¿Qué diferencias tiene la gestión activa sobre la inversión pasiva en criptomonedas?

¿Qué es el “hodling”? Se trata de una forma de invertir que consiste en comprar y mantener las monedas digitales sin importar lo que pase en el mercado. En pocas palabras, comprar y esperar sin quejarse ni chistar. El término se originó por un error ortográfico de un usuario que quiso decir “holding” (mantener) y acabó escribiendo “hodling (hodlear). Desde entonces, se ha convertido en un mantra para muchos inversores cripto que creen que así se harán ricos. Se podría decir que se trata de un culto a la pasividad. Compra, espera, no hagas nada. Y, tarde o temprano, serás un magnate de los cripto.

La estrategia no es nada nueva ni original. De hecho, es una estrategia de inversión muy antigua y conocida, que empezó con John Bogle y su fondo indexado Vanguard. O sea, John Bogle la popularizó. En este sentido, se dice que comenzó con él. Bogle defendía que lo mejor era invertir en un fondo que replicara el comportamiento del mercado y no hacer nada más. Así se ahorraban comisiones, impuestos y dolores de cabeza.

En el mundo de las criptomonedas, la gestión pasiva se suele glorificar. Al parecer, para ellos este negocio es como el Hotel California. Se puede entrar, pero no se puede salir. Sé por experiencia que decir que uno va a vender porque el precio ya llegó a un máximo se puede interpretar como una especie de traición a la causa. O sea, aquí, al parecer, todos debemos ser inversores idiosincráticos… o sea, el dinero no nos debe importar mucho. Lo importante es promover la insurrección monetaria para establecer la utopía libertaria… Entonces, la gestión activa se ve con desdén por verse como especulación pura. En lo personal, no comparto ese sentir. En mi opinión, no hay nada malo en invertir por dinero. ¿Cuál es el problema con especular?

¿Es el hodling la mejor forma de invertir en criptomonedas? Eso depende de cada uno. Hay quien prefiere (yo) una gestión más activa, buscando oportunidades, diversificando y aprovechando los movimientos del mercado. Hay quien piensa que el hodling es una forma de pereza, ignorancia o fanatismo. Y hay quien cree que el hodling es una forma de fe, paciencia o sabiduría. Probablemente, la realidad sea una mezcla de todo. Y mucho va a depender del inversor.

¿Te gustan las criptomonedas? ¿Eres de los que compran y guardan sus monedas digitales esperando que algún día se disparen de valor? Francamente, en lo particular, creo que el hodling en realidad no tiene nada que ver con la gestión pasiva que propugnaba Bogle.

Bogle era un defensor de invertir en un fondo que replicara el comportamiento del mercado, como el S&P 500, y no hacer nada más. Así se ahorraban comisiones, impuestos y dolores de cabeza. Su filosofía era simple: el mercado es eficiente y nadie puede batirlo a largo plazo. Por eso, lo mejor era diversificar y minimizar los costes.

Pero en el mundo de las criptomonedas, las cosas no son tan simples. El mercado es muy volátil, inmaduro e impredecible. No hay un índice claro que represente el comportamiento del mercado. Y lo más importante: no hay garantía de que todas las monedas digitales vayan a subir de valor con el tiempo. De hecho, la mayoría de ellas pueden desaparecer o perder relevancia.

A nivel idiosincrático, el hodling se basa en un falso sentido de certeza creado por los que creen con una fe dogmática en la inevitabilidad de su utopía monetaria. Esa actitud de -“el futuro es nuestro”- sí o sí se parece mucho a la supuesta “inevitabilidad” histórica de los comunistas justificada en la dialéctica marxista. John Bogle indudablemente confiaba en el crecimiento continuo y futuro de los Estados Unidos como un todo. En este sentido, era un optimista empedernido. 

Pero, ¿podemos tener la certeza de que el futuro de las criptomonedas ya está escrito y garantizado? Siempre que escucho personas hablando del futuro con tanta seguridad, me acuerdo de los dinosaurios. Una mañana, uno se puede levantar con muchos planes y muchas expectativas. Y de pronto, ¡bam!, llega el fin y no lo esperábamos. 

Por supuesto, el peligro de confiar demasiado en la efectividad del hodling es el riesgo de acabar siendo un bagholder. Es decir, aguantar y aguantar… hasta que al final nos quedemos con un saco roto en la mano. ¿Qué es un bagholder? Un bagholder es un inversor que mantiene más tiempo del debido una posición en un activo que ha perdido mucho valor, esperando que algún día se recupere. El problema de ser un bagholder es que se pierde la oportunidad de invertir en otros activos más rentables y se asume un riesgo innecesario. Además, se puede caer en el sesgo de confirmación, que consiste en buscar solo la información que apoya nuestra creencia de que el activo volverá a subir, ignorando las evidencias contrarias.

Para evitar ser un bagholder, ese pobre inversor que se queda con un saco de nada en lugar de un tesoro, hay que seguir algunos consejos básicos. Primero, hay que ponerse un tope de pérdida para cada inversión y respetarlo. Si el precio baja más de lo que podemos soportar, hay que soltar el lastre y buscar otro barco.

Segundo, hay que diversificar el portafolio, no poner todos los huevos en la misma canasta. Así, si una se rompe, tendremos otras para hacer una tortilla. Tercero, hay que informarse bien, no dejarnos engañar por las modas o las promesas vacías. Cuarto, hay que controlar las emociones, no aferrarnos a una inversión por miedo, codicia u orgullo. Hay que ser racionales y objetivos, no sentimentales. Y quinto, hay que revisar el portafolio de vez en cuando, ver cómo van nuestras inversiones y adaptarnos al mercado. No se trata de estar todo el día pegados a la pantalla, pero tampoco de olvidarnos de nuestro dinero.

Para concluir el artículo, te invito a reflexionar sobre las diferencias entre la gestión activa y la gestión pasiva. No te dejes seducir demasiado por toda la propaganda que recibe el hodling, esa estrategia de comprar y olvidar que parece tan fácil y rentable. Piensa con más criterio y analiza los pros y los contras de cada opción. No hay una estrategia perfecta, todo depende de tu perfil, tus objetivos y tu tolerancia al riesgo. La gestión activa te puede dar más beneficios, pero también más dolores de cabeza. La gestión pasiva te puede dar más tranquilidad, pero también más oportunidades perdidas. He aquí unas palabras para la reflexión. O sea, con este artículo, les dejo unas perlas de sabiduría para la mente. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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