¿Qué es el DCEP, la moneda digital de China?

Seguramente hayas escuchado hablar durante todo este año del DCEP o cryptoyuan, una de las CBDC, o moneda digital que usa tecnología blockchain, más famosas.

Con ella China busca crear un nuevo sistema económico para su nación y el mundo. Pero ¿Qué es y cómo funciona DCEP en realidad? ¿Usa blockchain o es simplemente una forma de llamar la atención del mundo? Pues bien, en Bit2Me Academy hemos hecho una investigación a fondo sobre este tema. Como resultado te traemos todo lo que se sabe hasta el momento del nuevo y faraónico proyecto de China.

¿Qué es el DCEP?

Cuando hablamos de DCEP hablamos de una CBDC, una moneda digital nacional para China, cuyo nombre completo es Digital Currency Electronic Payment o DCEP.

Este es un proyecto de transformación económica de China que busca crear para su nación una nueva moneda digital. Una moneda construida sobre la tecnología blockchain y sus bases criptográficas. Además, dicha moneda será manejada y emitida por el banco estatal People’s Bank of China (PboC).

El objetivo de DCEP es sustituir la emisión del yuan por esta moneda a nivel nacional y tener un alcance internacional. Esto con la esperanza de que se convierta en una moneda global como el dólar estadounidense. Todo esto apoyado en la naturaleza digital de la moneda y de la blockchain. Dos puntos que garantizan unas funcionalidades que el dinero fíat y el dinero digital actual no pueden alcanzar. Con ello se busca estar a la altura de su enorme expansión económica y que haga frente a las necesidades que se perfilan a futuro.

Origen del DCEP

El inicio del desarrollo de DCEP puede ser rastreado hasta el año 2014. Fue en ese momento, en el cual el PboC propuso la idea de crear una moneda digital. El entonces director del banco, Zhou Xiaochuan, impulsó la idea y estableció la primera institución oficial del mundo para la investigación y el desarrollo de la moneda digital legal: el Instituto de Moneda Digital del Banco Central.

El objetivo de este grupo de investigación era el de mejorar el sistema del yuan chino con la tecnología blockchain. Esto, al tiempo que China ya comenzaba a aplicar duras sanciones contra Bitcoin y las criptomonedas libres. Sanciones que de hecho, al día de hoy permanecen activas en dicha nación.

China abrazaba la tecnología blockchain, pero intentando mantener el control que las criptomonedas le quitan. Como explicamos en el artículo sobre CBDC, Bitcoin y una CBDC son cosas radicalmente distintas: mientras Bitcoin da libertad al ciudadano, una CBDC esclaviza.

Sin embargo, pese al establecimiento de este grupo de desarrollo e investigación, los avances en ese sentido fueron pocos. No fue hasta 2017, con el establecimiento oficial del grupo en Beijing, cuando China comenzó a dar rápidos pasos en la construcción de su moneda digital. Entre las principales responsabilidades de este equipo estaba el de centrarse en la innovación y el desarrollo de la moneda digital y la tecnología financiera. Además de llevar a cabo la investigación y el desarrollo legal de la moneda digital. Todo ello de acuerdo con el despliegue estratégico nacional y el acuerdo de trabajo general del banco central.

Los pasos de desarrollo de DCEP se aceleraron aún más cuando en 2019, Facebook anunció el lanzamiento de Libra, su moneda digital privada. Esta situación puso en alerta a China, puesto que a su parecer, Libra pondría en peligro no solo su economía sino también su sitio de innovación económica y financiera con una moneda digital de alcance global. A esto también se sumaba el hecho de que la Asociación Libra, era un claro rechazo al sistema económico digital que China busca crear con DCEP. Todo ello llevo a la nación a acelerar sus planes para la puesta en marcha de DCEP.

Fue así como, finalmente tras algunos meses de desarrollo se anunció el 22 de junio de 2020 que China ya había completado la infraestructura de back-end de DCEP. Aunque, China todavía está en pruebas piloto como parte del proceso de investigación y desarrollo. Finalmente se ha dado a conocer que otras ciudades chinas, empresas extranjeras y lugares para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 organizados por China, participarán en las pruebas de DCEP. Esto deja en claro que China ya tiene en funcionamiento todo lo necesario para dar inicio a su proyecto.

Objetivos del DCEP

Con DCEP, China busca crear la primera moneda digital soportada por una de las grandes economías del mundo. El objetivo es vincular 1:1 su actual masa fiat que actualmente usa el el Renminbi (RMB), por una moneda digital que cualquier ciudadano puede usar para pagar productos y servicios en la nación. Al mismo tiempo, con DCEP se busca aumentar su circulación y convertir a esta moneda en una moneda de mayor alcance internacional. Una estrategia que busca convertir a la moneda China en la contrincante directa del dólar.

Aunque decirlo suena más sencillo que hacerlo una realidad. Uno de los grandes problemas de China en su plan es el enorme control que ejerce el Estado sobre su economía, la constante devaluación de la moneda, la poca transparencia y la falta de garantías de inversión en la nación, cuyos entes reguladores buscan siempre tener una participación importante en las empresas que se establecen dentro del territorio. De hecho, la situación comienza a desdibujarse rápidamente en momentos en los que China comienza a ejercer mayor presión sobre polos económicos como Hong Kong, y se comienzan a tensar las relaciones con Taiwán y Japón.

Junto a esto, tenemos que China no ha sido particularmente abierta con empresas del criptomundo. Por un lado, hace poco hablar de Bitcoin o nombrarlo era un riesgo que pocos se atrevían a tomar, y en la actualidad, pese a que el riesgo es menor, pocos son los que se atreven a hablar libremente sobre Bitcoin y criptomonedas, o de cómo la moneda digital de China y las CBDC, son una contradicción absoluta a la filosofía con la que nace blockchain.

Sin embargo, el panorama mundial actual apunta a que las stablecoins y las CBDC seguirán creciendo y tomando importantes espacios económicos en todo el mundo. Y en ese sentido, China no quiere quedar lejos del juego geopolítico, geoeconómico, geocomercial y de influencias globales. En ese sentido, la apuesta de China con DCEP se mantiene clara: “el DCEP es una CBDC y debemos hacer que nuestra nación y el mundo la adopten”. Sobre todo cuando se sabe que solo 1,6 % de las reservas internacionales globales están resguardadas en yuanes, dejando a China lejos en el comercio internacional de monedas.

De lograr estos objetivos, el DCEP ocupará un lugar importante dentro del status quo de las monedas internacionales, lo que, sin duda, contribuirá al comercio chino. Una arriesgada apuesta económica y tecnológica que podría empezar a rendir sus frutos para 2022. Sobre todo teniendo en cuenta el enorme conjunto de usuarios que DCEP podría tener, el cual es estimado en más de 1,6 billones de usuarios. Y la razón es que sistemas como Apple Pay China, AliPay, WeChat, y otros sistemas de pagos digitales estarán estrechamente ligados a esta moneda digital.

Tecnología detrás del DCEP ¿Cómo funciona la moneda digital China?

La creación del DCEP está estrechamente ligada a la tecnología blockchain, de hecho, su funcionamiento como tal es posible gracias a esta tecnología. De los datos que se conocen, el Banco Central del Pueblo Chino (PboC) tiene bajo su control los nodos principales de la red, mientras que una serie de bancos aliados y empresas privadas podrán operar nodos complementarios para apoyar el poder de la red.

Información sobre protocolo de consenso, algoritmo de minería, generación de bloques, y criptografía utilizada son aún un secreto de estado. Nadie tiene conocimiento de estos detalles y dudosamente se conozcan en un futuro cercano conociendo lo celosa que es China con respecto a sus tecnologías nacionales.

Lo que sí sabemos y han hecho público es que DCEP será una moneda digital centralizada cuyo control estará en manos del PboC. Además, la moneda tendrá un sistema de distribución dividido en dos etapas. Algo similar a todas las CBDC.

Este sistema está pensado para que el PboC pueda mantener el control, pero al mismo tiempo, grandes compañías nacionales y bancos puedan tener un importante papel en su funcionamiento. Un cierto nivel de distribución de tareas y poder, que busca que el sistema se mantenga en funcionamiento sin problemas, especialmente en términos de escalabilidad, puesto que el sistema planea atender en forma continua al menos 1,6 billones de usuarios a nivel global.

Entre las empresas y bancos que están detrás de este funcionamiento están gigante como AliPay, WeChat, Union Pay, Huawei, Tencent, Ant Financial, Bank of China, Banco Agrícola de China, Banco de Construcción de China, el Banco Industrial y Comercial de China y otros que seguramente se irán uniendo a este gigante.

Otro punto importante sobre la tecnología y funcionamiento de DCEP viene dado por su nivel de privacidad y anonimato, dos características que el dinero en efectivo tienen en la actualidad. Pues bien en este sentido, el PboC ha aclarado que DCEP tendrá una privacidad y anonimato controlados, dejando en claro que las autoridades podrán conocer todo sobre los movimiento económicos de los individuos si así lo desean, pero que el público no tendrá acceso a estas funciones.

Adicional a esto, el PboC puede tener acceso en vivo de todas y cada una de las wallets DCEP que se hayan creado, estén estas en China o en cualquier parte del mundo. En pocas palabras, como en el resto de CBDC jamás serás dueño de tu dinero y podrán quitarte tu dinero si así una entidad central lo cree conveniente.

Legalidad en China y el resto del Mundo

En este punto ya habrás visto que DCEP puede que sea una moneda digital impulsada por blockchain. Sin embargo, sus principios distan años luz del espíritu de monedas como Bitcoin. A eso le puede añadir que el uso de DCEP tanto en China como en el resto del mundo está atada a la ley China. Esto significa que la ley china tendrá precedencia sobre cualquier otra ley local o internacional para los casos de control y acceso a tu historial financiero y control de monederos.

Para verlo de una forma más sencilla, tomemos las palabras de Huang Qifan, presidente del Centro de Intercambio Económico Internacional de China, quien dijo que han estado trabajando en DCEP durante cinco a seis años y confía plenamente en que se pueda introducir como el sistema financiero del país. Adicionalmente, Qifan comentó lo siguiente en el Foro China Finance:

DCEP puede lograr la recopilación en tiempo real de datos relacionados con la creación y uso de la moneda, proporcionando información útil para la provisión de dinero y la aplicación de políticas monetarias.

En pocas palabras, leyes europeas como la GPDR u otras leyes que protegen el secreto bancario, la privacidad económica y financiera simplemente no existen para el DCEP. En China, esto tendrá un marco legal bien elaborado que servirá para controlar esta enorme máquina de inteligencia económica y financiera global. Pero en el resto del mundo, ésta seguramente no será permitida por el claro peligro que representa.

China y la necesidad de una moneda digital para su nación

La necesidad de China con respecto al lanzamiento del DCEP se dibuja en su necesidad de afianzar su presencia económica e influencia global. El convertir a DCEP en una moneda global con alta liquidez busca impulsar su uso como moneda de reserva. Además, de proyectar a sus empresas como gigantes financieros para prestación de servicios a nivel global. Todas estas acciones buscan destronar al dólar como la moneda de referencia global. E incluso, ponen en riesgo al euro como la moneda común de Europa.

¿La razón? DCEP podría ofrecer mejores mecanismos para pagos transfronterizos con un costo menor. Además proveer mayor “seguridad “y sobre todo mayor velocidad, características que superan al actual sistema de pagos internacionales. De allí que sistemas como SWIFT y SEPA busquen activamente desarrollar sistemas de pagos más económicos y rápidos que sus opciones actuales. De hecho, este es un trabajo que ya está comenzando a brindar sus propios resultados.

Sin embargo, China tiene un duro contrincante, ya que SWIFT es el mecanismo más utilizado de transferencia bancaria mundial. La red de SWIFT que comenzó su funcionamiento en 1973, permite a las instituciones financieras de todo el mundo enviar y recibir transacciones financieras en forma segura, estandarizada y confiable, aunque no tan rápida como exige el tiempo actual.

Y si bien China cuenta con el CIPS (Sistema de Pagos Internacionales de China) para bancos, la creación del DCEP hará a un lado este sistema por uno más rápido, fácilmente adaptable y de alcance global. Sencillamente, DCEP es una mejor opción de desarrollo y de allí que China apueste todo por este desarrollo en la actualidad. Más aún, en medio de un enfrentamiento frontal entre China y Estados Unidos que se ha traducido en varios eventos de guerra comercial en los últimos años.

Ante estos eventos es evidente la necesidad de China de una moneda digital como DCEP. No solo se trata de una moneda para su nación, sino de un vehículo de dominación económica. Uno que necesita con urgencia para poder seguir con sus planes de erigirse como primera superpotencia mundial destronando a los Estados Unidos. De allí, que muchos medios, especialmente medios chinos, vean al DCEP como la “tercera ola” dirigida a los Estados Unidos.