La Ex-CEO de Bakkt se enfrenta a una dura competencia en las esperadas elecciones de noviembre en EE.UU

La senadora republicana y ex-CEO de Bakkt, Kelly Loeffler, podría encontrarse con un candidato demócrata mejor organizado y con más apoyo en las próximas elecciones de noviembre.

Todavía se están recibiendo los primeros resultados de las primarias demócratas del 9 de junio, que determinarán quien ocupará el asiento de David Perdue en el Senado de Georgia en los EEUU. Sin embargo, hasta ahora, el demócrata Jon Ossoff lidera la lista de siete candidatos al Senado con 334.511 votos y el 91% de las circunscripciones informativas. 

Loeffler y sus contrincantes republicanos y demócratas no estaban en el primer boletín para el momento de esta nota, pero hay indicios de que Georgia podría estar tornandose azul más pronto que tarde, amenazando sus posibilidades de una reelección en noviembre. 

En las elecciones presidenciales de 2016, se emitieron en Georgia un total de 4.141.447 votos y Hillary Clinton obtuvo el 45,35% de los votos, pero finalmente perdió contra Trump. Sin embargo, las elecciones entre la demócrata Stacey Abrams y el republicano Brian Kemp en 2018 también registraron una participación récord en el estado desde 1966.

Las esperadas elecciones a finales de este año en la que el puesto de Loeffler está en juego es probable que tenga un impulso similar por parte de los demócratas. Los estrechos lazos de Loeffler con Trump, cuyos índices de aprobación han caído a nuevos mínimos en medio de su respuesta a la pandemia y las protestas en contra de la policía, perjudicaron sus posibilidades en una elección nacionalizada. 

Este noviembre, la elección del Senado de Georgia será más bien libre, con candidatos de ambos partidos que aparecerán en la misma boleta el 3 de noviembre. En este momento, el republicano Doug Collins y los demócratas Raphael Warnock y Matt Lieberman siguen siendo algunos de los más serios aspirantes al asiento de Loeffler. 

Si nadie recibe la mayoría de los votos en noviembre, los dos primeros clasificados se enfrentarán en una segunda vuelta en enero de 2021.

Nombrada, no elegida

Cointelegraph informó en diciembre de 2019 que el gobernador Kemp nombró a Loeffler como la conservadora “pro segunda enmienda, pro muro, pro Trump” ideal para reemplazar al ex-senador Johnny Isakson. Antes de este nombramiento, Loeffler era la CEO de la plataforma institucional de futuros de Bitcoin (BTC) Bakkt.

Aunque los senadores suelen ser elegidos, la 17ª enmienda de la Constitución de los EE.UU. le permite a la autoridad ejecutiva de los estados cubrir vacantes temporales hasta que se pueda celebrar una elección, siempre que “la legislatura de cualquier estado pueda facultar al ejecutivo del mismo para hacer nombramientos temporales”.

Presunto uso de información privilegiada durante la pandemia

A fines de enero, Loeffler vendió casi $250 mil dólares en acciones personales luego de estar presente en una reunión a puerta cerrada del Comité de Salud del Senado sobre el impacto de una posible pandemia. 

Más tarde afirmó que las ventas ocurrieron sin su conocimiento. Sin embargo, también se acusó a otro senador de Georgia, Perdue, de sacar provecho de la crisis comprando acciones de una empresa que produce EPP esenciales.

A pesar de la controversia, la senadora fue otorgada otro nombramiento más por parte de una autoridad ejecutiva: Trump la nombró para formar parte de un grupo de trabajo especial para la reapertura de la economía después de COVID-19, un nombramiento que algunos usuarios de Twitter han comparado con el lobo que vigila el gallinero. 

La privación del derecho de voto reina en Georgia

Con los estrechos lazos del partido y el aparente retroceso financiero entre Trump, Perdue, Loeffler y Kemp, el ascenso al poder de la ex-CEO de Bakkt ha sido a menudo criticado por subvertir el progreso democrático. 

El propio Kemp “ganó” las elecciones para gobernador de Georgia en medio de una seria controversia por la supresión de votos y el fraude. El número de mesas electorales (que el propio Kemp se encargó de reducir), además de las máquinas de votación “defectuosas” y el número insuficiente de papeletas a mano, pudo haber hecho que los votos de los residentes afroamericanos fueran descartados.

Dado que se espera que la pandemia siga siendo un factor para los votantes de la tercera edad y de riesgo para la enfermedad para poderse inscribir en las elecciones de noviembre, algunos han abogado que la tecnología blockchain es una solución para garantizar que los votos se cuenten, sean accesibles para los ciudadanos y menos vulnerables al fraude por parte de partidos extranjeros o nacionales.

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