Capturan en México a Juan Carlos Reynoso, directivo de Omegapro

Si bien el hecho sucedió el pasado miércoles 15 de marzo, ahora se conocieron detalles sobre la captura del empresario peruano Juan Carlos Reynoso. El procedimiento se desarrollo en Ciudad de México, en un operativo que contó con el despliegue de autoridades policiales, militares y fiscales de ese país. Reynoso fue detenido por su vinculación con una financiera llamada Black Wall Street Capital.

Según reporta el medio colega Infobae, el operativo estuvo relacionado con los presuntos delitos de lavado de dinero y tráfico ilícito de drogas. Pero Reynoso es un viejo conocido de las crónicas sobre estafas, ya que ejerció como Director General de OmegaPro para Latinoamérica. Para los desprevenidos, el caso OmegaPro versa sobre una estafa piramidal que dañó a miles de usuarios de varias partes del mundo que invirtieron en la plataforma de marketing multinivel.

Estafas con criptomonedas

El empresario de origen peruano figuró en numerosas fotografías y videos publicados en las redes sociales de la empresa. Allí, como muchos otros integrantes de la organización, invitaba a los inversionistas a participar de una oportunidad única y, de ese modo, asegurar su “libertad financiera”.

Luego de la proliferación de reclamos en torno a la empresa, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) ordenó suspender la promoción y publicidad de la empresa. La entidad estableció que promovía los productos de la firma, sin tener las autorizaciones necesarias para ello.

Al poco tiempo, la empresa comunicó haber sido víctima de una hackeo y confirmó lo que advirtieron los escépticos de este tipo de ofertas: los usuarios no podrían recuperar el dinero invertido en las promesas. 

Perfil de Reynoso

Juan Carlos Reynoso se define a sí mismo como “empresario”, “coach” y “consultor”. Asegura contar con “30 años de experiencia en el ámbito financiero”. En su web se puede leer acerca de su trayectoria.

“Desde hace más de 20, su carrera se ha dirigido al participar como asesor en empresas de telecomunicaciones, y en el área digital para el segmento latino. Esto ha hecho que su carrera vaya ligada a la evolución de los medios digitales, pasando, como el lo dice, por evolución natural, de el desarrollo comercial de simples motores de búsqueda en sus inicios, al mundo Fintech, de las inversiones de alto rendimiento en criptomonedas y Forex”.

La actividad de Reynoso en la firma acusada de establecer un esquema Ponzi no era menor. Ocupada el rol de Director General, multiplicando a potenciales clientes un mensaje que al día de hoy se advierte en la sección “Inicio” de su web.

“Te puedo ayudar para que logres eso que te hace falta”.

Con esa lógica, la utilizada por Generación Zoe y tantos otros, procuraba persuadir OmegaPro. La empresa hace una reseña sobre sí misma en su sitio web, aún activo.

“La plataforma de marketing número 1 del mundo para navegar por los mercados financieros globales y explorar un ramo de servicios y soluciones exquisitamente diseñados para educar, promover y guiar a la comunidad hacia el logro de la libertad financiera. Los inversionistas van a encontrar recompensa, fortaleza e inspiración, en una empresa que nunca duerme, ya que sus expertos trabajan 24 horas al día, y que además es omnipresente”.

Solo en Colombia, una 500 mil personas cayeron en la falsa promesa que OmegaPro repetía incansablemente. Viajes, riqueza, fama, comida en los mejores restaurantes del mundo, vehículos, ropa y relojes de lujo. Fueron casi 2 millones de personas en diferentes partes del mundo. La firma les vendía paquetes de trading que arrancaban en 100 dólares y llegaban hasta los 50 mil.

La rentabilidad mensual oscilaba entre un 4 y 10%, mientras que la promesa era recuperar la inversión inicial en un lapso de 16 meses. Como si todo eso no fuese poco, se podrían generar ingresos adicionales mediante un programa de referidos. En la actualidad, muchas víctimas aguardan poder recuperar al menos parte del capital invertido.

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