Las fintech en América Latina: regulación, innovación y oportunidades

¿Qué es fintech? La industria fintech es el conjunto de empresas que ofrecen servicios financieros utilizando la tecnología como herramienta principal. Fintech es la abreviatura de finanzas y tecnología, y se refiere a la forma en que estas empresas te ofrecen servicios financieros más rápidos, baratos y accesibles. En este momento, las fintech son como los superhéroes del sector financiero: tienen poderes especiales que les permiten llegar a más personas, especialmente en Latinoamérica, donde muchos no tienen acceso a un banco o a una tarjeta de crédito. Gracias a internet y a los dispositivos móviles, las fintech pueden ofrecer soluciones innovadoras y personalizadas a las necesidades de cada cliente. ¿Cómo va fintech en Latinoamérica?

Ahora bien, para los latinoamericanos, es muy importante reconocer la existencia hay dos tipos de progreso: el horizontal y el vertical. Hay dos formas de avanzar. La primera se llama progreso horizontal y consiste en repetir y ampliar lo que ya existe. La segunda se llama progreso vertical y consiste en inventar y transformar lo que existe.

El progreso horizontal está impulsado por la globalización, que es el proceso de integración económica y cultural entre países y regiones. La globalización permite que las ideas y los productos se difundan a más personas, pero, seamos francos, no genera innovación ni diversidad. Al contrario, puede provocar que todos hagamos y consumamos lo mismo, sin tener en cuenta nuestras necesidades y preferencias locales.

Mucha gente en Latinoamérica piensa que innovar es hacer lo mismo que hacen los gringos y los europeos. Por eso, se emocionan cuando ven algo que viene de afuera y quieren tenerlo. Y también sueñan con vivir como se vive en el Norte. Pero eso no quiere decir que no haya innovación en Latinoamérica. Al contrario, hay personas que se atreven a crear cosas nuevas y diferentes. Cosas que nadie había hecho antes. Cosas que pueden cambiar el mundo.

En Latinoamérica, el sector fintech ha crecido mucho en los últimos años, porque hay mucha gente que no tiene acceso a un banco o a una tarjeta de crédito, pero sí a internet y a un celular. Entre las fintech más exitosas se encuentran Nubank, que ofrece una tarjeta de crédito y una cuenta digital sin comisiones a más de 25 millones de clientes en Brasil, México y Argentina; Konfio, empresa mexicana, que da préstamos y créditos a pequeños negocios; QuintoAndar, empresa brasilera, que facilita la compra, venta y alquiler de vivienda; Ripio, de Argentina, que permite comprar, vender y guardar criptomonedas; Finsocial, de Colombia, que otorga créditos educativos y de consumo a docentes y pensionados; y Kavak, de México, que ayuda a comprar y vender autos usados. Estas son solo algunas de las empresas que están cambiando el mundo de las finanzas en Latinoamérica con sus soluciones fintech.

Sin embargo, no todo es color de rosa para las fintech. Las fintech tienen muchas ventajas, pero también enfrentan muchos desafíos y riesgos. Uno de los más importantes es la regulación, que son las normas y leyes que controlan la actividad financiera en cada país. La regulación es necesaria para proteger a los clientes, garantizar la estabilidad del sistema financiero y fomentar la innovación. Pero también puede ser un obstáculo si es muy rígida, compleja o desactualizada. Por eso, las fintech necesitan una regulación adecuada a su naturaleza y a sus características específicas. Además, deben adaptarse a las diferencias regulatorias entre los países donde operan o quieren operar.

Finnovista es una organización que apoya a las fintech en Latinoamérica. Hizo una encuesta a más de 600 emprendedores fintech de 17 países de la región. Les preguntó si la regulación actual les favorece o no. El resultado fue que el 42% dijo que no les favorece, mientras que solo el 28% dijo que sí. Los emprendedores de Argentina, Chile, Ecuador y Perú fueron los más descontentos con la regulación. Los de Brasil, Colombia y México fueron los más satisfechos.

Cierto. Las fintech en Latinoamérica tienen que lidiar con muchos obstáculos regulatorios. Algunos de ellos son: normas poco claras y transparentes, procesos lentos y complicados, reglas rígidas y viejas, y falta de coordinación entre las autoridades. Para superar estos retos, seguramente, las fintech puedan hacer dos cosas. Una es aliarse con los actores tradicionales del sector financiero, como bancos, aseguradoras o fondos de inversión. Estas alianzas pueden ser beneficiosas para ambos, porque pueden compartir infraestructura, clientes o conocimiento. Otra es involucrarse en el diseño e implementación de las políticas públicas que afectan al sector. Para ello, es importante que se unan en asociaciones o gremios que representen sus intereses y que dialoguen con los reguladores y legisladores. Obvio que no será fácil.

Por supuesto, no es fácil ser una fintech en Latinoamérica. Estas empresas tienen que lidiar con muchos obstáculos regulatorios y, además, con muchos cambios del entorno. Por eso, tienen que estar al día de las tendencias globales y regionales que están cambiando el sector fintech, como la digitalización financiera, las big techs y las plataformas digitales, la ciberseguridad y la protección de datos, y la innovación regulatoria.

Otro tema importante es el financiamiento. En Latinoamérica, conseguir financiamiento es mucho más difícil que en otros lugares. Según un análisis de Bloomberg, las 10 startups que recibieron más capital en Latinoamérica en 2022 solo captaron 1.1 mil millones dólares en total. Esto muestra que los inversores y el mercado financiero de capital semilla no están tan desarrollados como en Silicon Valley u otros lugares donde las fintech reciben más apoyo. Por eso, las fintech latinoamericanas tienen que buscar otras formas de financiarse, como alianzas estratégicas, crowdfunding o préstamos bancarios. O, dicho de otro modo, no falta talento. Falta apoyo.

En conclusión, el sector fintech en Latinoamérica tiene un gran potencial y ya cuenta con varios casos de éxito que demuestran su capacidad de innovar y resolver problemas financieros. Sin embargo, también se enfrenta a importantes obstáculos que limitan su crecimiento y desarrollo. Entre ellos, se destacan la falta de una regulación adecuada (en muchos lugares), la tendencia a replicar modelos de negocio que funcionan en otros mercados sin adaptarse a las necesidades y realidades locales, y la escasez de recursos financieros para apoyar a las startups en sus etapas iniciales. En fin, se podría decir, en pocas palabras, que estos son los desafíos que deben superarse para que el fintech latinoamericano pueda consolidarse y expandirse.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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