¿Qué hace que los inversores se alejen de Bitcoin mientras la economía y las bolsas se fortalecen?

Los mercados no siempre se mueven al mismo ritmo y en la misma dirección. A veces parece que van de la mano, otras veces que se llevan la contraria, y otras veces que no se hablan. La correlación es una medida de cómo se relacionan dos variables. Hay correlación positiva cuando las variables se mueven juntas, correlación negativa cuando se mueven en sentido opuesto, y correlación nula cuando no hay relación entre ellas. Pero cuidado, que la correlación no es lo mismo que la causalidad. No porque dos cosas se muevan juntas significa que una cause la otra, o viceversa. Por otro lado, la correlación es solo una referencia, no una verdad absoluta. Los patrones existen, pero no se cumplen todo el tiempo.

Hacer pronósticos es necesario en el mundo de las inversiones. No solo es una forma de ejercitar tu mente y tu imaginación, sino una orientación para tomar decisiones. Pero no te confíes demasiado, porque a veces las cosas no salen como esperamos. Por más que mires los datos estadísticos y las probabilidades, siempre hay un factor que se nos escapa: la subjetividad. Sí, esa cosa tan humana que nos hace ver las cosas desde nuestra perspectiva, con nuestros gustos, preferencias y prejuicios. Y eso está bien, porque somos personas, no máquinas. Así que cuando hagas un pronóstico, recuerda que no es una verdad absoluta, sino una apuesta. Una apuesta que puede estar basada en la razón, pero también en la intuición, la emoción o el deseo. Y que puede ganar o perder.

Lo primero que debemos saber de los mercados financieros es que no son un reflejo de la economía. Por muy extraño que suene, el mercado y la economía son universos distintos. Claro que eso no quiere decir que no tengan relación alguna. La relación es definitivamente estrecha. Sin embargo, no podemos verla como un reflejo exacto el uno del otro. Lo que normalmente llamamos “economía” son las condiciones económicas actuales, normalmente interpretadas usando referencias presentes y pasadas. Se trata de una fotografía aproximada y resumida de un contexto.

El mercado, por otra parte, se forma principalmente de expectativas. Se construye de lo que los inversores piensan que va a pasar en el futuro. La economía es una fotografía para medir el presente con datos del pasado. Y los mercados son apuestas del futuro sacadas de esta fotografía. Uno mira el pasado y lo compara con el presente. El otro mira el presente para proyectar el futuro.

El público normalmente no entiende esta disparidad. Con frecuencia, expresa su confusión cuando la economía y el mercado no bailan al mismo son. Las contradicciones de este tipo sorprenden. Por ejemplo, durante el 2020, debido a la epidemia del Covid-19, los datos económicos no eran muy alentadores, debido a que las restricciones y el confinamiento redujeron la demanda, lo que causó desempleo y contracción. Sin embargo, el mercado bursátil y las criptomonedas se dispararon.

En plena crisis, se formó un boom especulativo. Lo que muchos analistas llamaron una recuperación en forma de K. Una contradicción, ¿no? Lo curioso es que los datos estaban reflejando la situación actual. Pero los mercados estaban reflejando las expectativas de que la pandemia no duraría para siempre. Y que había muchas oportunidades para comprar, debido a unos precios atractivos y los estímulos monetarios.

¿Qué pasó en el primer semestre del 2023? Resulta que, durante el 2022, la Reserva Federal y los demás bancos centrales se pusieron muy estrictos y subieron los intereses con gran agresividad. La economía seguía creciendo, pero los mercados se asustaron y pensaron que se iba a enfriar demasiado por falta de dinero. Pero, como siempre, la esperanza es lo último que se pierde. Y, a principio de año, los inversores empezaron a creer que ya habíamos pasado lo peor y que pronto volverían las ayudas monetarias. Así que se lanzaron a comprar acciones de las grandes empresas tecnológicas, que son las que más ganan en estos tiempos. Y, como las criptomonedas son como las hermanas pequeñas de las tecnológicas, también se beneficiaron de este optimismo.

¿Qué está pasando en el verano del 2023? Pues, parece que el calor no solo afecta al clima, sino también a la economía y a los mercados. La economía sigue creciendo, pero no tanto como antes. Los mercados siguen subiendo, pero no tan confiados como antes. ¿Por qué? Porque saben que las altas tasas de interés que impusieron los bancos centrales tienen un efecto retardado. Es decir, que tarde o temprano se van a notar en el bolsillo de la gente y en los balances de las empresas. Y eso significa menos consumo, menos inversión y menos beneficios. Así que los inversores están empezando a ponerse nerviosos.

¿Qué está pasando con el mercado cripto? Pues, parece que el entusiasmo se ha enfriado más que un helado. A pesar de que la inteligencia artificial está causando furor en el mundo tecnológico, los inversores no se animan a apostar por las criptomonedas. ¿Por qué? Porque hay mucha incertidumbre sobre cómo van a regularlas los gobiernos y las instituciones. El mercado cripto está atrapado entre los $26K y los $31K dólares, sin mostrar signos de vida. Los veteranos compraron cuando bajó, pero ya no tienen más dinero para seguir comprando. Los novatos y los grandes inversores están distraídos con otras cosas. Y los fanáticos de las criptomonedas no son suficientes para mover el mercado. Hace falta dinero fresco, pero nadie se atreve a ponerlo.

¿Por qué Bitcoin está tan estacando mientras la economía y las bolsas están un poco más animadas? Pues, hay varias razones para este fenómeno. Una es que los inversores, debido a la incertidumbre, prefieren invertir en empresas que generan beneficios reales y no en activos digitales que dependen de la confianza y la especulación. Otra es que los reguladores están poniendo cada vez más trabas a las criptomonedas, lo que dificulta su uso y su valoración. Y otra es que, para muchos, Bitcoin ya no es tan novedoso ni tan atractivo como antes, y ha perdido el interés de muchos inversores que buscan otras opciones más innovadoras.

La economía, la bolsa y el Bitcoin no siempre van de la mano. Y no es el fin del mundo. A veces se llevan bien, y otras se pelean. Hoy puede ser un día soleado, y mañana puede llover. Lo importante es estar preparado para cualquier escenario y recordar que en este mundo nada es permanente. Todo cambia. Hoy podemos estar estacados. Mañana podemos irnos a la luna. Así es la vida. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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