América Latina y el BRICS: ¿qué beneficios tendría unirse al bloque?

El BRICS es un grupo de países que están creciendo mucho y que quieren tener más peso en el mundo. Sus siglas son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Estos países tienen muchas cosas en común, como una gran población, una economía dinámica y una cultura diversa. Pero también tienen muchas diferencias, como el clima, la política y el idioma. El BRICS se reúne cada año para hablar de temas como el comercio, la seguridad y el desarrollo. Y no solo eso, sino que también invita a otros países a participar de sus proyectos. Algunos países de América Latina, como Argentina, han pedido entrar al BRICS. ¿Será que quieren ser parte de la fiesta o que tienen miedo de quedarse solos?

Ahora bien, el BRICS es un grupo de países que tienen mucho dinero y mucho poder. Y también tienen mucho interés en comprar lo que tú produces. Ya sea soja, cobre, carne o café, el BRICS es un gran mercado para tus exportaciones. Y no solo eso, sino que también te ofrece la posibilidad de diversificar tus mercados. Así no dependes tanto de Estados Unidos o Europa, que a veces son muy exigentes y caprichosos. Entrar al BRICS podría ser una buena estrategia para mejorar tu economía y tu posición en el mundo.

Por otro lado, el BRICS es un grupo de países que tienen mucho talento y mucha creatividad. Y también tienen mucho interés en desarrollar nuevas tecnologías y conocimientos. Ya sea en inteligencia artificial, biotecnología, energías renovables o nanotecnología, el BRICS es un importante centro de innovación tecnológica. Y no solo eso, sino que también te ofrece la posibilidad de acceder a estas tecnologías y conocimientos. Así puedes mejorar tu competitividad, tu productividad y tu calidad de vida. Entrar al BRICS podría ser una buena oportunidad para impulsar tu desarrollo y tu progreso.

El BRICS, también, es un grupo de países que tienen mucho poder y mucha visión. Y también tienen mucho interés en defender sus intereses y propuestas en los foros internacionales. Ya sea en la ONU, el G20, la OMC o el FMI, el BRICS es un importante actor en los asuntos globales. Y no solo eso, sino que también te ofrece la posibilidad de fortalecer tu voz y tu posición en estos foros. Así puedes tener más protagonismo, más reconocimiento y más respeto. Entrar al BRICS podría ser una buena opción para mejorar tu diplomacia y tu liderazgo.

Antes de que te emociones demasiado con la idea de entrar al BRICS, déjame contarte algunas posibles desventajas que podrías enfrentar. No es que quiera desanimarte, pero creo que es mejor que sepas lo que te espera. Así podrás tomar una decisión más informada y consciente.

Ahora vemos la otra cara de la moneda. Primero, entrar al BRICS no significa que te vas a volver rico de la noche a la mañana. Al contrario, podrías tener que hacer muchos sacrificios y ajustes para adaptarte a las condiciones del bloque. Por ejemplo, podrías tener que abrir tu mercado a la competencia de productos más baratos y de mejor calidad de China o India. O podrías tener que aceptar las reglas y las presiones de Rusia o Sudáfrica en temas como el comercio, la inversión o la deuda. O podrías tener que renunciar a algunos beneficios o preferencias que tenías con otros socios comerciales como Estados Unidos o la Unión Europea. En resumen, entrar al BRICS podría implicar perder autonomía y soberanía económica.

Segundo, entrar al BRICS no significa que vas a acceder a la última tecnología del mercado. Al contrario, podrías tener que enfrentarte a una brecha tecnológica aún mayor con respecto a los países más avanzados. Por ejemplo, podrías tener que depender de la transferencia o la importación de tecnología de China o India, sin desarrollar tu propia capacidad de innovación y producción. O podrías tener que aceptar los estándares y las normas de Rusia o Sudáfrica en temas como la propiedad intelectual, la seguridad o la privacidad. O podrías tener que renunciar a algunos proyectos o programas de cooperación tecnológica que tenías con otros países o instituciones como Japón o la NASA. En resumen, entrar al BRICS podría implicar perder competitividad y creatividad tecnológica.

Tercero, entrar al BRICS no significa que vas a tener más influencia en el mundo. Al contrario, podrías tener que asumir una posición más subordinada y marginal dentro del bloque. Por ejemplo, podrías tener que seguir la agenda y los intereses de Brasil o China, sin tener voz ni voto en las decisiones importantes. O podrías tener que acatar las directrices y las exigencias de Rusia o Sudáfrica en temas como los derechos humanos, la democracia o el medio ambiente. O podrías tener que romper o deteriorar tus relaciones con otros actores políticos como Estados Unidos o la ONU. En resumen, entrar al BRICS podría implicar perder identidad y liderazgo político.

¿Por qué entrar al BRICS? Esa es una buena pregunta. Algunos dirán que es porque el BRICS es el futuro, y que hay que estar del lado de los ganadores. Otros dirán que es porque el BRICS es el amigo, y que hay que estar del lado de los solidarios. Y otros dirán que es porque el BRICS es el desafío, y que hay que estar del lado de los valientes.

¿Por qué no mejorar nuestra relación con Estados Unidos o Europa? Esa es otra buena pregunta. Algunos dirán que es porque Estados Unidos o Europa son el pasado, y que hay que dejar de depender de ellos. Otros dirán que es porque Estados Unidos o Europa son el enemigo, y que hay que dejar de someterse a ellos. Y otros dirán que es porque Estados Unidos o Europa son el aburrimiento, y que hay que dejar de imitarlos.

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Claro que no hay una respuesta única ni fácil a estas preguntas. Depende de lo que queramos, de lo que podamos y de lo que nos convenga. Y también depende de lo que ellos quieran, de lo que ellos puedan y de lo que ellos nos ofrezcan.

Entrar al BRICS puede ser una oportunidad o un riesgo. Una ventaja o una desventaja. Un acierto o un error. Todo depende de cómo lo hagamos y de cómo nos vaya.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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