Los expertos responden: ¿Cómo afecta Elon Musk al criptoespacio?

La razón por la que Tesla suspendió su apoyo a la compra de vehículos utilizando BTC fue la preocupación de la compañía por el “rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de Bitcoin, especialmente el carbón.” Suena razonable para una empresa que desarrolla coches eléctricos, ¿verdad?

En primer lugar, la cuestión de si BTC es un desperdicio de energía no es nueva y ha sido debatida por los expertos de la industria desde hace tiempo. Mientras tanto, los principales medios de comunicación -The New York Times, Financial Times y Bloomberg, por nombrar algunos- se lanzaron a los titulares tras los comentarios de Musk, culpando a las criptomonedas del enorme uso de energía. Se refirieron al Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de la Universidad de Cambridge, donde la electricidad total utilizada en todo el mundo por los mineros de Bitcoin es actualmente de unos 113 teravatios-hora al año. Pero lo que no mencionaron -intencionadamente o no- es que el último estudio del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge afirmaba que el 39% de todo el consumo de energía utilizado en la minería de BTC procedía de fuentes renovables.

Más interesante aún, Galaxy Digital publicó un informe titulado “Sobre el consumo de energía de Bitcoin: Una aproximación cuantitativa a una cuestión subjetiva”, en el que la empresa estima que el consumo de energía del espacio financiero tradicional es de unos 260 teravatios-hora al año, más del doble que el de la industria del Bitcoin. Sin embargo, las estimaciones sólo proceden de los datos disponibles, por lo que sería justo decir que la cifra real es mucho mayor.

Otra nota importante es que, tras el brote de COVID-19 y el tremendo cambio global hacia la digitalización, debemos situar el problema del consumo de criptoenergía en el contexto más amplio del uso de Internet. Como señaló el director de medios de Greenpeace USA, Travis Nichols

“A medida que los servicios web crecen y se hacen más complejos, la demanda de potencia de cálculo seguirá aumentando en los próximos años, y eso requerirá mucha más energía”.

Asimismo, Mark Cuban, inversor multimillonario y propietario de los Dallas Mavericks, decidió no retirar su apoyo al pago con Bitcoin, discutiendo con Elon Musk:

“Sabemos que sustituir el oro como depósito de valor ayudará al medio ambiente. […] Reducir el uso de los grandes bancos y de las monedas beneficiará a la sociedad y al medio ambiente”.

Si volvemos a las acusaciones de Musk contra Bitcoin, sí que afectaron negativamente al sector. Por ejemplo, un proyecto de ley centrado en el medio ambiente en el estado de Nueva York establecería una moratoria de tres años en la minería de criptomonedas si se aprueba en el senado del estado. Pero todo tiene un lado positivo, como se suele decir. Lo bueno es que al llamar la atención sobre las huellas de carbono que deja la industria de las criptomonedas, el espacio puede avanzar más rápidamente hacia la sostenibilidad, como ocurrió con la pandemia mundial, que obligó a los gobiernos de todo el mundo a trabajar en la energía verde en medio del COVID-19.

Cointelegraph se puso en contacto con expertos de la industria de las criptomonedas y de blockchain para conocer su opinión sobre la siguiente cuestión: ¿Cómo afectan todos estos comentarios de Elon Musk a todo el espacio de las criptomonedas?