La aduana de Hong Kong incauta 300 GPU de criptominería en una operación anticontrabando

El 2 de abril, en las aguas frente a las autoridades internacionales de Hong Kong, la Aduana detectó figuras sospechosas que descargaban cajas de cartón de un barco de pesca en una lancha rápida cercana. Mientras los hombres huían con éxito, las autoridades habrían detenido el barco pesquero y encontrado allí un gran lote de productos aparentemente de contrabando: desde aletas de tiburón secas y cosméticos hasta productos electrónicos.

En particular, entre estos productos, con un valor estimado de $31 millones en total, se informó de un alijo de más de 300 tarjetas gráficas Nvidia CMP 30HX; una nueva línea de GPU dedicada a la minería de criptomonedas, que Nvidia lanzó a principios de este año con el fin de asegurar que su otro hardware de GPU seguirá siendo utilizado principalmente por los jugadores.

“Para abordar las necesidades específicas de la minería de Ethereum, estamos anunciando la línea de productos NVIDIA CMP, o Procesador de minería de criptomonedas, para minería profesional”, explicó Nvidia a mediados de febrero. 

El CMP 30HX ofrece una tasa de hash de Ether de hasta 26MH/sy, según se informa, y se basa en la arquitectura Turing anterior de 12 nm. Viene sin salidas de pantalla, ya que no está diseñado para ser utilizado para cargas de trabajo de gráficos. Se dice que la 30HX se ha vendido a más de $700 dólares, un precio que ha sido objeto de cierta burla por parte de los periodistas tecnológicos, debido a su desfavorable comparación con otras GPU más baratas que pueden utilizarse para la minería de criptomonedas.

Algunos han especulado que las tarjetas de contrabando se dirigían a China, donde varias autoridades regionales han tomado medidas para evitar las operaciones de minería de criptomonedas, aunque aún no existe evidencia para sustentar esta afirmación.

De vuelta en Hong Kong, el anuncio oficial indica que el propietario de 43 años del barco pesquero ha sido arrestado y que se está investigando la operación frustrada. Según la Ordenanza de Importación y Exportación de Hong Kong, cualquier persona declarada culpable de contrabando enfrenta una multa máxima de $2 millones de dólares y una pena de prisión de siete años.

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