Impresión monetaria histórica, pero la inflación no sube lo suficiente. ¿Por qué la comunidad bitcoin se equivoca tanto?

En un tweet del 09 junio del 2020, Changpeng Zhao, CEO de Binance, menciona la palabra” hiperinflación” en una predicción sobre el dólar. Según él, la expansión monetaria de entonces sería la responsable de esto. Se refería a la impresión de dinero por parte de la Reserva Federal y los demás bancos centrales del mundo. Unos días antes el presentador de RT, Max Keiser, dio una advertencia bastante fuerte sobre el impacto de la “creciente inflación”. Y Anthony Pompliano duró prácticamente todo el primer semestre del año 2020 hablando con indignación sobre la “impresión de dinero” desenfrenada. 

Para un venezolano (como yo) es sumamente extraño escuchar a estos cripto influencers hablar del dólar, la inflación y las políticas monetarias de los países desarrollados en estos términos. En Estados Unidos, por ejemplo, la inflación por muchos años no ha superado en promedio el 2% anual. En lo personal, eso me parece un gran logro, digno de admiración. Sin embargo, escuchando a estos influencers parece que este 2% es una gran tragedia.  Nos encontramos ya en el mes de noviembre y faltan pocas semanas para fin de año. En estos momentos, podemos estudiar el efecto de los estímulos en la inflación anual de este año. ¿Tenemos “hiperinflación”? ¿Qué pasó con las predicciones? 

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Resulta ser que, pese a los esfuerzos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, la inflación (EE. UU.) no ha subido lo suficiente. De hecho, el fantasma que nos agobia no es la inflación, sino la deflación. Por esta razón, los distintos organismos internacionales están pidiendo encarecidamente un nuevo paquete de estímulos. Hace poco, el Banco Central Europeo anunció con preocupación una inflación negativa en Europa. Aquí estoy centrándome en el dólar y en el euro, por supuesto. 

Obviamente que todos de estos gritos de indignación que escuchamos durante los primeros meses del año por parte de muchos bitcoiners hoy requieren cierta reflexión. ¿Por qué hablar de inflación durante la peor crisis deflacionaria de los últimos 90 años?

¿Qué es “inflación”? Según Wikipedia: “ La inflación, en economía, es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un período de tiempo, generalmente un año”

Y, ¿qué es “hiperinflación”? Volviendo a Wikipedia: “En economía, la hiperinflación es una inflación muy elevada, fuera de control, en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor real y la población tiene una evidente reducción en su patrimonio monetario.” Según Philip Cargan en su libro “La dinámica monetaria de la hiperinflación” (1955), la hiperinflación se define como una inflación mensual de al menos 50 %. 

En Estados Unidos, se utiliza el Índice de Precios al Consumo (IPC) como principal dato de inflación. Este índice es calculado por la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos. En 12 meses hasta octubre, por ejemplo. El IPC alcanzó un 1.2% después de aumentar a un 1.4% en septiembre. En los primeros meses del próximo año tendremos los datos oficiales del 2020. Pero me atrevo a decir que ya no hubo “hiperinflación” en Estados Unidos este año. Con dificultad, se alcanzará la meta estipulada del 2-3%. 

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Claro que también debemos recordar que el Índice de Precios al Consumo es en realidad un promedio. Se ha registrado inflación en muchos rubros del sector bebida y alimentos. Bueno, en realidad muchos bienes de consumo sí han subido de precio y la deflación se ha visto principalmente en el sector de los servicios. Pero esta inflación partida en dos jamás ni nunca llega a niveles de “hiperinflación”. Debido al confinamiento, las personas están comiendo más en casa. Además, muchos canales de producción y distribución se han visto afectados. Es decir, la inflación nunca es igual en todos los rubros.  

¿Por qué es tan perjudicial la deflación? Ok. La caída de la demanda baja los precios. Y eso afecta los ingresos. Por ende, la tasa de empleo. ¿Por qué son necesarios los estímulos? Por algo llamado la Curva de Phillips. En macroeconomía, la curva de Phillips, representa una curva empírica de pendiente negativa que relaciona la tasa de inflación y la tasa de desempleo. En cristiano, la deflación genera desempleo y frena el crecimiento económico. Entonces, los estímulos son necesarios para reactivar la economía. He aquí la razón por la cual una moneda demasiado dura es fatal para la economía. He aquí la razón por la cual cada vez que la Reserva Federal anuncia una nueva expiación monetaria Wall Street se regocija de alegría. 

El sistema del patrón oro era fatal durante las crisis. Por esta razón, las crisis del pasado durarán tanto y eran tan dramáticas. He aquí el error de la economía clásica y los postulados de Adam Smith. No se tomó en cuenta el efecto deflacionario de la tecnología y la inmigración.  

¿Por qué los bitcoiners se equivocan tanto en materia de inflación? El culpable seguramente es Milton Friedman con su frase (errada): “La inflación es siempre un fenómeno monetario”. Una idea muy en boga en los años 90s. Y absorbida apasionadamente por los libertarios y los cypherpunks. La confusión radica en malinterpretar la emisión monetaria por inflación. No tomar en cuenta, por ejemplo, factores como la velocidad del dinero, los niveles de producción, y la confianza del consumidor. 

En fin, la impresión de dinero no siempre genera inflación. Como evidencia, podríamos usar la experiencia de este año 2020. La impresión monetaria ha sido histórica. Sin embargo, la inflación se ha mantenido bajo control. De hecho, los estímulos han beneficiado mucho a Bitcoin. Esta es la idea. Se inyecta liquidez en el sistema para estimular la economía. 

Claro que se podría argumentar que la liquidez se ha quedado estancada en los mercados financieros y no ha llegado a la economía real con la eficacia requerida. En otras palabras, esta recuperación ha sido muy asimétrica. Pero es posible que esto no tenga tanto que ver con la impresión de dinero de la Fed (política monetaria). Es posible que se relacione más con la falta gasto publico (política fiscal). O sea, el Gobierno no está invirtiendo lo suficiente en la economía. 

Ahora bien, debemos recordar que el componente político/ideológico juega un rol muy importante en la comunidad Bitcoin. Muchos de estos influencers son libertarios y tienen posturas ultraconservadoras en materia economía. Muchos de sus ideas económicas provienen del Liberalismo Clásico, la Escuela Austriaca de Economía y La Escuela de Chicago. Pero no son economistas actualizados. La economía no es la preocupación principal. Lo que en realidad se critica es la intervención del Gobierno en la economía en defensa de un sistema de libre mercado y la supremacía de los derechos individuales. Una especie de anarcocapitalismo. En el fondo, esto es una pelea más política que económica. 

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Tener ideas es perfectamente válido. Sin embargo, la pasión política muchas veces distorsiona la realidad. Me refiero al sesgo en el discurso. De hecho, en la mayoría de los casos el discurso se convierte en propaganda. Esto complica las cosas para el inversor que desea tomar decisiones acertadas y requiere información precisa. Entender bien el concepto de inflación es muy relevante para el inversor. Si quieres conocer más sobre el cosmos, lo mejor es consultar a un científico especializado en la materia. Tal vez no sería prudente consultar a alguien que todavía defiende el sistema de Tolomeo en pleno siglo XIX. 

En fin, en la comunidad Bitcoin hay muchos malentendidos en torno al concepto de inflación. En mi opinión, debemos culpar a la pasión política que nos hace escribir palabras como “hiperinflación” en medio de una gran crisis deflacionaria. Sin embargo, nosotros como seres pensantes podemos reflexionar e indagar un poco más sobre el tema. Pienso, luego invierto.