Top criptonoticias de la semana: Grayscale comprando muchisimo Bitcoin, Satoshi Nakamoto pudiera haber sido empleado de Escobar y mucho más

“La fortuna favorece a los valientes”, anuncia una sabia máxima grecorromana. Sin embargo, pienso que la paciencia es la verdadera favorita de los dioses eternos. ¿Y por qué se me dio por la filosofía? Bueno, porque algún día tenemos que romper esa barrera de los 10,000 dólares. Esa piñata de cemento debe caer. No caben dudas que lo hemos intentado. La falta de insistencia no es el problema. Obviamente que nos falta fuerza, pero, incluso, una gota de agua puede romper una roca con el poder de la constancia. Ese árbol cae tarde o temprano. 

¡Bitcoin, adorado tormento! ¿Qué voy hacer contigo? No tenemos más opciones que esperar con mucha paciencia el final de esta batalla por la conquista de los 10.000. Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más leídas de la semana. 

He aquí un giro inesperado en nuestra película En busca del Satoshi perdido. Estamos ante lo que los guionistas normalmente llaman la gran revelación del segundo acto. Exacto. Ya van más de 40 minutos de película. Nuestro protagonista creó Bitcoin y despareció. El proyecto tuvo éxito y aparecieron muchas personas asegurando ser el padre del niño para solicitar el premio de la lotería. La mayoría de estos supuestos “Satoshis” resultaron ser unos payasos. El misterio de la verdadera identidad de Satoshi crece cada día más. El asunto se ha convertido en una histeria global. ¿Quién es Satoshi? 

Pero, de pronto, de la nada, la gran revelación que nos deja a todos boquiabiertos. Nada es lo que parecía ser. El director nos ha distraído. Todo lo que creíamos era falso. La gran e inesperada revelación del segundo acto. ¿Satoshi es un narco? ¿Qué? Nos vamos a negro. Corte. 

Ahora bien, la gran revelación del segundo acto no es el clímax de nuestra historia. La película aún no ha terminado y ahora es que falta rollo. Jugando un poco al Sherlock Holmes, lo primero que debemos considerar es la fuente de la información. Me parece que el CEO de Escobar Inc no es buena fuente. Si el hermano de Dorian Nakamoto es un desertor y antiguo objetivo de los Escobar, ¿Cómo confiar de lo que ellos dicen de él?  Obviamente que hay mucha mala sangre ahí. Por otro lado, un testimonio nunca es suficiente. Necesitamos datos verificables. Y no los tenemos. 

Sin embargo, aquí debo añadir algo. Muchos bitcoiners han construido un culto alrededor de Satoshi. Ahora es un mito. Un ser perfecto e impoluto. Una vaca sagrada caída del cielo criptográfico. Muchos imaginan a un ser sobrenatural. Un viejo sabio en una pequeña cabaña en el tope de una montaña con un gran servidor, un linda biblioteca y jardín zen. O sea, un (cripto) Lao Tzu.  Los bitcoiners no aceptaran a un Satoshi de carne y hueso jamás de los jamases. 

Bueno, ciertamente que es bueno analizar una vieja predicción. Cuando en los medios aparecen muchas predicciones optimistas, el precio suele bajar. Es tan irónico como cierto. ¿Olvídate de los 10,000 dólares? ¿Ahora viene la ruptura de los 12,000? Se contaron los pollitos antes de nacer y se usó la tarjeta de crédito para la celebración ¿Qué pasó? De la borrachera, se nos cayó la canasta con todos los huevos. 

No podemos negar que la resistencia de los 10,000 es una barrera psicológica importante. Y no solo por la redondez del número. El hecho se ha corroborado muchas veces. No es un mito. Y por supuesto que al romperla seguramente tendremos un breakout hacia los 12.000 dólares. O sea, se convertirá en nuestro nuevo soporte y definiremos un nuevo techo. Sin embargo, esta semana no la pudimos romper y el rechazo nos volvió a colocar cerca de los 9,000. Ouch.

He aquí un pequeño comentario sobre los indicadores técnicos. Es importante entender que muchos de ellos pueden estar enviando señales falsas. Incluso, al corroborarse con otros indicadores. La prueba final para mi es el indicador de sentimiento. El nivel de codicia. El nivel de miedo. La codicia es el alimento de las predicciones optimistas, pero es el presagio de las bajas en el precio.           

Todos sabemos que Jamie Damon tiene una gran boca. El sujeto dice cosas. Aquí no estamos ante el banquero clásico con cara de póker y que siempre está midiendo sus palabras. Ok, dijo que no le gustaba Bitcoin. Y la comunidad Bitcoin, que sufre de hipersensibilidad ante las críticas como niño de escuela, convirtió sus comentarios en una novela mexicana. Pero Jaime no tiene ni una pizca de tonto. Le mostraron los números y le dio a su gente luz verde para explorar el tema Bitcoin. No fue el fin del mundo. Los banqueros van a ir donde esté el dinero. Punto. 

Damon, incluso, admitió que, después de criticar a Bitcoin en público, su hijo le dijo que tenía Bitcoin. Y esto lo contó él mismo Damon con una gran sonrisa en el rostro, reconociendo de algún modo que tiene una gran boca. Sin embargo, los bitcoiners no terminan de pasar la página y siguen con la novela de Corín Tellado. Francamente, me parece que es un error subestimar a JPMorgan.  ¿Han visto el presupuesto para Fintech de JPMorgan? ¿Saben cuántos programadores e ingenieros tiene JPMorgan? Bueno, aquí va una pista. No tiene nada que envidiarle a Google. JPMorgan seguramente ya tienen oficinas de Wyoming. Eso no es problema para ellos. Si hay dinero, ahí estarán. 

No por ser escaso solamente un activo sube del valor. Claro que la sobreabundancia baja el precio de las cosas. Pero la escasez como tal no lo es todo. Se necesita demanda. O sea, compradores. Grayscale Investments vale su peso en oro, porque ellos compran Bitcoin desenfrenadamente. 

Me acuerdo que en una oportunidad estaba escuchando el podcast de un famoso bitcoiner (no lo voy a nombrar) y en ese podcast duraron una hora hablando de lo terrible que era tener fiat. Era la peor plaga del mundo. El tifus se quedó pequeño. A los pocos días, salió la noticia de que este bitcoiner orgullosamente tiene casi la mitad de su patrimonio en Bitcoin. El resto lo tiene básicamente en fiat. 50%, 40% Todavía es un gran número, si estamos hablando del peor de los males. Warren Buffett no tiene tanto efectivo. Ahora bien, eso es válido. Pero ¿por qué promover un radicalismo que en la realidad no se practica? 

Por otro lado, podemos decir todo lo que queramos de Barry Silbert, el sujeto detrás de Grayscale. Pero no podemos negar que él pone su pie donde está su boca. Él sí está hasta el cuello con Bitcoin. Ciertamente que sus acciones inspiran respeto.