Pesentaron un anteproyecto para regular el mercado cripto en Argentina

En el ámbito de LABITCONF 2023, la ONG Bitcoin Argentina, presentó un anteproyecto de ley que propone regular el mercado de la criptoeconomía, y que -según quienes están detrás de esta iniciativa-, también pretende preservar la descentralización y la protección del ahorro y la confianza del público

El abogado Ricardo Mihura, presidente de la ONG Bitcoin Argentina, fue quien presentó en la primera jornada del main stage de LABITCONF 2023, el anteproyecto de ley que se elaboró en el seno de la asociación civil que agrupa a bitcoiners, para dar un marco legal a la operación con bitcoin y criptoactivos.

“Siempre hemos rechazado los intentos de regulación de la criptoeconomía, pero esta vez nos pusimos como meta dar una respuesta positiva, con sólo dos propósitos: preservar la descentralización y proteger el ahorro y la confianza del público. Porque no podemos cerrar los ojos ante la cantidad de actores y proyectos deshonestos que circulan con la marca blockchain”, comenzó Mihura con su presentación.

Ricardo Mihura, exponiendo en el panel de regulación cripto durante LABITCONF 2023 (Foto cortesía Labitconf)

En el escenario se realizó un panel con referentes de la industria, como Diego Gutiérrez Zaldívar (IOV Labs), Juan Pablo Fridenberg (Lemon), María Sol Mas (Matba Rofex) y el economista Prof. Manuel Calderón (UTDT), quienes fueron invitados por los organizadores para debatir sobre la propuesta.

Luego de señalar que los motores filosóficos de la propuesta son la mínima intervención en la libertad, el realismo pragmático y la tutela judicial a instancia de parte en lugar de la policía preventiva de oficio, Mihura explicó los lineamientos principales del proyecto:

“El primer artículo declara que protege la propiedad y derechos sobre bitcoin, todos los criptoactivos, y contempla tres categorías de plataformas de prestación de servicios y de criptoactivos: descentralizados, centralizados locales o dispuestos a dialogar con las autoridades, y centralizados globales”, comentó.

Por otra parte, se explicó que Bitcoin y las categorías “descentralizadas” quedan fuera de la competencia regulatoria de la autoridad de aplicación. Se las considera moneda sin curso legal y se reconoce el derecho de operar con ellas en libertad y desarrollarlas. Así, la responsabilidad de operar con criptoactivos y plataformas descentralizados sería exclusivamente de sus usuarios. “Y esto no es porque la descentralización sea una palabra mágica, sino porque la descentralización elimina el riesgo moral, porque permite a las partes interactuar en forma directa y con la seguridad objetiva que brinda el código”, agregó Mihura.

Las categorías centralizadas locales, o “con licencia” se las prevé enmarcar en reglas normales de requisitos de calificación y de supervisión administrativa, y se las incentiva o “premia” con: 

(i) el acceso al sistema bancario y de pagos para sí y para sus clientes

(ii) la aplicación de normas generales sobre responsabilidad civil no objetiva

(iii) la independencia patrimonial de las reservas.

“Me parece bien que se permita a los exchanges mantener la independencia de sus reservas, y tenerlas en forma autónoma y no en plataformas de depósito colectivo. Ello es congruente con las características de la blockchain”, opinó Sol Mas durante el debate.

Juan Pablo Fridenberg señaló que los incentivos parecen muy influenciados por el contexto actual que está distorsionado por resoluciones regulatorias del último año, en referencia a las prohibiciones que lanzó el Banco Central a los bancos y a los PSP para operar criptoactivos para sus clientes.

Al respecto de la categoría de criptoactivos y servicios centralizados globales o “sin licencia”, se les permitiría operar libremente pero se los desincentivaría al hacer responsables solidarios por sus riesgos a todos los que los operen o promuevan, y a sus administradores. 

Además, afirmaron que se les otorgaría a los usuarios “a protección judicial más amplia posible, garantizando el derecho a reclamar por daños derivados de incumplimientos y de hacerlo ante la jurisdicción local de su domicilio”.

Panel en LABITCONF 2023. (Foto cortesía Labitconf)

Mihura se manifestó contrario a establecer prohibiciones para actuar: “Ni siquiera Estados Unidos puede prohibir en forma efectiva la operación de la criptoeconomía no licenciada. Apenas logra multar a algunos, espantar a otros y mover el resto a la informalidad. Argentina no tiene ninguna posibilidad de prohibir a sus residentes operar en entornos globales. Creemos que no tiene sentido proponer una prohibición de arriba hacia abajo y optamos por proponer lo mejor que puede ofrecer el derecho a sus ciudadanos: el derecho a reclamar ante un juez, a los responsables de provocarles un daño concreto y real. Y ello incluye a los responsables directos y a todos los que lucran en la cadena de comercialización de un fraude, hasta el damnificado final.”

La decisión final sobre si un determinado criptoactivo o plataforma es o no realmente descentralizado (si no lo es, regirían las responsabilidades solidarias para quienes las operan y promueven, salvo que opere con licencia), la tendría el juez en el caso concreto, en oportunidad de resolver un reclamo de un usuario damnificado contra alguna persona demandada como responsable solidario.

Así, el eje del proyecto quedó marcado en la distinción entre la descentralización y la centralización. Y en quienes se enmarquen voluntariamente en un estándar regulado, y quienes opten por operar fuera de ese marco.

“En la centralización es donde está el riesgo”, coincidió durante el debate Juan Pablo Fridenberg.

A ello añadió Gutierrez Zaldívar: “La descentralización no es booleana. Bitcoin está en uno de los extremos. Cada plataforma tiene un ciclo de vida, y todo proyecto comienza centralizado. Incluso Bitcoin nació centralizado. Los incentivos y el desarrollo económico los va descentralizando a medida que se suman actores”.

Con relación a esto último, hay un subgrupo de criptoactivos de emisión centralizada que se contempla especialmente y es el que conforman los nuevos proyectos que van hacia la descentralización. Respecto de estos se prevé un régimen de licencia simplificado, con foco sólo en la transparencia y no en requisitos patrimoniales o de gestión. De esta forma los nuevos proyectos podrían transitar hacia la descentralización sin asumir riesgos regulatorios excesivos.

El economista Manuel Calderón señaló que la confianza se puede ganar mediante el prestigio y el buen cumplimiento, mediante la autorregulación o la regulación externa. “En la propuesta coexisten los actores que construyen su propio crédito con quienes lo adquieren por adecuarse a un marco regulado, y pueden competir perfectamente”, aclaró.

El presidente de la ONG Bitcoin Argentina agradeció el debate generado en torno al anteproyecto presentado, y anunció que comenzaba así un proceso de debate público para desarrollar un proyecto posible de marco legal para la criptoeconomía.

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