¿Por qué el aumento de las tasas de interés afecta a los bancos pequeños y medianos?

Al parecer, la crisis se ha limitado a los bancos pequeños y medianos. ¿Por qué? ¿Acaso el tamaño importa? Muchos de sus clientes se han llevado su dinero a otros bancos más grandes o más seguros. La Reserva Federal de los Estados Unidos ha subido los costos del crédito como un mal necesario para controlar la inflación que se ha disparado. Esto ha dificultado que los bancos medianos puedan prestar y ganar dinero. Algunos de estos bancos están muy expuestos a sectores como el tecnológico o el de las criptomonedas, lo que los ha hecho más vulnerables.

Este problema surge por una combinación de factores. Por un lado, se trata de la fuga de los depositantes debido a la desaceleración económica. Por otro lado, se debe al mal manejo y la toma excesiva de riesgos por parte de algunos bancos pequeños y medianos. Los grandes bancos, al estar mejor regulados, mejor diversificados y más capitalizados, no presentan el mismo problema. De hecho, han salido beneficiados de la coyuntura.

Ahora bien, en efecto, las subidas de los tipos de interés han provocado una ola de quiebras bancarias en EE.UU. y Europa. Muchos clientes han retirado sus ahorros de los bancos que consideraban poco fiables o demasiado arriesgados. Uno de los casos más impactantes ha sido el de Credit Suisse, uno de los bancos más grandes del mundo, que ha tenido que fusionarse con UBS para evitar la bancarrota. El gobierno suizo ha apoyado esta operación para salvar al sistema financiero del país.

Otros bancos que han desaparecido o sido rescatados son el Silicon Valley Bank, el Signature Bank y el Silvergate Capital Corp. en EE.UU., y el First Republic Bank, que ha recibido ayuda de 11 bancos de Wall Street.

La situación de los bancos que han quebrado ha causado mucha preocupación en los mercados financieros y ha hecho pensar que otros bancos podrían seguir el mismo camino. Por eso, los bancos centrales han tomado medidas urgentes y fuertes para evitar que la crisis se haga más grande. Con estas medidas, los bancos centrales quieren restaurar la confianza. Además, han asegurado a los clientes bancarios que sus ahorros están seguros y que podrán sacar su dinero cuando quieran.

¿Qué aprendimos de la crisis financiera del 2008? Muchos de nosotros recordamos ese año como uno de los más difíciles para la economía mundial. Varios bancos gigantes quebraron, los mercados se desplomaron y los gobiernos tuvieron que intervenir para evitar el colapso. ¿Hay alguna lección que podamos aplicar a la situación actual?

Para responder esta pregunta, tenemos que entender las causas y las consecuencias de la crisis del 2008. Una de las principales fue el exceso de riesgo que asumieron los bancos, estimulados por los políticos y el público, al prestar dinero a personas que no podían pagar sus hipotecas. Estas hipotecas se vendían como activos financieros a otros bancos, creando una burbuja que estalló cuando los precios de las viviendas cayeron. Esto provocó una cadena de impagos y pérdidas que afectó a todo el sistema financiero.

La crisis se extendió por varios años y provocó una recesión mundial. Luego, los bancos centrales tuvieron que bajar las tasas de interés a niveles mínimos e inyectar dinero en la economía para estimular el crédito y el consumo. Los gobiernos tuvieron que rescatar a los bancos con dinero público y endurecer las normas de supervisión y solvencia bancaria.

¿Qué similitudes y diferencias hay con la situación actual? Vemos que algunos bancos importantes han sufrido pérdidas millonarias por operaciones especulativas. En esta oportunidad, sin embargo, los bancos regionales sufren más la crisis que los grandes bancos, que ganan más dinero. 

Claro que la respuesta de los bancos centrales y los gobiernos esta vez ha sido diferente. Los bancos centrales han vuelto a inyectar dinero en la economía, pero esta vez con más intensidad y rapidez. Los gobiernos han lanzado planes de estímulo para apoyar a los sectores más afectados por la crisis y proteger a los trabajadores y los desempleados. Además, han adoptado medidas para facilitar la reestructuración o el aplazamiento de las deudas.

¿Qué podemos esperar para el futuro? Es difícil predecir cómo evolucionará la situación económica y financiera en los próximos meses y años. Dependerá en gran medida de la recuperación de la confianza y el consumo. También dependerá de cómo se gestionen los riesgos asociados al alto endeudamiento público y privado, a la inflación y a la estabilidad financiera.

En 2023, varios bancos medianos y regionales han quebrado por su exposición a sectores o mercados de riesgo. Estos bancos no han recibido tanta ayuda pública y han sido liquidados o absorbidos por otros más grandes y sólidos. La crisis bancaria se ha dado en medio de una unos condiciones macroeconómicas muy complejas y, obviamente, se espera que tenga un impacto limitado y temporal.

¿Qué consecuencias podría tener esta crisis para la economía y los clientes? La crisis bancaria reduce el crédito disponible, lo que frena el consumo y la inversión. También genera incertidumbre y desconfianza, lo que afecta al crecimiento económico. Algunos clientes bancarios pueden perder su dinero si su banco quiebra o cambia de dueño debido a los depósitos no asegurados. También pueden tener problemas para acceder a servicios financieros o para cambiar de banco en el peor de los casos.

La crisis bancaria actual nos muestra una realidad inquietante: los bancos más grandes y poderosos se han fortalecido a costa de los más pequeños y regionales. Estos últimos han sufrido las consecuencias de sus malas decisiones. Los primeros han ganado más clientes, dinero y mercado. No es un derrumbe del sistema bancario. Es una derrota de lo pequeño ante lo grande.

Creo que esta tendencia no es buena ni para la economía ni para la sociedad. Los bancos grandes pueden ser más riesgosos y difíciles de controlar. Los bancos pequeños pueden ser más cercanos y atentos a sus clientes y comunidades. Ambos son importantes. Ambos son necesarios.

Por eso, creo que la regulación bancaria debe cambiar profundamente. Es evidente que se han equivocado.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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