Tesla y el FBI detienen un ataque de ransomware de $4 millones de dólares

Un joven ciudadano ruso y sus compañeros estuvieron a punto de llevar a cabo un importante ataque de ransomware contra Tesla, sin saber que su objetivo se había dado cuenta y ya los había entregado.

La semana pasada, el Departamento de Investigación de la Oficina Federal de Estados Unidos (FBI) reveló una denuncia penal contra un conspirador en un complot de ransomware frustrado contra el fabricante de automóviles eléctricos Tesla.

El 22 de agosto, la Oficina arrestó al ciudadano ruso de 27 años Pavel Kriuchkov en Los Ángeles, quien supuestamente había pasado gran parte de su mes en los EE. UU. en medio de un “proyecto especial”.

Ese “proyecto especial” vino con un lucrativo incentivo: un soborno de $500,000, que luego aumentó a $1 millón. Un pequeño anticipo debía ser pagado en la billetera de Bitcoin (BTC) del empleado, instalada con un navegador Tor para evitar ser detectado.

A cambio del soborno, se le pidió al miembro del staff que ayudara en la instalación de un ataque de malware dirigido contra Tesla, un complot de dos etapas que involucraba un ataque distribuido de denegación de servicio, seguido de una exfiltración de datos confidenciales de la empresa. 

El plan era exigir un rescate a Tesla bajo la amenaza de divulgar la información públicamente. Los conspiradores de Kriuchkov tenían el ojo puesto en un rescate de $4 millones de dólares.

El problema fue que, poco después de la primera reunión de Kriuchkov con el empleado (quien permanece en el anonimato) este ya había alertado a Tesla, quien, a su vez, alertó al FBI. 

Una serie de reuniones en agosto entre Kriuchkov y el miembro del personal fueron supervisadas físicamente y grabadas por agentes del FBI. Recopilaron información sobre la operación y otras hazañas anteriores mientras se preparaban los preparativos para el ciberataque.

Uno de los conspiradores era, según las comunicaciones de Kriuchkov con el miembro del personal, un hacker informático especializado en cifrado, que supuestamente trabaja como empleado de alto nivel de un banco gubernamental en Rusia. 

El propio Kriuchkov se mostró confuso sobre los aspectos técnicos del ataque planeado, y aparentemente se le pagaba $250,000 dólares por sus esfuerzos de reclutamiento. 

En una reunión temprana, Kriuchkov, el empleado y dos de los amigos de este último hicieron una excursión al lago Tahoe en California. Kriuchkov insistió en pagar la cuenta de los gastos del grupo, pero evitó posar en las fotos grupales, insistiendo en que podía “recordar la belleza de la puesta de sol” sin un recuerdo.

El 21 de agosto, Kriuchov informó al miembro del personal que el ataque se retrasaría hasta una fecha posterior y que dejaría Nevada al día siguiente. Tras su arresto en Los Ángeles el 22 de agosto, ahora se encuentra detenido en espera de juicio.

Si bien Tesla no se menciona explícitamente en la denuncia penal del FBI, el sitio de noticias de Tesla Teslarati ha confirmado que la compañía era el objetivo. El CEO Elon Musk reconoció el plan en un tweet:

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