¿Se podría agudizar la crisis bancaria?

Sabemos que la vida nos enseña que las cosas siempre pueden ponerse peor. Por esa razón, siempre existe la tentación de pensar que la crisis bancaria puede agravarse. De hecho, si nos hacemos esta pregunta con curiosidad, es porque no confiamos plenamente en el sistema bancario estadounidense. Los aspectos subjetivos son muy importantes en esta situación. Porque en este mundo tan complicado, muchas veces lo que esperamos se vuelve realidad por el arte de una profecía autocumplida. Entonces, si los depositantes empiezan a temer que su banco tenga problemas de solvencia… eso ya es motivo de preocupación. Pero, más allá de esto, ¿hay más razones para preocuparse?

El sector bancario regional de Estados Unidos está atravesando una grave crisis desde marzo de 2023. Los bancos quebrados son: First Republic Bank, Silicon Valley Bank y Signature Bank. Estos bancos se dedicaban principalmente a prestar servicios a clientes adinerados y relacionados con las criptomonedas y la tecnología. Estos tres tenían en común una rápida expansión, una fuerte exposición a los bonos del Tesoro y las hipotecas, y una gran dependencia de los depósitos no asegurados. La crisis se desencadenó por el aumento de los tipos de interés, la falta de confianza en el sistema bancario y la relajación regulatoria.

Los reguladores tuvieron que intervenir y vender los activos y depósitos de los bancos fallidos. Sin embargo, la crisis está lejos de terminar y el entorno macroeconómico para los bancos regionales vulnerables sigue siendo muy desfavorable. Algunos expertos sugieren que la Reserva Federal debería pausar su ciclo de subida de tipos para evitar más daños al sector financiero. Pero eso aún está por verse. Lo que sí es cierto es que esta crisis bancaria muestra la necesidad de una mayor supervisión y regulación del sistema bancario estadounidense.

Ahora bien, el mundo de la banca está en crisis. Varios bancos han quebrado o han sido rescatados por sus competidores. Los clientes han retirado su dinero por miedo a perderlo. Los bancos centrales han intervenido para evitar el colapso del sistema financiero. ¿Pueden seguir los colapsos? Difícil saberlo. Pero todavía es muy temprano para descartar la posibilidad.  

La crisis se debe a que los bancos tienen deudas que han perdido valor por el aumento de los tipos de interés. Los tipos de interés son el precio del dinero que los bancos se prestan entre sí o a sus clientes. Cuando suben, los préstamos se encarecen y los ahorros se revalorizan.

Los bancos centrales subieron los tipos de interés el año pasado para frenar la inflación, es decir, el aumento generalizado de los precios. Eso sorprendió a los bancos, que habían emitido deuda cuando los tipos eran más bajos. Al subir los tipos, la deuda se devalúa y los bancos pierden dinero.

Bueno, ya sabemos que la crisis empezó en Estados Unidos, donde tres bancos medianos quebraron en marzo: Silicon Valley Bank, Signature Banky, First Republic. Fueron los mayores fracasos desde la crisis financiera de 2008.

En Europa, el gigante suizo Credit Suisse, uno de los mayores bancos del mundo, fue absorbido por su rival UBS en una operación forzada. El banco sufría problemas desde hacía tiempo y sus clientes perdieron la confianza.

Los bancos centrales reaccionaron ofreciendo dinero extra a los bancos para que pudieran seguir funcionando con normalidad. Esa medida se tomó también en 2008 y al inicio de la pandemia para evitar el pánico y garantizar que los bancos pudieran prestar y pagar a sus clientes.

Los políticos y los bancos centrales dicen que la situación está bajo control y que no hay riesgo de otra crisis financiera global. Las acciones de los bancos han bajado, pero se han estabilizado bastante. Claro que, si el Congreso no aprueba subir el techo de la deuda pública pronto, una situación de impago de los bonos del Tesoro… provocaría una crisis bancaria a niveles cósmicos. En ese caso, los bancos caerían como naipes.

Curiosamente, los bancos británicos no se han visto afectados directamente por las quiebras o rescates de otros países. El gobierno británico asegura que el sistema bancario del Reino Unido es seguro, sólido y bien capitalizado.

La crisis puede tener algunas consecuencias para todos, como una menor rentabilidad de los ahorros, un mayor coste de los préstamos o una menor oferta de productos financieros. Pero no hay que preocupar por la seguridad de tu dinero si se tiene un banco bien capitalizado, bien regulado y bien protegido.

En mi opinión, es posible que haya otras crisis bancarias, sobre todo si los bancos centrales siguen endureciendo la política monetaria. Hay muchos bancos en situaciones similares a los bancos quebrados. Sin embargo, hay que esperar que no haya contagios generalizados gracias a las intervenciones de los bancos centrales como proveedores de liquidez. El reto es cómo resolver la insolvencia de una institución sin poner en riesgo el dinero de los contribuyentes.

La gente está muy nerviosa y dividida. No confía en nadie. Y menos aún si se trata de una institución con poder. Pero el caos no le conviene a nadie. En esta situación, hay que actuar con firmeza y unión. Hay que trabajar juntos a nivel internacional y poner reglas claras y justas al sector financiero. También hay que exigir a los que dirigen y poseen los bancos que paguen por sus errores. Y hay que cuidar a los que tienen su dinero en los bancos, asegurando sus ahorros y dándoles libertad para cambiar de entidad.

Los libertarios y los defensores a ultranza del libre mercado creen que el Estado nunca debe intervenir en el sector financiero. Sin embargo, esta postura es muy bonita en teoría, pero muy peligrosa en la práctica. Cuando hay un desastre, se necesita una solución. Sin un prestamista de última instancia, los bancos pueden caer en pánico y quebrar por falta de liquidez. Esto puede provocar una crisis sistémica que afecte a toda la economía. Una crisis bancaria no es buena para nadie. Todos dependemos de los bancos de una forma u otra. Si los bancos se hunden, nos hundimos todos. Incluso los que tienen oro o Bitcoin van a sufrir las consecuencias de una recesión profunda y prolongada. Por eso, es necesario que haya una autoridad que pueda prestar dinero a los bancos en momentos de crisis y evitar el colapso financiero. Hay males que son parte de la vida. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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