¿Cómo la IA produce más empleos que los que destruye?

Los efectos de las nuevas tecnologías en el mercado laboral es un tema bastante complicado. Algunos ven el vaso medio lleno y se enfocan en los beneficios que traerá la inteligencia artificial (IA). Otros ven el vaso medio vacío y se preocupan por los riesgos que supone. Claro que nadie sabe con certeza ni exactitud qué cambios sociales y económicos provocará la IA. Pero podemos hacer algunas conjeturas basándonos en la historia.

La economía no es fácil de entender. En muchos casos, muchos de los conceptos son contraintuitivos. Además, nuestra mente está llena de sesgos y mitos. Uno de los ejemplos clásicos es el de la inmigración. Muchos creen que los inmigrantes son malos para la economía porque le roban el trabajo a los locales. Pero es perfectamente demostrable que eso es un mito. Los inmigrantes aumentan la demanda y la productividad del país receptor. De hecho, los inmigrantes crean empleos. Sin embargo, muchos siguen insistiendo en que los inmigrantes son malos para la economía. ¿Por qué? Porque está repitiendo ideas faltas compartidas por muchos.

Pensemos por un momento en la persona que vivía de hacer carreteras con pico y pala. En el pasado, para construir una carretera se requería de muchas horas y personal. Sin embargo, con la llegada de la maquinaria pesada, muchos de estos trabajadores se quedaron sin trabajo.

Ahora pensemos en las personas que hacían telas de manera artesanal. Una vez que llegaron los telares industriales, muchos de estos artesanos perdieron su trabajo. ¿Qué pasó con estas personas? ¿Se quedaron llorando y lamentando su suerte? Sí y No. Pero muchos de ellos se adaptaron a los cambios y buscaron nuevas oportunidades.

Algunos se capacitaron para manejar las máquinas, otros se dedicaron a otras actividades, y otros crearon sus propios negocios. Lo mismo pasa hoy en día con la tecnología. La tecnología no nos quita el trabajo, sino que nos abre nuevas posibilidades.

Los ejemplos anteriores nos muestran el lado negativo de la tecnología. Ahora vamos a explicar lo mismo con otro enfoque. La tecnología hace que hagamos una tarea más rápido y fácil que antes. Eso implica que somos más productivos con su ayuda. Entonces, con esa productividad, hay más bienes y servicios disponibles para todos. Es decir, hay un incremento de la oferta. Y esa nueva oferta genera un aumento de la demanda. Y esa nueva demanda incrementa el empleo. ¿Cómo? Pues porque al haber más bienes y servicios, hay más variedad y calidad para los consumidores. Y al haber más variedad y calidad, hay más satisfacción y bienestar para las personas. Y al haber más satisfacción y bienestar, hay más consumo y ahorro para la economía. Y al haber más consumo y ahorro, hay más inversión y crecimiento para el país. Y al haber más inversión y crecimiento, hay más oportunidades y desarrollo para la sociedad.

Lo que nos olvidamos a la hora de pensar en los efectos negativos de una nueva tecnología es el incremento del producto interno bruto (PIB). Por ejemplo, el inmigrante que llega a trabajar en un principio sí se lleva un puesto de trabajo disponible. Pero esa persona más… Es un consumidor más. Esa persona come, duerme y trabaja. Su consumo es el ingreso de otro. Entonces, esa persona que llega a tomar un trabajo también crear valor y genera trabajos. ¿Cómo? Al estimular la producción, crea más valor y riqueza. Y al crear más valor y riqueza, aumenta el PIB del país. Y al aumentar el PIB del país, mejora el nivel de vida de la población. El inmigrante no solo nos quita el trabajo, sino que también nos lo da.

Hay muchos estudios que dicen que la Inteligencia Artificial (IA) está creando más empleos que los que destruye. ¿Será verdad? ¿O será una mentira para tranquilizarnos? Lo cierto es que la IA tiene un impacto positivo y negativo en el mercado laboral. Por un lado, la IA elimina algunos trabajos que son rutinarios, repetitivos o peligrosos. Por otro lado, la IA crea nuevos trabajos que son más creativos, complejos o sociales. Además, la IA mejora la eficiencia, la calidad y la innovación de muchos sectores. Entonces, ¿qué podemos hacer para aprovechar las oportunidades que nos ofrece la IA? Pues lo mismo que hemos hecho siempre: aprender, adaptarnos y evolucionar. La IA no es nuestra enemiga, sino nuestra aliada. Solo tenemos que saber usarla con inteligencia.

¿Qué tipo de preparación requieren estos nuevos trabajos? Según los expertos consultados por BBC Mundo, no se trata solo de tener conocimientos técnicos o científicos, sino también de desarrollar habilidades blandas como el pensamiento analítico, la creatividad y la flexibilidad. Así, podremos adaptarnos a los cambios y aprovechar las oportunidades que nos ofrece la IA.

¿Te acuerdas del mundo antes de las redes sociales? ¿El mundo antes del internet? Se decía que el internet le daría un golpe a los periódicos, a la música y a otras industrias. Y sí lo ha hecho. Pero, al mismo tiempo, ahora hay muchísima gente que trabaja de community manager, creador de contenido, diseñador gráfico, editor de video y otras profesiones que antes no existían. Estos son nuevos trabajos que ha generado este nuevo mundo. Más que eliminación de empleo, lo que ha habido es una sustitución de empleo. O sea, que no todo es malo. Solo hay que saber adaptarse a los cambios. 

¿Qué trabajos son los que está creando la IA? Algunos ejemplos son:

Especialista en ética de la IA: se encarga de velar por el uso responsable y transparente de la IA, respetando los derechos humanos y los valores sociales.

Ingeniero de datos: se ocupa de recolectar, procesar y analizar grandes cantidades de datos para extraer información útil y generar soluciones basadas en la IA.

Diseñador de experiencias de usuario: se dedica a crear interfaces amigables y accesibles para que las personas puedan interactuar con la IA de forma natural y satisfactoria.

Experto en ciberseguridad: se responsabiliza de proteger los sistemas informáticos y los datos personales frente a posibles ataques o amenazas que puedan comprometer la seguridad y la privacidad de la IA.

Educador en IA: se encarga de enseñar los conceptos básicos y las aplicaciones de la IA a diferentes públicos, desde niños hasta adultos mayores, fomentando el aprendizaje continuo y el pensamiento crítico.

Artista digital: se dedica a crear obras artísticas utilizando herramientas de IA, como generación de imágenes, reconocimiento facial o síntesis de voz, explorando nuevas formas de expresión y comunicación.

El hombre y la máquina son como el pan y la mantequilla: juntos saben mejor. Pero no siempre nos damos cuenta de cómo cambian las cosas cuando se combinan. A veces nos sorprenden, para bien o para mal. Lo importante es que todos podamos disfrutar del pan y la mantequilla, y no solo unos pocos. Porque la tecnología es como la mantequilla: se debe repartir bien.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

 

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