La escasez de energía para la minería de Bitcoin hace que Kazajstán busque una solución nuclear

El éxodo de mineros de Bitcoin de China a Kazajistán ha contribuido a una crisis energética que el presidente del país centroasiático ha propuesto resolver con energía nuclear.

El Ministerio de Energía de Kazajistán ha atribuido a los mineros de Bitcoin el aumento del 8% del consumo nacional de electricidad a lo largo de 2021. El país ha recibido al menos 87,849 máquinas de minería de Bitcoin de empresas chinas en lo que va de año, tras la represión de la minería de criptomonedas por parte de China, según datos del Financial Times.

El considerable aumento de la demanda ha provocado un déficit en el suministro eléctrico nacional y ha contribuido a que los servicios de electricidad no sean fiables, según la Compañía de Explotación de la Red Eléctrica de Kazajstán. El Presidente Tokayev les dijo a los banqueros en una reunión celebrada el 19 de noviembre que cree que la construcción de una central nuclear ayudará a aliviar la tensión en la infraestructura eléctrica de su país:

“De cara al futuro, tendremos que tomar una decisión impopular sobre la construcción de una central nuclear.”

Aunque Tokayev no relacionó la propuesta con el uso de energía para la minería de Bitcoin, no mantener a los mineros en el país podría en peligro los ingresos fiscales estimados en USD 1,580 millones que representan esos mineros. La escasez de energía ya ha obligado al mercado minero de Bitcoin “Xive” a abandonar Kazajstán. Didar Bekbau, cofundador de Xive, dijo en un tweet del 25 de noviembre que había tenido que cerrar la granja minera de su empresa debido al “suministro restringido de electricidad de la red”.

Kazajistán ahora alberga 50 empresas de minería de criptomonedas registradas y un número desconocido de empresas no registradas.

La decisión de construir nuevas centrales nucleares es grave en un país que sufrió una grave lluvia nuclear por las pruebas de armamento durante la ocupación soviética. La última central nuclear de Kazajstán cerró en 1999.

En la actualidad, cerca del 88% de la energía de Kazajstán procede de centrales de combustibles fósiles.

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