La criptominería está atrayendo a los principales productores de energías renovables del mundo

En+ Group, el mayor productor mundial de aluminio bajo en carbono y el mayor generador de energía hidroeléctrica del sector privado, ha entrado en su primera empresa conjunta de criptominería.

La nueva empresa, llamada Bit+, se centrará en la creación de instalaciones que apoyen la minería de criptomonedas al mismo tiempo que busca emitir una baja huella de carbono. El socio de En+ Group en Bit+ es la empresa rusa BitRiver, que proporciona servicios de alojamiento y soluciones de llaves de seguridad a gran escala para operaciones institucionales de criptominería.

BitRiver opera actualmente el mayor centro de datos que ofrece servicios de alojamiento web para la minería de Bitcoin (BTC) en la Federación Rusa y ofrece servicios similares en todo el país y a los vecinos de la Comunidad de Estados Independientes.

El primer resultado de la empresa Bit+ es la instalación de una nueva instalación cerca del centro de datos existente de BitRiver en Bratsk, situado en la región de Irkutsk de la Federación Rusa. En+ Group ha comprometido 10 megavatios para dicha instalación, la cual está compuesta de modulos para las unidades de criptominería y ya está en funcionamiento. Las empresas tienen planes para ampliar la capacidad de la instalación a unos 40 megavatios.

Para su fase inicial, la instalación está compuesta por 14 modulos, cada uno de los cuales es un contenedor de transporte convertido que es tan grande como un centro de datos de minería de criptomonedas a gran escala. Cada unidad puede acomodar hasta 400 mineros S19 Pro de Bitmain.

En una declaración oficial, En+ Group proporcionó cierto contexto en relación con la elección de la región de Irkutsk y su aparente viabilidad para soluciones de bajo carbono en la minería de criptomonedas:

“Nuestros activos energéticos en la región [de Irkutsk] producen electricidad barata y con bajo contenido de carbono a partir de fuentes renovables, y podemos ofrecer el excedente de energía a estas asociaciones. Además, la baja temperatura media anual reduce la energía requerida por los centros de datos, haciéndolos más eficientes y minimizando aún más su huella de carbono”.

Como se informó, el alto consumo de energía eléctrica sigue siendo un talón de Aquiles para el sector de la criptomonedas, en particular para monedas como Bitcoin, cuyo algoritmo de consenso es computacionalmente intensivo y, por lo tanto, exige niveles excepcionalmente altos de energía para su mantenimiento.

Varios expertos en materia de energía han intentado reorientar el debate energético alrededor de Bitcoin alejándolo del tema del consumo eléctrico. En su lugar se han centrado en analizar dónde se produce esa energía y cómo es generada, y argumentan que es más importante asegurar que se tomen decisiones menos dañinas en la etapa de generación de energía.

Ahora que los agentes financieros y geopolíticos están entrando en el clímax de la política climática mundial, queda por ver hasta qué punto la ecologización del consumo de energía para la minería de criptomonedas, en lugar de tratar de reducirla, será suficiente para que el sector sea verdaderamente sostenible.

Sigue leyendo: