La adquisición de Credit Suisse por parte de UBS es buena y mala para las criptomonedas

El domingo 19 de marzo, los 167 años de historia del gigante bancario Credit Suisse llegaron a su fin con la adquisición del mayor banco suizo, UBS. Presionado por el Gobierno suizo, UBS adquirió su debilitado competidor por 3,000 millones de francos suizos (unos USD 3,250 millones), menos de la mitad de los USD 8,000 millones que valía Credit Suisse en el mercado al viernes 17 de marzo, dos días antes de la adquisición. 

Un día después, el 20 de marzo, las acciones de Credit Suisse se desplomaron más de un 60% en la bolsa europea, y las de UBS cayeron un 9%.

Para cubrir las pérdidas que pueda sufrir UBS en la operación, el gobierno suizo aportará USD 10,000 millones. El banco central suizo también pondrá a disposición de los bancos un préstamo para la quiebra de USD 108,000 millones.

La publicación suiza Neue Zürcher Zeitung calificó la operación de “mayor terremoto económico en Suiza desde el rescate de UBS en 2008 y la caída de Swissair en 2001”. El rescate debe evitar una crisis que se extienda a otros bancos, algo parecido a lo que ocurrió hace 15 años tras la quiebra de Lehman Brothers en Estados Unidos. El rescate de Credit Suisse era “necesario” no sólo para Suiza, sino para la estabilidad de todo el sistema financiero mundial, argumentó el Presidente de la Confederación Helvética, Alain Berset.

Fusión multimillonaria en un fin de semana

El acuerdo suscitó reacciones encontradas en el ámbito político suizo. El Partido Democrático Libre de Suiza (FDP) lo elogió, afirmando que la absorción era necesaria para evitar graves daños a Suiza como centro financiero y económico del mundo.

Las críticas llegaron del copresidente del Partido Socialdemócrata de Suiza, Cédric Wermuth, quien tuiteó que nada había cambiado desde la crisis financiera de 2008. “Todo el sistema financiero está enfermo y es absurdo”, afirmó, añadiendo que el Estado debe intervenir de nuevo y salvarlo.

El movimiento “Occupy” en la Paradeplatz de Zúrich, donde se encuentran las sucursales de UBS y Credit Suisse. Fuente: Ronald Zh

Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica, cree que la absorción podría dar lugar a un banco gigante, lo que provocaría inestabilidad general en caso de colapso nocional.

En una entrevista con Die Tageszeitung, el economista alemán afirmó que la situación actual no es ni de lejos tan preocupante como antes de la crisis financiera mundial de 2008. “Hoy son las fuertes subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales las que han cogido por sorpresa a muchas instituciones financieras y han provocado pérdidas masivas.”

En otras palabras, el problema hoy en día “no es la interdependencia sistémica entre instituciones financieras o una provisión inadecuada en términos de liquidez y capital, sino una política monetaria inusualmente agresiva”.

Es probable que aumente la presión reguladora

“Esta adquisición de Credit Suisse por parte de UBS ha provocado en muchos un profundo shock”, afirma Olga Feldmeier, cofundadora de la plataforma de inversión suiza Smart Valor, en declaraciones a Cointelegraph. Hasta 2014, fue directora ejecutiva y jefa de ventas en el negocio de gestión de patrimonios de UBS.

“Hacía tiempo que se sabía que las cosas no iban muy bien en el banco. Pero, ¿quién iba a pensar que el banco, que llegó a valer USD 80,000 millones, sería objeto de una adquisición de USD 3,000 millones por parte de su archirrival UBS?”. Según Feldmeier, no sólo los 50.000 empleados están conmocionados. Los prestamistas se han visto aún más afectados, sobre todo los que tienen un tipo especial de bonos de alta calidad, el llamado capital adicional de nivel 1.

Pero cuando se le preguntó cuál sería la alternativa, Feldmeier convino en que, sin esta absorción, las consecuencias serían catastróficas. “Después de todo, ¿dónde se está seguro si uno de los 30 principales bancos de importancia sistémica -y suizos- quiebra? En una corrida bancaria sistémica, ni el Banco Central Europeo ni la Fed podrían ayudar”.

Mauro Casellini, miembro de la junta de CCA Trustless Technologies Association y, hasta enero de 2023, CEO de Bitcoin Suisse Liechtenstein y director de Bitcoin Suisse Europe, comparte una opinión similar.

Según declaró a Cointelegraph, es acertado que el gobierno y los reguladores suizos hayan actuado con rapidez para encontrar una solución con el menor impacto negativo posible en el mercado.

“Aunque había indicios desde hacía tiempo de que las cosas no iban bien en Credit Suisse, era difícil para los de fuera ver lo crítica que era la situación. Es demasiado pronto para decir si ésta era la solución correcta, pero el tamaño de este nuevo ‘superbanco’ es impresionante y es probable que aumente la presión reguladora”, afirmó Casellini.

Lo bueno y lo malo

La crisis bancaria ha traído algo bueno y algo malo para las criptomonedas. A pesar de los acontecimientos macroeconómicos negativos, el mercado de criptomonedas tuvo un buen comportamiento cuando se supo que UBS se haría cargo de Credit Suisse. Bitcoin (BTC) encabezó el repunte del criptomercado con una ganancia del 15.5% (alcanzando los USD 28,671 el 22 de marzo). Ether (ETH) ganó un 3.9%. Impulsadas por el repunte del precio del BTC, las acciones de las empresas mineras de Bitcoin que cotizan en bolsa han subido hasta un 120% desde principios de año.

Según Feldmeier, se trata de un fenómeno positivo para los exchanges de criptomonedas, tanto grandes como pequeñas. “Más negociación, mayores ventas, algo del viento de cola que se echaba de menos desde hace tiempo no perjudicaría a nuestra industria”, dijo Feldmeier. “Esto también aumenta la certeza de que el ciclo de Bitcoin mantenga lo que promete, es decir, la próxima carrera alcista en torno a la reducción a la mitad de Bitcoin en marzo de 2024”.

La pérdida de clientes e inversores en las instituciones financieras tradicionales podría afectar positivamente al mercado de criptomonedas, ya que los inversores se decantan por activos alternativos, como las criptomonedas.

Sin embargo, la adquisición de Credit Suisse y el hecho de que el sector bancario se enfrente a muchos riesgos y retos diferentes en todo el mundo también tiene un lado negativo. Los bancos siguen siendo socios importantes para las criptomonedas. Si a los bancos no les va bien, estarán aún menos dispuestos a trabajar con empresas que manejen criptomonedas o a aumentar las comisiones, lo que no facilitará la vida a la industria cripto.

Según Casellini, los recientes cierres de bancos fiduciarios como Silvergate y Signature, seguidos de la quiebra de Credit Suisse, han creado “riesgos significativos para el criptomercado”. Según el experto, era necesario “abordar cuestiones como la regulación, la seguridad y la transparencia para generar confianza entre los inversores y garantizar la viabilidad del mercado a largo plazo. La regulación ayudará a nuestra industria a largo plazo a construir una alternativa exitosa y más descentralizada al sistema financiero tradicional.”

Casellini también espera ver más dificultades y riesgos en el futuro debido al cambiante panorama de los tipos de interés y a los requisitos adicionales que deben cumplir los bancos.

“Será interesante ver cómo reaccionan los gobiernos y especialmente los bancos nacionales, y si salvarán a los bancos en apuros o los dejarán quebrar”.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.