Bitcoin: Desafíos y oportunidades educativas

Bitcoin y otras criptomonedas son temas muy complejos que requieren estudio y reflexión. Sin embargo, muchas personas se dejan influir por lo que ven en las redes sociales, donde abundan los falsos expertos y los intereses ocultos. Así, se forman opiniones basadas en videos de Youtube o tuits de supuestos gurús, sin cuestionar ni contrastar la información en mucho de detalle. Debido al adoctrinamiento, esto crea una mentalidad de rebaño, donde todos repiten lo mismo y defienden su postura con argumentos dogmáticos. ¿Bitcoin es una fe ciega o una oportunidad de aprendizaje?

En este espacio, educar es muy difícil. Porque la propaganda ha influido en las creencias de muchas personas, que solo aceptan lo que coincide con sus ideas y rechazan lo que no. No es fácil. La educación financiera en este espacio enfrenta varios desafíos: el sesgo ideológico, el lenguaje técnico, la subestimación de los riesgos, la incertidumbre regulatoria, la publicidad engañosa y las estafas.

Desafío 1: El sesgo ideológico es la tendencia a interpretar la realidad de acuerdo con los intereses o las creencias de una persona o de un grupo social. Por la influencia libertaria y anarcocapitalista de los primeros bitcoiners, este sesgo puede provocar que los inversores de criptomonedas tengan una actitud exageradamente politizada y antagonista hacia el dólar, el gobierno, la banca privada y los bancos centrales. Al defender con tanta pasión la causa de la descentralización, la privacidad y la autonomía financiera frente al control y la regulación estatal, se pueden cometer errores. En asuntos financieros, los errores significan pérdidas.

Este sesgo ideológico puede perjudicar nuestras finanzas. ¿Por qué? Nos hace perder la objetividad. A menudo, en este espacio, se nos olvida que nuestro objetivo es ganar dinero y no salvar el mundo. No debemos dejarnos llevar por las emociones o las ideologías. Debemos reconocer que podemos aprovechar el potencial de las criptomonedas sin caer en el sesgo ideológico. No todos tenemos que ser fanáticos insoportables.

Debemos hacernos una pregunta con la mano en el corazón: ¿Por qué estamos en esto? ¿Buscamos más seguidores en Twitter? ¿Queremos promover la utopía libertaria? ¿Aspiramos a trabajar en la industria? ¿O simplemente queremos invertir y ganar dinero?

No hay nada de malo en invertir dinero con la intención de ganar dinero. No es un pecado. No tenemos que ser inversores idiosincráticos. Nuestros objetivos pueden ser solo financieros. ¿Qué hay de malo en eso? En este caso, la objetividad es fundamental. No debemos caer en pasiones ideológicas. Porque esas pasiones nos fanatizan y nos ciegan.

Desafío 2: el lenguaje técnico. ¿Por qué se usa tanta jerga y tecnicismos en este espacio? “Blockchain”, “web 3.0”, “DeFi”, “NFT”, etc. El mundo de las criptomonedas es fascinante y ofrece muchas oportunidades de inversión y aprendizaje. Sin embargo, también tiene un problema: el exceso de jerga, tecnicismos y palabras nuevas que dificultan la comprensión y la educación financiera. Muchas veces, los términos que se usan son innecesarios, confusos o ambiguos, y crean una barrera de entrada para las personas que quieren acercarse a este mundo. Tantas palabras “raras” intimidan. Esto excluye a los demás y genera una sensación de elitismo o superioridad por parte de los que dominan el lenguaje. En el fondo, no es necesario usar un lenguaje tan rebuscado para explicar conceptos que pueden ser más claros y sencillos.

Desafío 3: Se subestiman los riesgos. Ahora bien, podemos caer en un falso sentido de seguridad. Las criptomonedas son una inversión que tiene un gran potencial de ganancia, pero también de pérdida. Por eso, es importante ser conscientes de los riesgos que implica esta actividad. Factores como la volatilidad, la regulación, la competencia, la seguridad, la tecnología y la demanda pueden afectar al precios. No queremos desalentar a los inversores, sino informarlos y educarlos para que actúen con responsabilidad y criterio. A veces, las personas se entusiasman demasiado con las criptomonedas y se olvidan de mencionar los riesgos que conllevan. Esto puede crear falsas esperanzas o frustraciones en los que se inician en este mundo. Por eso, es necesario hablar con sinceridad y claridad sobre las ventajas y desventajas de las criptomonedas.

Desafío 4: La regulación. Las criptomonedas son un fenómeno fascinante que abre muchas posibilidades para el mundo financiero. Pero también tienen un problema: la incertidumbre regulatoria. No hay unas reglas del juego claras y comunes que las regulen. Cada país tiene su propia visión y normativa sobre las criptomonedas, lo que crea dudas y riesgos para los inversores y usuarios. Además, las autoridades pueden cambiar de criterio o aplicar medidas duras o punitivas en cualquier momento, lo que afecta al mercado y a la confianza. 

Esto es un gran desafío educativo, ya que hay que informar y educar a las personas sobre los aspectos legales y fiscales de las criptomonedas, así como sobre sus derechos y deberes. En este contexto tan cambiante, no siempre es fácil promover el diálogo y la colaboración entre los actores del ecosistema cripto y los reguladores. 

Desafío 5: La publicidad engañosa y las estafas. El espacio cripto es un terreno fértil para la publicidad engañosa y las estafas. Muchos proyectos y plataformas prometen ganancias rápidas y fáciles, sin explicar los riesgos y las condiciones. Algunos incluso son fraudes que solo buscan robar el dinero o los datos de los usuarios. Esto no es fácil de detectar, sobre todo para los que se inician en este mundo. Entre tanta información y propaganda, la educación financiera objetiva se hace más difícil. Hay que verificar la reputación y la transparencia de los proyectos, leer las opiniones de otros usuarios y expertos, y comparar las diferentes opciones. También hay que desconfiar de las ofertas demasiado buenas para ser verdad, y de los mensajes que piden datos personales o contraseñas. La educación financiera (objetiva) es la mejor defensa contra la publicidad engañosa y las estafas. Pero, repito, no es fácil. 

Para comprender las criptomonedas, se necesita estudiar e investigar de forma objetiva. Sin embargo, las redes sociales inducen a una mentalidad de rebaño que puede acarrear consecuencias financieras negativas. No basta con aceptar un dogma como educación. ¿Bitcoin es una creencia ciega o una oportunidad de aprendizaje? Educar en este ámbito es complejo. Hay que superar muchos obstáculos: el sesgo ideológico, el lenguaje técnico, los riesgos, la regulación, la publicidad engañosa y las estafas.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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