Filipinas se opone a los exchanges en el extranjero, continuando con una racha proteccionista

La presión sobre las criptomonedas crece rápidamente en Filipinas. Tras una reciente serie de movimientos controvertidos por parte de los reguladores estatales y los grupos de expertos locales, el banco central del país publicó una advertencia a los ciudadanos, desaconsejándoles realizar cualquier operación con exchanges de criptomonedas no registrados o extranjeros. El anuncio en sí mismo no suena amenazante, pero si se toma en el contexto de los acontecimientos que lo acompañan, convierte a una nación de 112 millones de habitantes en una región inquieta para las criptomonedas. 

El 17 de agosto, el Bangko Sentral ng Pilipinas (BSP)

una nota de advertencia a los ciudadanos del país, “instándoles encarecidamente” a no hacer tratos con proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) que no estén registrados o tengan su domicilio en el extranjero.

El Banco hizo hincapié en que cualquier negocio con activos virtuales es una actividad de alto riesgo por sí misma, y con las plataformas extranjeras se produce un desafío adicional a la hora de aplicar el recurso legal y la protección del consumidor. Esto deja al público con 19 VASP registradas para realizar sus operaciones.

La lista apenas se ampliará, al menos en los próximos tres años, porque un memorando del BSP detuvo la emisión de nuevas licencias VASP a partir del 1 de septiembre. Así es como el BSP entiende el delicado equilibrio de promover la innovación en las finanzas y gestionar los riesgos.

Tal vez la parte más intrigante del tema se refiere a una de los mayores exchanges de criptomonedas del mundo, Binance, que está tratando de obtener la licencia nacional y, en caso de que el memorando del BSP se tome en serio, tiene menos de dos semanas para hacerlo.

En una reciente entrevista con Cointelegraph, el jefe de Binance para Asia-Pacífico, Leon Foong, dijo que ya han presentado el papeleo pertinente para adquirir las licencias, pero no puede proporcionar ningún otro detalle, ya que puede ser confidencial. El problema es que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Filipinas ya ha advertido al público que no invierta en Binance, repitiendo las opiniones de un grupo de expertos de Infrawatch PH, que ya había presionado para que se suspendiera al exchange por supuestas promociones ilegales.

Al mismo tiempo, Filipinas no se considera especialmente estricta o proteccionista en su relación con la industria de las criptomonedas. Como el BSP afirmó en su declaración escrita a Cointelegraph el 15 de agosto, ve “muchos beneficios asociados con las criptomonedas y blockchain”. Está ansioso por promover una criptoeducación. En particular, el BSP reveló su intención de evitar “cualquier límite significativo en las inversiones o el trading de criptomonedas en este momento.” El regulador apunta a “regulaciones basadas en el riesgo y proporcionadas”.

Aun así, el país sigue siendo un destino hipotéticamente atractivo para las criptomonedas. Se considera una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo, y más de 11.6 millones de filipinos poseen activos digitales, lo que hace que la nación sea la décima a nivel mundial en términos de adopción.

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