¿Qué pasaría si BlackRock se convierte en el poseedor más grande de Bitcoin?

¿Te imaginas que una sola empresa tuviera tanto dinero como el 10% del producto interno bruto (PIB) de todo el mundo? BlackRock es una empresa de gestión de activos con sede en los Estados Unidos que es el administrador de activos más grande del mundo, con más de 10 billones de dólares en activos bajo administración. Para que te hagas una idea, eso es más que el PIB de Japón o Alemania.

Ahora bien, ¿qué pasaría si BlackRock decidiera comprar Bitcoin? Pues, probablemente, el precio de Bitcoin se dispararía hasta las nubes, y los que ya tienen Bitcoin se volverían muy ricos. Pero también habría algunos problemas, como la escasez de Bitcoin disponibles, la volatilidad del mercado y la regulación de las autoridades. Además, BlackRock tendría mucho poder e influencia sobre el futuro de Bitcoin y las demás criptomonedas.

¿Por qué BlackRock es tan popular? Bueno, los fondos indexados son una forma de invertir en la bolsa sin tener que elegir las acciones por tu cuenta. Simplemente, compras una parte de un fondo que replica el comportamiento de un índice, como el S&P 500, el Ibex 35 o el MSCI World. Así, te ahorras los costes de gestión y comisiones que cobran los fondos tradicionales, que suelen rendir peor que el mercado. BlackRock ha crecido muchísimo, porque ha logrado ofrecer fondos indexados con costes muy bajos.

Claro que esta estrategia de invertir a través de un fondo indexado tiene un inconveniente: al seguir a un índice, estás poniendo tu dinero en manos de unos pocos gestores que deciden qué empresas. Estos gestores pueden tener intereses ocultos, conflictos de interés o errores de cálculo que afecten a tu inversión. Además, al concentrar tanto dinero en unas pocas empresas, se reduce la diversificación y se aumenta el riesgo.

Por eso, antes de invertir en un fondo indexado, lo recomendable es informarte bien sobre cómo se construye el índice que sigue, qué criterios se usan para seleccionar las empresas, qué peso tiene cada una y qué riesgos implica.

Ahora bien, imagina que la mayoría de los inversores decide poner su dinero en fondos indexados que siguen al S&P 500, el índice más famoso de la bolsa estadounidense. ¿Qué consecuencias tendría eso? Pues que una sola empresa tendría el control de casi todo el mercado. ¿Cómo es posible? Porque BlackRock es la gestora de fondos más grande del mundo y ofrece muchos fondos indexados al S&P 500. Gracias a eso, BlackRock es accionista de todas las empresas que forman parte del índice, lo que le da derecho a votar en sus juntas directivas. Así, BlackRock podría influir en las decisiones de las compañías más poderosas del mundo, desde Apple hasta Walmart, pasando por Coca-Cola, McDonald’s o Disney.

Esto no solo le da un enorme poder a BlackRock como empresa, sino que también crea un impacto en la gobernabilidad del mundo corporativo estadounidense. ¿Qué pasaría si BlackRock quisiera promover una agenda política, social o ambiental? ¿Qué pasaría si BlackRock tuviera conflictos de interés con otras empresas o países?

Bitcoin es una criptomoneda que se basa en una red descentralizada de nodos que validan las transacciones y mantienen el consenso. Esto significa que nadie tiene el control absoluto sobre Bitcoin, ni siquiera sus creadores o los gobiernos. Sin embargo, esto no impide que algunas empresas o personas puedan acumular una gran cantidad de bitcoins y ejercer una influencia significativa sobre el mercado.

¿Qué pasaría si BlackRock llegara a poseer el 10% de todos los BTC? Pues que tendría un poder enorme para mover el precio, manipular el mercado o presionar a los desarrolladores. ¿Qué pasaría si llegara a tener el 30% o más? Pues que podría poner en riesgo la seguridad y la descentralización de Bitcoin, ya que podría atacar la red o bloquear las transacciones.

Muchos defensores de Bitcoin abogan por una distribución más equitativa y diversa de los bitcoins, para evitar que se concentren en pocas manos. También recomiendan a los usuarios que guarden sus bitcoins en carteras propias y no en plataformas de terceros, para evitar que les roben o les congelen sus fondos. Sin embargo, en un sistema de libre mercado, eso no es fácil.

El libre mercado es un concepto que se refiere a la libertad de los agentes económicos para intercambiar bienes y servicios sin restricciones ni intervenciones externas. Sin embargo, el libre mercado no siempre es tan libre como parece, ya que puede estar sujeto a distorsiones, manipulaciones o concentraciones de poder que afectan su funcionamiento.

BlackRock, con su montaña de dólares bajo su control, es un actor de peso para cualquier mercado. Si decidiera invertir una parte de ese dinero en Bitcoin, sería un evento histórico que tendría consecuencias importantes para el mercado de la criptomoneda.

Claro que, cierto, la compra masiva de Bitcoin por parte de BlackRock aumentaría la demanda, la legitimidad y la liquidez de la moneda digital. Esto podría impulsar su precio y atraer a más inversores institucionales y particulares. Además, sería una señal de que Bitcoin ha llegado para quedarse y que tiene un futuro prometedor como reserva de valor y medio de pago.

Por otro lado, la entrada de BlackRock en el mercado de Bitcoin también cambiaría el equilibrio de las fuerzas dentro de la comunidad cripto. Los grandes jugadores ganarían terreno y poder, mientras que los pequeños perderían influencia y autonomía. Esto podría ir en contra del espíritu original de Bitcoin, que nació como una alternativa descentralizada y democrática al sistema financiero tradicional. ¿Qué pasaría si BlackRock quisiera imponer sus intereses o condiciones a los demás usuarios de Bitcoin? ¿Qué pasaría si BlackRock se convirtiera en el nuevo amo del dinero?

Bitcoin es una criptomoneda que ofrece muchas ventajas, pero también algunos desafíos. Nos guste o no, algunos inversores prefieren delegar esta tarea en un fondo cotizado (ETF) que invierte en Bitcoin de forma indirecta. Así, pueden beneficiarse de la evolución del precio de Bitcoin sin tener que preocuparse por su custodia. Sin embargo, los ETF de Bitcoin también tienen sus riesgos y limitaciones. No son idénticos al mercado de Bitcoin ni reflejan fielmente su comportamiento. Por lo tanto, antes de invertir en un ETF de Bitcoin, es conveniente informarse bien y contar con el asesoramiento de un profesional. En fin, el cambio es inevitable. Las instituciones vienen. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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