Los tokens RWA inmobiliarios podrían unir los mundos físico y digital y abrir nuevas posibilidades comerciales, dice un analista

Al analizar el impacto que la tokenización de activos físicos puede traer a las personas, los analistas consultados por Cointelegraph señalaron que los tokens RWA (Real World Assets) de bienes raíces pueden unir los mundos físico y digital y abrir nuevas posibilidades comerciales para emprendedores de todo el mundo. El proceso de tokenización de activos físicos, denominados RWA, ya se inició en el ecosistema DeFi con los bonos del Tesoro estadounidense y, señalan los expertos, estos tokens se expandirán a otros sectores.

En el tradicionalmente burocrático y conservador mercado inmobiliario, se está produciendo una transformación importante con la adopción de la tokenización de activos. Esta tendencia, que busca aumentar la liquidez y la accesibilidad en el sector, está cobrando impulso. Según fuentes de especialistas en Derecho Digital, como Guilherme Guidi, la tokenización consiste en la conversión de activos reales o virtuales en activos digitales registrados en una cadena de bloques (blockchain), simplificando las transacciones y seguimiento en una red empresarial. 

Siguiendo esta línea, según Guidi, en la práctica, esto implica emitir tokens que representan un bien determinado, vinculando lo emitido a un activo dentro de una red virtual.

En el caso de los activos inmobiliarios, este proceso implica la fragmentación de los derechos sobre un activo en tokens, que representarán los derechos sobre la propiedad respectiva. Es el resultado de la integración de tecnologías como DLT, blockchain, contratos inteligentes y propiedad fraccional. Similar al proceso de inversión en un fondo de inversión inmobiliaria (FII), la tokenización inmobiliaria divide un activo en fracciones manejables“, afirma el especialista.

Sin embargo, en lugar de usar cuotas, la tokenización utiliza contratos inteligentes. Cualquier persona que compre o posea un token es propietaria, según este contrato, de una fracción del activo. En la práctica, esto significa que tendrá derechos tanto sobre el activo como sobre las pérdidas y ganancias asociadas. Si las ganancias y pérdidas se registran en la propia cadena de bloques, incluso es posible automatizar el pago. Por lo tanto, un inversor que posea un token de este tipo podría recibir automáticamente en su billetera de criptomonedas el pago al final del período de liquidación, sin necesidad de tomar ninguna acción para recibirlo. El propósito de esta tecnología es reducir la necesidad de confianza entre las partes involucradas, dejando que los sistemas electrónicos y el software se encarguen de ello.

Tanto en la tokenización como en los FII, las fracciones están representadas: en el caso de la tokenización, por los tokens, y en el caso de los FII, por las cuotas.

Guilherme destaca que la principal diferencia radica en que la compra y venta de cuotas de FII ocurre en los mercados bursátiles o en el mercado organizado, ya sea en el mercado primario o secundario, sujeta a la intermediación de agentes y la regulación de la Comisión de Valores Mobiliarios, mientras que los tokens inmobiliarios se intercambian directamente entre inversores en un entorno en la nube, o a través de plataformas de intermediación (intercambios), y los registros se mantienen de manera segura mediante tecnología basada en blockchain o similares.

Con esta conversión, los costos de transacción tienden a ser más bajos, lo que reduce la burocracia y facilita el intercambio de información con mayor confiabilidad. Además, los datos pueden registrarse en tiempo real, lo que garantiza una mayor transparencia y trazabilidad de las operaciones, además del beneficio más evidente de que la tokenización puede aumentar la liquidez y mitigar algunos riesgos asociados con este tipo de inversión“, continúa.

A pesar de ser una tecnología innovadora, la tokenización de activos inmobiliarios todavía enfrenta desafíos para su implementación en Brasil, incluidos desafíos técnicos, regulatorios, fiscales y de registro. La dificultad técnica proviene del hecho de que el mercado inmobiliario brasileño aún parece no estar preparado para recibir este tipo de tecnología. Guilherme afirma que, para esto, primero se necesita adoptar un sistema de blockchain ampliamente aceptado, que permita el almacenamiento de datos de manera inmutable, eficiente y segura. A pesar de que existen iniciativas en este campo, todavía no hay una red única para negociar tokens relacionados con bienes inmuebles o al menos alguna forma de interconexión entre las redes individuales existentes.

Desde el punto de vista regulatorio, el principal obstáculo aún radica en el hecho de que la propiedad de un inmueble se define tradicionalmente por los registros mantenidos por los registros de la propiedad. 

Así, aunque es posible establecer derechos de participación en las ganancias de un activo inmobiliario en base a un contrato, según la legislación brasileña vigente, el poseedor de dicho token no es considerado propietario en realidad. Por lo tanto, los derechos del inversor relacionados con el token siguen estando vinculados exclusivamente a un contrato entre las partes, sin beneficiarse de las diversas protecciones adicionales relacionadas con el derecho real de propiedad sobre un bien inmueble“, destaca Guilherme.

Es importante recordar que la legislación y la regulación avanzan a diferentes velocidades que la tecnología. Por lo tanto, es crucial mantenerse al tanto de las novedades en el mercado tecnológico, pero siempre con precaución y evaluando sus efectos prácticos.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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