una espiral de muerte que se extendió a las plataformas de finanzas tanto centralizadas como descentralizadas, y a unos pocos exchanges centralizados de criptomonedas.

En este sentido, la responsabilidad recae en los usuarios por estar sobreapalancados sin un estrategia sólida sobre qué hacer en la eventualidad de una caída del mercado. Si bien puede ser un reto pensar en estas cosas durante el boom de un mercado alcista, siempre debe ser algo en la mente de un trader porque el ecosistema cripto es bien conocido por su volatilidad.

Los puntos de vista y las opiniones expresadas aquí son únicamente las del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de Cointelegraph.com. Cada inversión y movimiento comercial implica un riesgo, debes realizar tu propia investigación al tomar una decisión.

Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.