¿Qué está pasando con el precio de Bitcoin?

Una caída superior al 25% en menos de 5 días no es normal para Bitcoin. Es decir, son tiempos excepcionales. Los “expertos” e “influencers” de Twitter hablan de una caída más en las historias de Bitcoin. O sea, no hay problema. Es “normal”. De hecho, el colapso se representa como una gran oportunidad de compra, digna de celebración. Obvio que se trata de un show. A nadie le gusta ver su patrimonio caer en más de 70% en menos de un año. Esa fe impoluta y esa calma indiferente es de la boca para fuera, porque muchos de estos supuestos “héroes de la paciencia” compraron Bitcoin con deuda. Y, en estos momentos, están en rojo. Lo que no es muy buena noticia para sus acreedores. Una epidemia de quiebras es posible. Lo que sería una catástrofe para la industria.

Los mercados fluctúan. Claro que es normal. Lo que ocurre es que unos mercados fluctúan más que otros. Los inversores compran hoy para vender mañana a un mejor precio. Indudablemente, la principal motivación es el lucro. Pese a que muchos de estos “expertos” afirman que el precio no importa y que la meta de fondo es, en realidad, salvar al mundo, el pánico ha tomado el control de los mercados. Este pesimismo generalizado afecta mucho a la industria en muchos sentidos. En primer lugar, baja dramáticamente la audiencia de la prensa especializada. En segundo lugar, la minería es menos rentable. En tercer lugar, los exchanges hacen menos dinero. Y, en cuarto lugar, todo es un poco más difícil para los nuevos proyectos. En otras palabras, me parece que esta caída debe tomarse en serio.

Bitcoin es un activo de riesgo. Punto. Así de sencillo. En esta etapa de su historia, es un activo especulativo con un mercado volátil, fragmentado y bastante ilíquido. ¿Por qué está cayendo el precio? El precio cae debido a las condiciones macroeconómicas. Los inversores se están volviendo más conservadores, están buscando estabilidad en activos más seguros y se están alejando de los activos especulativos más volátiles. La verdad duele. La posibilidad de una recesión es real. La posibilidad de tener varios años de alta inflación también es real. Lo que significa que los principales bancos centrales del mundo se verán en la obligación de retirar liquidez del sistema de modos más agresivos de lo anticipado. Eso, a su vez, significa que los inversores tendrán menos dinero para invertir. Bitcoin, en su breve historia, nunca ha estado bajo semejantes condiciones.  

La guerra de narrativas se gana saliendo de Twitter y estudiando directamente el precio. El precio cae cuando hay más vendedores que compradores. Y los vendedores son esencialmente pesimistas. Tienen una interpretación de los hechos muy particular. Bitcoin está bajando por las mismas razones que el S&P 500, Nasdaq y FAANG están bajando. Y por las mismas razones que el dólar y los bonos-T están subiendo: La próxima reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos. La liquidez sube los mercados. El retiro de liquidez baja los mercados. Bitcoin sufre más, porque los activos más volátiles sufren más en dichas condiciones.

No podemos recurrir a las viejas gráficas para saber lo que está pasando. Esta no es una caída como las anteriores. El cambio de política monetaria por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos marca un antes y un después. La guerra en Europa marca un antes y un después. Y el “fin de la globalización” marca un antes y un después. Se trata de un nuevo paradigma. La frase “Bitcoin ya pasó por esto” no aplica. Porque Bitcoin no ha pasado por eso.

El soporte actual es el máximo de 2017. Es decir, la persona que compró en diciembre del 2007 esperó casi 5 años para volver a estar bastante cerca de su punto de partida. Binance, el principal exchange de criptomonedas por volumen, suspendió los retiros por unas horas debido a un supuesto “congestionamiento” temporal. No todos creen la versión oficial. ¿Acaso Binance no es tan solvente como pensamos? El prestamista Celsius también fue picado por el mismo mosquito. Porque también suspendió sus retiros debido a “condiciones extremas del mercado”. Coinbase, el principal exchange en los Estados Unidos, anunció una reducción de un 18% de su plantilla laboral culpando al invierno cripto. Al parecer, el precio no es tan irelevante. 

Microstrategy se encuentra en rojo. El Salvador se encuentra en rojo. Los acreedores de ambos no deben estar muy contentos en estos momentos. Si estás endeudado hasta el cuello y en estos momentos estás en rojo, tu “estoy bien” no es muy convincente. Leyendo las redes sociales, Bitcoin parece más un “culto de fin del mundo” que un activo de inversión. El fanatismo a veces es simplemente demasiado. Algunos viven en un mundo fantástico dejando a un lado la reflexión para repetir consignas una y otra vez. “El precio no importa”, “1BTC = 1BTC”, “The pump will always happen”, Etc.

Bitcoin es un código en una red de computadoras. No es un objeto supernatural. El código no se come. Ni se puede utilizar para construir una casa. Ese código representa una tasa de cambio. Nada más. La persona que colocó dinero en Bitcoin en los últimos meses en este momento está en rojo. Si se endeudó para comprar como Microstrategy, no debe estar muy tranquilo. No sabemos a ciencia cierta la duración de este cripto invierno, lo que significa que los acreedores pueden llegar cobrar antes que el rebote. Muchos inversores no están comprando la caída, porque piensan que habrá más caídas en el futuro. Este promete ser un invierno largo y doloroso.

En conclusión, la volatilidad de Bitcoin no es algo que se debe tomar a la ligera. Debe tomarse muy en serio. No es un chiste. Nada es seguro con Bitcoin. Y no podemos sobreestimar nuestra suerte en ningún momento. Mucho cuidado con las deudas. Es muy importante diseñar un portafolio diversificado y balanceado, sopesando los riesgos y las oportunidades. El invierno no nos puede encontrar desnudos. Eso normalmente quiere decir que nosotros también necesitamos activos estables en nuestro portfolio de inversiones para poder esperar tranquilos y sin presiones la eventual recuperación de los precios.

El exceso de fe es un peligro. La duda, por lo general, es mucho más saludable. En lo personal, Bitcoin me encanta. Pero mi devoción es limitada. Mi amor no es eterno e incondicional. Y no me considero un iluminado como luces saliendo de mis ojos. Mi prioridad es mi bolsillo. Un código en una cartera no me sirve de mucho, si no enriquece mi estilo de vida de manera directa. A mí sí me importa el precio de Bitcoin. Sencillo. Con un Bitcoin caro, puede comprar más cosas. Y un Bitcoin muy barato no me sirve de mucho sin fiat para comprar más. Eso significa que tomó ganancias en los ciclos alcistas y nunca me quedo sin fiat en los ciclos bajistas.  

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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