El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda dice que “no es necesario un enfoque regulador de las criptomonedas en este momento, pero sí una mayor vigilancia”

El banco central de Nueva Zelanda está intensificando su vigilancia de stablecoins y criptoactivos a raíz de peticiones públicas, pero no ha llegado a solicitar un enfoque regulador.

Ian Woolford, director de dinero y efectivo del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, declaró el 30 de junio que el RBNZ está de acuerdo en que “no es necesario un enfoque regulador en este momento, pero sí una mayor vigilancia”.

La declaración de Woolford iba acompañada de un resumen de las 50 aportaciones de las partes interesadas a un documento anterior del RBNZ en el que se debatía sobre las criptomonedas y las finanzas descentralizadas.

Entre los encuestados figuran el organismo de defensa de las criptomonedas BlockchainNZ, la empresa tecnológica Ripple y bancos como Westpac y el Banco de Nueva Zelanda.

Woolford dijo que las respuestas mostraban que las criptomonedas tenían “riesgos y oportunidades significativos”, junto con “incertidumbres” sobre el desarrollo del sector que le daban la necesidad de una atención adicional:

“Estamos de acuerdo en que se necesita cautela, lo que también refuerza la necesidad de mejorar los datos y la supervisión para construir la comprensión.”

Al parecer, el RBNZ está esperando a ver cómo otras jurisdicciones regularán las criptomonedas antes de hacer sus propios movimientos.

“La armonización mundial es crucial para garantizar una regulación eficaz”, dijo Woolford. Añadió que las mejores prácticas pueden aclararse a medida que se apliquen los regímenes en el extranjero.

Un informe de Chainalysis en 2022 clasificó a Nueva Zelanda en el puesto 108 de 146 en su Índice de Adopción Global de Criptomonedas de 2022, justo detrás de Austria y delante de Azerbaiyán. 

El índice clasifica a todos los países por “adopción de criptomonedas”. Fuente: Chainalysis

Las leyes actuales de Nueva Zelanda consideran las criptomonedas un tipo de propiedad. Los activos digitales se rigen por diversas normativas financieras, de lavado de dinero y fiscales no específicas de las criptomonedas que se aplican en general.

“Las cuestiones planteadas por los criptoactivos y otras innovaciones no caen claramente dentro de los límites de las agencias”, dijo Woolford.

Añadió que las protecciones del consumidor y del inversor, junto con las barreras reguladoras a la entrada, sí importan si el país quiere crear un “sistema monetario y de pagos fiable y eficiente.”

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