Las nuevas leyes contra el blanqueo de capitales de Estonia están preparadas para tomar medidas drásticas contra el sector de las criptomonedas

A partir de febrero, Estonia está preparada para introducir cambios radicales en su definición de proveedores de servicios de activos virtuales, o VASP, para incluir varios servicios relacionados con las criptomonedas, una medida que podría afectar la propiedad de Bitcoin (BTC) en el país, según el especialista europeo en cumplimiento, Sumsub.

El 21 de septiembre, el Ministerio de Finanzas de Estonia publicó un proyecto de ley para actualizar la Ley de Prevención del Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo (Ley AML) como parte del esfuerzo del gobierno para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.

Como informó Sumsub, la legislación se encuentra ahora en el proceso de revisión interinstitucional, con una implementación programada para febrero de 2022. Las empresas de criptomonedas reguladas tienen hasta el 18 de marzo de 2022 para cumplir con sus operaciones y trámites.

Según el CEO de New DeFi, Mikko Ohtamaa, la ley actualizada prohíbe efectivamente las billeteras de software sin custodia, así como los productos financieros descentralizados, en el país. Esto se debe a que las disposiciones del proyecto de ley apuntan a los VASP, que incluyen intercambios de cifrado y billeteras, en Estonia. Cuando la factura esté lista, VASP se extenderá para cubrir plataformas descentralizadas, ofertas iniciales de monedas y otros servicios. La infracción de las disposiciones puede resultar en una multa de hasta USD 452,000 o 400,000 euros.

Según la interpretación de Ohtamaa, la nueva ley tiene el siguiente efecto: “Solo se le permite mantener su Bitcoin en un Proveedor de Servicios de Activos Virtuales (VASP) de custodia. VASP puede congelar su cuenta. Por lo tanto, ya no es efectivamente su Bitcoin”.

Estonia fue uno de los primeros países de la Unión Europea en conceder licencias a las empresas de criptodivisas, pero ha tenido que tomar medidas drásticas después de que se descubriera dinero negro por valor de cientos de miles de millones de dólares en el Danske Bank, lo que ha situado a Estonia en el centro de la mayor catástrofe de blanqueo de dinero de Europa.

Como informó Cointelegraph, Matis Mäeker, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Estonia, instó al gobierno en octubre a “poner las reglas a cero y empezar a conceder licencias de nuevo”. Afirmó que el público en general no es consciente de los riesgos inherentes a la criptodivisa, especialmente en torno a su supuesto papel en el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, así como de la vulnerabilidad del sector ante los ciberdelincuentes.

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