Evergrande: ¿Se avecina un colapso incontrolable para el gigante inmobiliario chino?

La deuda de Evergrande es tan enorme que supera la imaginación. Esta empresa, líder en el mercado inmobiliario chino, debe más de 300 mil millones de dólares a sus acreedores.

Esta situación insostenible se debe a que Evergrande ha estado financiando sus proyectos con préstamos que ahora no puede pagar. Desde 2021, la compañía ha incumplido sus obligaciones y ha sido demandada por sus acreedores. Si Evergrande quiebra, podría provocar una crisis en el sector inmobiliario chino y afectar a la economía global. Sería un desastre de proporciones épicas.

¿Qué opciones tiene Evergrande para salir de este atolladero? Muy pocas, la verdad. Tal vez podría vender algunos de sus activos, como hoteles, parques temáticos o equipos de fútbol. O quizás podría solicitar ayuda al gobierno chino, que no parece muy interesado en rescatarla. O tal vez podría esperar que alguien le comprara una de sus propiedades, aunque fuera por compasión. Lo que está claro es que Evergrande necesita una solución urgente. Y milagrosa.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando una empresa que debe tanto dinero decide cancelar un plan para reestructurar su deuda a última hora? Pues, según unos inversores que tienen bonos de Evergrande, la respuesta es un colapso incontrolable que podría arrastrar a todo el sector inmobiliario chino.

Evergrande es el gigante de la construcción que se ha convertido en el símbolo de la crisis financiera que amenaza a China. La empresa tiene miles de proyectos inacabados, millones de clientes enfadados y acreedores impacientes. Desde el año pasado, ha incumplido varios pagos y ha visto caer sus acciones y calificaciones crediticias.

Para evitar la quiebra, Evergrande había negociado durante casi dos años un acuerdo con sus inversores para reestructurar parte de su deuda. El plan consistía en emitir nuevos valores y ofrecer a los tenedores de bonos una participación en el negocio inmobiliario de la empresa.

Pero a finales de septiembre, Evergrande sorprendió al mercado al anunciar que cancelaba el acuerdo, alegando que las autoridades regulatorias no le habían dado el visto bueno. Según Evergrande, su principal filial inmobiliaria estaba siendo investigada y eso le impedía emitir nuevos valores.

¿Qué pasó? Bueno, los inversores no se lo creyeron mucho y enviaron una carta en la que expresaban su desconfianza sobre los esfuerzos de Evergrande para obtener el apoyo de los reguladores. Además, cuestionaron por qué la empresa les había asegurado repetidamente que el acuerdo estaba aprobado.

Los inversores advirtieron que si Evergrande no lograba cerrar el acuerdo, se enfrentaría a un colapso incontrolable que tendría un efecto catastrófico sobre otras empresas del sector que también están en apuros. Según ellos, la única salida era que Evergrande buscara un pacto con las autoridades y retomara el plan de reestructuración.

Esta es la única forma de que se resuelva la nube de incertidumbre que rodea a los problemas regulatorios, dijeron los inversores. “Hasta entonces, el caso base es que China Evergrande Group será liquidado en la próxima audiencia de disolución el 30 de octubre de 2023”.

En agosto, Evergrande se acogió al capítulo 15 de la ley de bancarrota estadounidense, que le permite proteger sus activos en ese país mientras negocia con sus acreedores. Pero si los reguladores no aprueban el acuerdo, los inversores dijeron que harían imposible cualquier reestructuración extraterritorial de las empresas inmobiliarias chinas.

Mientras tanto, Country Garden, el mayor promotor inmobiliario de China, ha podido evitar por poco el impago, pero se retrasó en el pago de unos bonos en agosto. Y otro promotor, Sunac China Holdings, está buscando una reestructuración de unos 11 mil millones de dólares de su deuda en dólares, según el Wall Street Journal.

Entonces, si tienen algún interés en el mercado inmobiliario chino, mejor estén atentos a lo que pase con Evergrande. Porque si cae el gigante, puede arrasar con todo lo que encuentre a su paso. Y eso no sería nada divertido.

¿Y qué pasa si Evergrande se va al garete? Pues que se lía parda. Mucha gente que le prestó dinero o le compró cosas se quedaría con un palmo de narices. Mucha gente que trabaja o vive en sus propiedades se quedaría en la calle. Y la economía china, que es muy dependiente del ladrillo, se resentiría. Y no solo la china, sino también la del resto del mundo, Latinoamérica incluido, porque China es el segundo país más poderoso del planeta y el mayor amigo de muchos otros.

Por eso, el gobierno chino está intentando evitar el descalabro. Ha puesto límites al endeudamiento de las empresas inmobiliarias y ha exigido a Evergrande que venda sus cosas y pague sus cuentas. Pero nadie sabe si lo conseguirá o si ya es demasiado tarde. Lo único cierto es que Evergrande está al borde del abismo y que su caída podría provocar un cataclismo económico.

La crisis de Evergrande es como una bomba de tiempo que amenaza con explotar en cualquier momento. Evergrande es una empresa inmobiliaria china que debe más de 300 mil millones de dólares a sus acreedores, y que no tiene suficiente dinero para pagar sus intereses. Si Evergrande quiebra, podría arrastrar consigo a muchos bancos, empresas y gobiernos que le prestaron dinero o que invirtieron en sus proyectos.

¿Y qué tiene que ver esto con Latinoamérica y las criptomonedas? Pues resulta que China es el principal socio comercial de muchos países latinoamericanos, como Chile, Perú y Brasil. Si la economía china se resiente por la crisis de Evergrande, podría reducir su demanda de materias primas como el cobre, el hierro o la soja, que son los principales productos de exportación de estos países. Esto afectaría negativamente a sus ingresos, su crecimiento y su estabilidad.

Por otro lado, las criptomonedas son activos digitales que se basan en la confianza de sus usuarios y en la oferta y la demanda. Si hay una crisis financiera global, muchos inversores podrían vender sus criptomonedas para obtener liquidez o para refugiarse en activos más estables como el dólar o bonos. Esto provocaría una caída en el precio de las criptomonedas.

En conclusión, la crisis de Evergrande podría tener un impacto negativo tanto para Latinoamérica como para el mercado de las criptomonedas. Sin embargo, ¿también podría ser una oportunidad para buscar soluciones innovadoras y diversificar las fuentes de ingresos y las opciones de inversión?

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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