Top criptonoticias de la semana: Dogecoin, caída del precio de Bitcoin, BNB a mil dólares y mucho más

El que no tenga la sangre para estar en este mercado tan temperamental mejor dedíquese a otra cosa. He aquí un secreto: Los fundadores, directivos e inversores tempranos de Coinbase hicieron millones en cuestión de días. ¿Qué clase de idiota no aprovecha vender el día de su propia IPO? Eso es lo que se hace durante los IPOs. ¿Para qué lanzar un IPO sino para financiarse? Se tomó un precio inicial de locura. Y comenzó a vender. ¡Éxito total!

Claro que los traders de Bitcoin hicieron lo que siempre hacen. Compraron el rumor y vendieron la noticia. El precio subió en las vísperas del evento. Luego, el precio bajó después del evento. Estamos ante un disco rayado. Ya deberíamos estar acostumbrados. Pero, por alguna razón, no lo estamos. 

Claro que ahora las preocupaciones en torno al plan de impuestos de Biden están hundiendo todo. Entonces, la venta de la noticia de Coinbase y esta última caída se combinaron creando una gran caída para Bitcoin. Pero, bueno, la fortuna favorece a los pacientes. El que entra en pánico pierde. Así de simple.

Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más populares de esta semana.

Para nadie es un secreto que la fe es un componente esencial en este espacio. Esta fe puede ser irracional o racional. Pero fe, al fin y al cabo. Por muy vacío que nos pueda parecer un proyecto, si encuentra demanda, el precio sube. De hecho, no es muy difícil encontrar demanda. Cualquier activo puede subir de precio con la debida promoción. De hecho, las grandes estafas siempre comienzan con grandes promesas. Lo difícil es saber distinguir entre los malos proyectos y los buenos proyectos. Y eso en un auge alcista es sumamente difícil de precisar. 

¿Es Dogecoin un proyecto legítimo? En teoría, no se diferencia demasiado de Bitcoin. Después de todo, Dogecoin cuenta con un código y una comunidad. ¿Es una burbuja? ¿Está sobrevalorada? Esto también es difícil de determinar porque estamos ante un activo fiduciario. Lo que, nos guste o no, sigue una lógica bastante circular. Es decir, vale lo que la gente cree que vale. Ahora bien, en este momento, sin embargo, todo entusiasmo generado en torno a Dogecoin parece una manipulación barata de un puñado de celebridades oportunistas buscando una ganancia fácil. 

El esquema, obviamente, está funcionando, porque la criptomoneda ha creciendo exponencialmente gracias a la campaña. Pero aún está por verse qué tanto dura esta luna de miel una vez que los promotores principales de esta trampa comiencen a cobrar sus ganancias. Ah, pero, ¿acaso Bitcoin es diferente? Claro que Bitcoin también es un activo fiduciario. Cualquiera podría hablar de Bitcoin en los mismos términos que ahora yo estoy hablando de Dogecoin. Sin embargo, la comunidad Bitcoin no es un grupete improvisado realizando un esquema pump and dump. O sea, Bitcoin cuenta con una mejor construcción social. Por ende, se trata de un proyecto muchísimo más sólido. 

Compra el rumor. Vende la noticia.” Una práctica más vieja que las ventosas. Pasa una y otra vez en este mercado. Sin embargo, siempre sorprende. El entusiasmo suele formarse antes del gran evento cuando todo es ilusión. Por esta razón, lo bueno viene antes del evento esperado. Durante el día del evento, el resultado suele estar entre mediocre y bueno. Luego, durante los días después del evento suele venir la decepción. Es decir, los traders venden la noticia.

El IPO de Coinbase fue todo un éxito. Claro, fue un éxito principalmente para sus fundadores e inversores tempranos. Fue un fracaso si nos guiamos por la película que se formó durante el periodo del rumor. Sin embargo, la acción se vendió muy por encima del valor fundamental de la compañía. Y los dueños hicieron una millonada en el proceso. El precio bajó un poco, debido a las ventas masivas por parte de los insiders. Es decir, lo mismo que ocurre en todos los IPOs. Los fundadores, directivos, y capitalistas de riesgo obtuvieron sus ganancias vendiendo acciones durante el IPO. Aquí no se está descubriendo el agua tibia. Es lo mismo que siempre ocurre en casi todos los IPOs.

Los analistas suelen usar los indicadores que apoyen sus ideas. Hay muchos modelos. Hay muchas señales. Pero el precio termina haciendo lo que le da la gana. Los bitcoiners, por razones ideológicas presumo yo, casi nunca toman en cuenta la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos como un modelo de predicción de tendencia. Por alguna razón, siempre se ignoran los factores macros y siempre se apela a los indicadores más técnicos de Bitcoin. Se pretende que Bitcoin es una isla soberana que no tiene nada que ver con el dólar o la economía mundial. Error. Bitcoin es una tasa de intercambio. Claro que depende de factores externos.

Los indicadores técnicos pueden decir mil cosas. Pero si la Reserva Federal el día de mañana sube las tasas de interés, aquí no hay indicador que valga. En ese caso, el dólar se fortalece y Bitcoin, junto a las acciones bursátiles, se va al suelo. Así de sencillo. La duración de nuestro periodo alcista, nos guste o no, está en las manos de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Es decir, en las decisiones de Jerome Powell.

Los mercados fluctúan, señores. Suben y bajan antes de volver a subir. Las correcciones son necesarias. Y los periodos de consolidación son igualmente necesarios. Hay que darle tiempo al tiempo. No podemos predecir alzas verticales todo el tiempo. Estas son expectativas irreales. En el caso de Binance Coin, la gran ventaja es que tiene un buen padrino. Aquí estamos en lo que se podría llamar una “manipulación virtuosa”. La criptomoneda es obviamente centralizada, pero no hay mucha gente quejándose, porque todos han hecho dinero con BNB. El exchange cuida a sus inversores cuidando el precio de BNB. Así sí da gusto el centralismo.

El término “burbuja” es abusado constantemente por medio mundo. Se usa tanto que ya se está convirtiendo en un término vacío. Ahora bien, en las condiciones actuales, cuando todos los mercados están siendo dominados por la Reserva Federal, en teoría, todo es una burbuja. Es decir, nada se corresponde a los fundamentales. No hay concordancia. Las valoraciones bursátiles no se corresponden al Producto Interno Bruto (EEUU). Nada cuadra. Porque estamos en un boom artificial. Todo está subiendo gracias a la impresión de dinero inorgánica.  Es decir, todo es una burbuja.

Ahora bien, si todo es una burbuja, ¿qué hacemos? Bueno, si todo es una ilusión, lo más sensato es escoger la ilusión más bonita. Sería una locura perderse de este periodo alcista y refugiarse en el dólar. ¿Qué vamos a comprar? ¿Bonos del Tesoro? Ok, si nos guiamos por los fundamentales, todo está sobrevalorado. Nada tiene sentido. Es cierto. En teoría, nada debería estar subiendo. Sin embargo, todo sube, debido a las épicas inyecciones de liquidez de las autoridades monetarias. Es decir, no es tan sencillo como decir “burbuja” y ya.