¿Por qué no hay confianza en los economistas?: ¿”Bitcoin fix that”?

Vivimos en un mundo donde todos tienen la razón. Obviamente, es un mundo sumamente polarizado. Se podría decir que ya no hay debate. Lo que tenemos, en su lugar, son tribus enfrentadas. Pocos son los que confían en los expertos. Porque los “expertos” son parte de la conspiración. “Únicamente los expertos de mi tribu tienen la razón”. Es decir, solo el experto que cuenta mi verdad es un verdadero experto. El resto de los “expertos” son estafados de oficio. La visión “Bitcoin fix that” es muy conveniente porque en oposición siempre se tiene la razón. Después de todo, “los economistas no saben nada de asuntos económicos”. Hablemos de este fenómeno. 

Me encanta Bitcoin. Tengo Bitcoin. Compro Bitcoin. Y uso Bitcoin. Eso no quiere decir que debo seguir ciegamente todo lo que digan otros bitcoiners. Reclamo mi derecho a la duda. El activo es genial. De hecho, invertir en Bitcoin ha sido una de las decisiones financieras más inteligentes de mi vida. Lo recomiendo mucho. Ahora bien, eso no implica que debo adoptar los dogmas libertarios. Me refiero a la promoción de la utopía libertaria: Fin de los bancos, fin del dinero fiat, libre mercado para todo, cero regulaciones, y Bitcoin para todo el mundo. Del mismo modo que podemos comprar oro como inversión sin abogar por un regreso al patrón oro, bien podemos invertir en Bitcoin como inversión sin adoptar el elemento político. ¿O no cuenta con esa libertad?

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¿Qué significa eso de “Bitcoin fix that”? En primer lugar, es una especie de mesianismo. O sea, la solución mágica para todos nuestros problemas. Pero es un mesías en versión anarco-capitalista. Por supuesto, se trata de una visión muy popular entre los libertarios, anarquistas y conversadores. Se podría decir que la idea encaja como anillo al dedo para la ideología californiana: Libertarismo, tecnología y contracultura. En teoría, todo es muy sencillo. No intervención estatal, conservadurismo económico, libertad personal y tecnología con una fuerza para bien. 

¿Cuál es la solución? Fundamentalismo de libre mercado y una moneda dura. Bitcoin soluciona eso. Es decir, todo funcionará en libre mercado. Nada de planificación centralizada. Los sistemas pueden ser totalmente descentralizados gracias a la tecnología blockchain. El origen de todo, por supuesto, es el dinero. Lo que convierte al dinero fiat en la fuente de todos los males. En este caso, la propuesta sería sustituir el dinero fiat por Bitcoin. No por decreto gubernamental, sino de manera voluntaria. Se trata de dinero duro. Mejor dicho, dinero con suministro limitado. Pero su tasa se define por la oferta y demanda. En cierto modo, sería un regreso al dinero mercancía. Pero, esta vez, con mejor tecnología. O sea, lo que antes no era posible ahora sí lo es. 

Todo suena maravilloso. Pero resulta claro que se trata de los viejos dogmas liberatorios. Esta vez revestidas con retórica tech. Todo suena de última generación, pero en el fondo son ideas más viejas que las ventosas. Decidí escribir este artículo después de escuchar una entrevista de Anthony Pompliano en CNBC. Obvio que el sujeto es miembro de la tribu libertaria con visiones muy definidas sobre la economía. Pero también tenemos a Cathie Wood, Thomas Lee, y Mike Novogratz que nos presentan otro estilo de ser bitcoiner. Se trata de un estilo menos político y más financiero.

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Las tribus posmodernas se desarrollan con ideas propias. Y, por supuesto, no confían en los economistas en materia económicas. ¿Por qué? Los cypherpunks no eran economistas. Satoshi Nakamoto no era economista. Sin embargo, cualquier bitcoiner confiaría más en ellos que en cualquier premio Nobel de economía. De hecho, las opiniones de los economistas siempre distan mucho de las opiniones del público en general. Los economistas, por ejemplo, tienden a ser más optimistas que el público en materia económica. Al menos en los Estados Unidos, el economista académico piensa muy distinto al estadounidense promedio. Definitivamente, hay una desarticulación profunda (véase estudio). 

¿Por qué nadie busca orientación en los economistas en materia económica? La economía es una de esas áreas del conocimiento donde todos se creen expertos por intuición. Pero la economía en sí se ha vuelto un asunto cada vez más complejo. Entonces, para la persona de pie el economista habla puras sandeces y él sabe mucho más. Por otro lado, las posturas económicas se vuelven parte de la identidad política de los grupos sociales. Y la identidad política toma raíces. Entonces, si eres de derecha asumes una economía conversadora. Si eres de izquierda, asumes una economía progresista.  

Ahora bien, la gran mayoría de los economistas estuvieron a favor de las medidas tomadas durante y después de la crisis crediticia del 2008. Eso dista mucho de lo que escuchamos en los documentales de Youtube. Podemos hablar de cualquier tema económico y probablemente hay una disonancia entre los economistas y el público. De hecho, los economistas por lo general son atacados por la derecha y por la izquierda. ¿Por qué? Bueno, porque la ciencia es la ciencia. Y los resultados a veces ofenden a un bando y a veces ofenden al otro bando. 

“Bitcoin fix that” dice un influencer en Youtube. Y se dice de manera categórica. No hay lugar para la duda o el debate. De hecho, suena evidente. Es casi sentido común. Y, en efecto, el que no piense igual es parte de la conspiración. O sea, es el Establecimiento que se niega a morir. El poder de una frase que elimina el debate. ¿Cómo Bitcoin solucionará los problemas económicos del mundo? ¿Cuáles son las consecuencias de un sistema de moneda dura? ¿Cuáles son los costos de la no-intervención estatal en la economía? 

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Anthony Pompliano, al parecer, estudió economía. Pero dice que le enseñaron muchas sandeces en la Universidad. O sea, es tan experto que puede dar fe que los expertos no saben nada. En otras palabras, estuvo dentro y puedo oler la basura. He aquí lo que me resulta sospechoso de sus comentarios. El pensamiento económico siempre está actualizándose. Siempre salen nuevos estudios que refutan las ideas aceptadas. Si bien es cierto que podemos recurrir a las estadísticas para saber lo que piensan la mayoría de los economistas en un momento dado, también es cierto que cada economista es un individuo pensante en la búsqueda de dar su aporte.

La economía es más un método para llegar al conocimiento que una lista de creencias predeterminadas. Los supuestos credos económicos son una forma de propaganda política. Seguidor de la escuela austriaca: Eso en realidad quiere decir que eres libertario. El keynesianismo: Eso en realidad quiere decir que eres progresista. Pero la economía como tal es ciencia, no política. En mi opinión, Anthony Pompliano es más liberatario que economista.