Para los eternos indecisos: ¿Llegó la hora de invertir en Bitcoin?

El amigo que tiene años diciendo que quiere invertir en Bitcoin, pero nunca da el paso final. Se emociona cuando el precio sube y siempre termina lamentando que no invirtió cuando dijo que invertiría. La historia se repite varias veces al año, pero, más allá de varias conversaciones con amigos de confianza, nada pasa. El eterno indeciso es prácticamente un arquetipo de la comunidad cripto. Siempre un espectador, nunca un participante. Este artículo pretende analizar ese fenómeno. 

No es casual que los eternos indecisos se activen durante la temporada alcista y se desanimen durante la temporada bajista. Es decir, se contagian con la codicia durante las alzas. Se contagian con el miedo durante las bajas. Cuando Bitcoin sube, lamentan la oportunidad perdida. Pero no compran, porque sienten que ya es tarde. Cuando Bitcoin baja, el desánimo es tal que pierden el interés. Así funciona el ciclo del eterno indeciso. Este inversor en potencia nunca se decide. Se ahoga entre un optimismo ingenuo y un escepticismo irracional.  Escucha las predicciones con gran ilusión, pero siente un frio en el cuello al pensar que debe sacar sus ahorros. ¿Qué está pasando en realidad? 

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Bueno, el sueño de riquezas es muy común. Por otro lado, nadie quiere perder sus ahorros. Por último, le tenemos miedo a lo desconocido. El aparente caos de Bitcoin abruma a más de uno, porque todo parece un gran casino. ¿Vale la pena arriésgalo todo en un casino? Bitcoin promete, pero no asegura. Muchos han ganado. Pero muchos han perdido. Hay personas que no conocen la tecnología. No conocen de inversiones. Y, en términos generales, han trabajado mucho por lo que tienen y no pueden darse el lujo de perderlo todo en algo que en realidad no manejan muy bien. La tentación existe, pero el miedo es superior. 

Ahora bien, siempre lo digo, si una inversión se va a convertir en un eterno dolor de cabeza, es mejor no hacerla. La tranquilidad vale oro. No invirtieras en Bitcoin, si el costo será un infarto. No vale la pena. El inversor debe tener la cabeza fría y un temple de acero. Claro que esos atributos no se adquieren de la noche a la mañana. Se requiere conocimiento y experiencia. ¿Cuál es el principal enemigo del inversor? Las falsas expectativas. 

Veamos. Primero, es importante entender muy bien el concepto del “capital”. No todo el mundo tiene “capital” para invertir. Lo que implica que Bitcoin no es para todo el mundo. Capital no es dinero. Mejor dicho, no todo el dinero es capital. Capital es un dinero disponible para la inversión. No es el dinero del fondo de emergencia. No es el dinero para pagar la renta. No es el dinero de las compras o los servicios. Es un dinero que tenemos, pero que, si desaparece, nada pasa. Es decir, nuestra vida sigue igual. La angustia asociada con invertir en Bitcoin proviene de que en muchos casos queremos usar un dinero que en el fondo no es capital. Es decir, no podemos darnos el lujo de perderlo. 

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El otro concepto de suma importancia es el concepto de riesgo. Nadie quiere perder su capital. Por mucho que no cambie nuestro estilo de vida, nadie quiere perder su capital. Lo ideal, entonces, es invertir en activos seguros. El gran problema con eso es que los activos más seguros tienden a ofrecer muy pocos rendimientos. Todos queremos un extraordinario rendimiento. El problema con eso es que los activos que prometen altos rendimientos tienden a ser los más riesgosos. La solución ante este dilema es la construcción de un portafolio de inversiones diversificado y balanceado que se ajuste a nuestras necesidades personales. 

En fin, una vez que definimos nuestro capital disponible, es hora de definir el tipo de activos y sus respectivos porcentajes. Un inversor conservador escoge activos más seguros. Un inversor de crecimiento escoge activos más riesgosos. El novato debería comenzar como inversor conservador. Esto implica que Bitcoin no puede tomarse todo el capital. ¿Qué porcentaje? La recomendación por defecto es normalmente del 1% al 5% del capital total. Claro que eso es decisión de cada quien. Aquí pongamos 5% como ejemplo para efectos de este análisis. 

Un detalle de gran importancia. ¿Cuándo invertir? En términos generales, se compra en temporada bajista y se vende en temporada alcista. Eso es lo contrario del común. A la gente por alguna razón le encanta comprar Bitcoin caro y venderlo barato. ¿Cuándo es barato? Un punto de orientación es el indicador de sentimiento. Me refiero a los niveles de miedo. En otras palabras, hay que comprarles a los miedosos. Cuando hay sangre en las calles, en ese momento, se compra. Si baja más, se compra más. Luego se espera. Un año, dos años, 5 años, etc… Pero nunca se vende por debajo del precio de compra. Así de sencillo. 

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Una solución muy sensata para el nuevo inversor es comprar el mismo monto en dólares en intervalos fijos. Digamos un monto X todos los viernes o todos los 15 de cada mes. Esta es la estrategia del Dollar-cost averaging (investigar más). Aquí lo que realmente se está haciendo es comprar el promedio. De este modo, Bitcoin se vuelve menos riesgoso. Otra ventaja de este método es que uno no se preocupa por encontrar el fondo (algo muy difícil de hacer). Lo otro es que no hay que tomar grandes decisiones en un solo momento. Se trata de compras pequeñas a lo largo del tiempo. 

El eterno indeciso se está tomando todo esto con demasiada seriedad. Parece que se estuviera debatiendo entre la vida y la muerte. Lo primero es tomarse las cosas con calma. ¿Tienes capital? Y si la respuesta es no, olvídalo. Pasemos la página. Por otro lado, si la respuesta es sí, ¿cuánto? Bueno, ¿qué porcentaje de eso es para Bitcoin? Recuerda que no verás ese dinero por mucho tiempo. Una vez escogido ese porcentaje, compra en un periodo de miedo extremo o utilizando el dollar-cost averaging. No importa si el monto es $10 o $1. Estamos hablando de un camino a largo plazo. Un largo proceso de inversión y reinversión que debería durar toda una vida. Si no se hace nada, no pasa nada. Pero ese es precisamente el problema. No pasará nada. Se puede comenzar abriendo una cartera y comprando $1 en BTC para romper el hielo. En ese preciso momento, te sentirás un criptoinversor. 

Este artículo no contiene consejos ni recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.

Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.