La Corte declara culpable a una empresa blockchain por violación de licencia, pero el CEO asegura que se defenderá

El desarrollador holandés de software blockchain de código abierto, Jelurida, ganó su caso contra Apollo Fintech por incumplimiento de los derechos de autor.

El 22 de septiembre, un tribunal holandés falló en contra de Apollo por clonar más del 75% del código del software blockchain Nxt (NXT) de Jelurida, pero sin adherirse a la Licencia pública de Jelurida (JPL). Junto a Nxt, la compañía también es el desarrollador de la plataforma blockchain Ardor.

JPL permite que otros desarrolladores utilicen y modifiquen libremente el código de Jelurida para la cadena de bloques Nxt, pero sus términos estipulan que deben mantenerlo en el espíritu de “copyleft” del código abierto y distribuir sus productos derivados bajo las condiciones de la licencia pública. 

Apollo habría violado estas condiciones al reemplazar el JPL en su software con una licencia propietaria en octubre de 2019.

Para ganar el caso, Jelurida proporcionó al tribunal pruebas de que “el 75,39% del código Apollo por líneas depende directa o indirectamente del código NXT”. Habiendo probado esto, el juez dictaminó que Apollo debe cumplir con sus obligaciones con JPL dentro del territorio de los Países Bajos y debe emitir un retiro de sus productos a todos sus clientes en los Países Bajos dentro de los siete días.

También se ordenó a la fintech que divulgara información relacionada con el software Apollo que distribuyó, incluidos los precios de venta, los cálculos de ganancias y los nombres de las personas involucradas en la distribución del software dentro del país. Por último, la empresa tiene que pagar la factura legal de Jelurida de 38.781 euros (45.470 dólares).

Según la compañía, Apollo optó por retirar voluntariamente una demanda que sus afiliados en Estados Unidos habían intentado iniciar contra Jelurida, alegando acoso.

Sin embargo, hablando con Cointelegraph, el CEO de Apollo, Stephen McCullah, sostuvo que la batalla legal estaba lejos de terminar.

McCullah argumentó que el caso de Jelurida estaba motivado por la competencia y que Jelurida no tenía los derechos para cambiar los términos de su licencia de código abierto a JPL pagado. También alegó que algunos de los desarrolladores originales de Nxt no sabían que Jelurida estaba usando Nxt.

Al caracterizar la demanda de los Países Bajos como “inútil”, McCullah afirmó que Apollo había “agregado una licencia de código abierto sobre [JPL], que se refería únicamente a nuestras adiciones de código [Apollo]. Su código siempre estuvo 100% protegido por su licencia”.

El CEO dijo que Apolo no tenía ventas en Holanda que se pudieran ver afectadas por el fallo. En un futuro próximo, dijo que Apolo tendrá que establecer una billetera especial para los Países Bajos que muestre el JPL, “hasta que obtengamos el resultado deseado de disolver sus derechos y hacerlo de código abierto”.

Según McCullah, Apollo emprenderá acciones legales en los EE. UU., donde cree que la empresa puede obtener al menos derechos parciales sobre el código de NXT.

“Nuestra principal prioridad es obtener un fallo para eliminar la licencia paga de Jelurida, de modo que NXT pueda volver a ser un proyecto de código abierto”, dijo.

El director y cofundador de Jelurida, Lior Yaffe, dijo a Cointelegraph: 

“Una de las razones para llevar el caso Apollo a los tribunales fue demostrar de una vez por todas que las licencias de código abierto son tan válidas y vinculantes como las licencias comerciales. Algunas personas creen que, cuando el código fuente está disponible, pueden hacer lo que quieran con él, mientras que de hecho algunas licencias de código abierto, y especialmente las ‘copyleft’, tienen requisitos adicionales”.

Reconociendo que algunos han argumentado en contra de la proliferación de demasiados tipos diferentes de licencias de código abierto, Yaffe dijo que las opciones existentes “no siempre son las más adecuadas”

JPL, dijo Yaffe, “tiene en cuenta que hoy el valor de un proyecto blockchain no está solamente en el código, sino en la instancia única de blockchain y el token de criptomoneda que mantiene este proyecto con sus desarrolladores, comunidad y holders”, todos cuyos intereses es “preservar y aumentar” el valor del token.

Cualquiera que sea el resultado final de las reclamaciones en competencia de las dos empresas, la lucha legal por la licencia del código parece que continuará.

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