La verdad tras la revolución Bitcoin de Cuba

Cuba, un país conocido por su mezcla única de rica historia,  cultura y aislamiento político, es el foco del último documental de Cointelegraph sobre el terreno. “The Truth Behind Cuba’s Bitcoin Revolution” (La verdad tras la revolución Bitcoin de Cuba) explora el impacto de Bitcoin (BTC) en uno de los últimos estados comunistas del mundo.

El documental ofrece un relato en primera persona de cómo los cubanos están utilizando Bitcoin para navegar por difíciles circunstancias económicas, atraer nuevos negocios y ahorrar dinero en un entorno con fuerte censura.

El periodista y entusiasta de Bitcoin, Joe Hall, emprendió el viaje a Cuba decidido a presenciar y capturar la “Revolución Bitcoin” que cobró protagonismo en el libro de Alex Gladstein, “Check Your Financial Privilege.” Gladstein explica cómo los cubanos han aprovechado la naturaleza apátrida y de bajos costos de Bitcoin para escapar de la opresión financiera y proteger sus ahorros.

El documental explora cómo Bitcoin ha arraigado en el paisaje financiero cubano a través de entrevistas e interacciones con cubanos, así como con los cofundadores de la comunidad Bitcoin de Cuba: Forte, Catrya y Bitalion (no son sus nombres reales). Paco de la India, un colaborador habitual de Cointelegraph, viajó con Joe y proporciona comentarios y observaciones a lo largo del documental.

Los usuarios de Bitcoin en Cuba principalmente participan en transacciones peer-to-peer, comprando y vendiendo Bitcoin a través de grupos de Telegram y Signal. Ejecutan nodos con recursos limitados, evaden la vigilancia en línea y acceden a sitios web prohibidos con VPN.

A diferencia de muchos países, Cuba carece de exchanges de criptomonedas centralizados como Coinbase o Binance. Además, a los cubanos se les prohíbe crear cuentas debido a las pobres relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

En consecuencia, el entorno para Bitcoin en Cuba es un ecosistema único que opera casi completamente fuera del alcance del Estado. Además, la resiliente comunidad Bitcoin se encuentra en un contexto de dificultades económicas. El 72% de los cubanos vive por debajo del umbral de pobreza y, aunque el salario mínimo mensual es de aproximadamente USD 30, Catrya, uno de los personajes principales del documental, explica que es más cercano a los USD 13.

El reportero Joe Hall, Paco de la India y solo USD 200 en billetes cubanos

Las dificultades económicas de Cuba se ven exacerbadas por la hiperinflación, con el peso cubano perdiendo más del 940% de su valor en los últimos dos años. A través de testimonios y entrevistas con cubanos en toda La Habana, queda claro que Bitcoin emerge como un salvavidas para aquellos que buscan proteger sus ahorros de la devaluación de la moneda.

El documental captura la adopción desde la base de Bitcoin en Cuba. También destaca los esfuerzos de la humilde comunidad “Cuba Bitcoin”, que dedica su tiempo a educar y difundir los principios de Bitcoin entre los cubanos en un entorno donde las consecuencias de sus acciones son inciertas.

En última instancia, a medida que Bitcoin continúa ganando relevancia en Cuba, queda por verse cómo reaccionará el gobierno ante la aparición de un sistema financiero paralelo. “The Truth Behind Cuba’s Bitcoin Revolution” ofrece una visión rara de una nación al borde de un cambio transformador. Bitcoin podría ofrecer a los cubanos un resquicio de esperanza y libertad en una isla donde tales aspiraciones han sido reprimidas durante mucho tiempo.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.