Top criptonoticias de la semana: declaración de impuestos, hack a Bitmart, Mbox en Binance y mucho más

La mayoría de nosotros esperaba un diciembre alcista. Ahora bien, ese optimismo no era del todo irracional, porque la recuperación económica iba viento en popa. Teníamos fundamentos para ser optimistas. Sin embargo, las cosas no siempre resultan como uno las espera. En especial, debemos tomar en cuenta que estamos viviendo tiempos sumamente excepcionales. O sea, cualquier revés puede surgir en cualquier momento y cambiar el panorama por completo. Y, en efecto, eso fue lo que pasó. En vez de alzas, tenemos un diciembre de pérdidas debido a las preocupaciones en torno a la inflación (EEUU) y la nueva variante del coronavirus (ómicron). 

La Reserva Federal nos advirtió sobre la inflación. Pero también nos dijo que esta sería transitoria. Se trataba de una estrategia para reactivar las cadenas distribución y producción, paralizadas durante el confinamiento. No obstante, la situación se salió de control. Ahora, es, prácticamente, un hecho de que la Reserva tendrá que subir las tasas antes de lo anticipado. El empleo está subiendo. Y la energía está bajando de precio. Pero la inflación ya se está convirtiendo en un problema más permanente. ¿Error de la Reserva? No, no necesariamente. Simplemente, se trata de una nueva situación que requiere nuevas medidas. Una posible crisis crediticia en China y una crisis logística más profunda de lo esperado es uno de los elementos claves de este cambio de perspectiva.  

Un cambio de política monetaria (USD), por lo general, significa pérdidas para los mercados globales. O sea, el retiro de liquidez, en un principio, genera bajas. Claro que esto es lo que normalmente ocurre. Pero, obvio que no es una regla absoluta. Todavía es posible tener alzas con interés altos. Sin embargo, es mucho más difícil. En semejantes condiciones, el crecimiento aún es posible, pero con mayor lentitud. He ahí la preocupación de los inversores hoy. Temen el fin del ciclo alcista. Francamente, espero que todos estemos exagerando. 

Finalmente, el deseo de los conservadores probablemente se hará realidad. La Reserva, tarde o temprano, se verá en la obligación de endurecer la moneda para frenar la inflación. Irónicamente, eso también se relaciona con las recientes caídas de Bitcoin. Nos guste o no admitirlo, en tiempos de incertidumbre, los inversores venden sus BTC para comprar fiat. Me temo que la mayoría de los inversores ven en Bitcoin un activo esencialmente especulativo de alta volatilidad. No un refugio seguro. Lo que contradice y ofende a los cripto entusiastas más fanáticos, pero a las pruebas me remito. La evidencia es clara como el cielo azul. El que tenga ojos que vea. 

Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más populares de esta semana. 

Cierto que la tendencia general en el mundo de las criptomonedas es dictada por nuestro dúo dinámico, Bitcoin y Ethereum. También es cierto que en estos momentos estamos bastante correlacionados con los mercados bursátiles. Lo que implica que las criptomonedas son activos de prosperidad. Es decir, crecen en períodos de optimismo. Eso no debería sorprendernos en lo absoluto, porque los inversores, en tiempos de optimismo, están dispuestos a asumir mayores riesgos. ¿Riesgo? Por supuesto que las criptoactivos son sumamente riesgosos. La volatilidad, señores. 

En periodos de incertidumbre, los inversores tienden a volverse conservadores. Eso significa que se inclinan por activos más estables. El dogma liberatorio nos dice otra cosa. No obstante, la evidencia es clara. Aquí la experiencia es más importante que la ideología. Ahora bien, la subida de Ethereum (líder del sector inteligente) impulsa a todo el sector. O sea, eso es para el beneficio de los proyectos asociados. Este es un sector más consolidado con proyectos de mayor capitalización. El sector metaverso es muy nuevo e indefinido. Ciertamente, se trata de un sector muy prometedor. Pero, por ahora, el sector inteligente puede ubicarse como una inversión un poco más segura. 

En el mundo de las inversiones, todo lo relacionado a los impuestos normalmente tiene un efecto negativo. O sea, la noticia, por lo general, cae mal. En un principio. Sin embargo, con el tiempo, los inversores se adaptan. En los Estados Unidos, los inversores son muy inteligentes a la hora de no pagar impuestos por la vía legal. Estoy hablando de las exenciones. Ahora bien, los efectos negativos de estas noticias normalmente son de poca duración. La gente se adapta. Y le buscan la vuelta. O sea, no creo que sea el fin del mundo. 

Siempre se habla de la seguridad de los blockchains. Pero siempre hay hackeos millonarios. La solución no es poner nuestro dinero debajo de la cama. La solución yace en sistemas más seguros. La gran mayoría quiere disfrutar de los servicios y productos ofrecidos por los exchanges (centralizados o no). He ahí la importancia de mejores servicios de custodia. 

Muchos nombres importantes juntos están asociados en un mismo proyecto. Binance, metaverso, Defi, NFTs, minería. Es simplemente demasiado. Y seguramente el público no aguantará la tentación. La combinación de tendencias normalmente es sinónimo de éxito. ¿MBox? Hay que indagar más. 

Como político, Tone Vays es más fastidioso que mosquito a medianoche. Libertario extremo. Pero, como analista, no es malo. Siempre veo sus videos. El tapaboca esto. Las vacunas, aquello. Biden está viejo. Ok, ya entendí. Pero luego de ese sufrimiento viene el análisis del precio. De hecho, sus lecturas de las gráficas son bastante iluminadoras. Suele ser muy pesimista. Lo que resulta muy bueno. Porque eso implica que cuando es optimismo, es realmente objetivo. Es tan desconfiado de todo que con frecuencia tiene momentos de lucidez. El sujeto es casi paranoico y siempre piensa lo peor. Si dice que Bitcoin va a subir, por lo general, lo escucho. 

Ahora bien, el mundo no se vuelve loco para siempre. Los inversores se preocupan y entran en pánico. Pero, tarde o temprano, todo vuelve a la normalidad. Las caídas actuales, probablemente, son un sobrerreacción. Lo que implica que (probablemente) estamos ante una oportunidad de oro.