El renovado ataque del Congreso a las “Big Tech” puede despejar el camino hacia la descentralización

El martes, un subcomité de la Cámara de Representantes publicó un extenso informe que pone a las Big Tech en la mira de las grandes reformas antimonopolio.

Las cuatro empresas en el centro del informe, Apple, Google, Facebook y Amazon, han estado en aguas turbulentas con el Congreso desde hace un tiempo. Pero mientras el tono de la reciente conversación es puntual hacia esas empresas, también parece prever un cambio más amplio hacia nuevas normas que evitarían que empresas tecnológicas alcancen este nivel de centralización.

Obviamente, esa es una ambición elevada, y los arrolladores ideales políticos no llegan a la práctica del mercado sin un amplio compromiso. No obstante, los cambios de normas propuestos no sólo eliminarían enormes trozos de las reivindicaciones de estas empresas en el mercado de la tecnología, sino que también parecen dejar el campo abierto a las empresas blockchain que hacen que la concentración de poder no sea sólo ilegal, sino también tecnológicamente imposible.

Las infracciones nombradas

El informe, titulado “Investigation of Competition in Digital Markets”, proviene del personal de la mayoría demócrata del Subcomité Antimonopolio de la Cámara de Representantes del Comité Judicial. Es un relato de 449 páginas de América (Estados Unidos) y sus desenamores con las Big Tech.

Las críticas centrales ya son familiares: Apple, Google, Facebook y Amazon usan sus roles como guardianes vitales para intimidar a los competidores y abrirse camino en nuevos mercados basándose en una palanca mal habida. En sus propias palabras:

Las plataformas dominantes han utilizado su integración para vincular productos y servicios de manera que puedan encerrar a los usuarios y aislar las plataformas de la competencia. Google, por ejemplo, requirió que los fabricantes de teléfonos inteligentes que buscan usar Android también preinstalen y otorguen un estado predeterminado a ciertas aplicaciones de Google, lo que permite a Google mantener su monopolio de búsqueda y desplazar las oportunidades para los desarrolladores externos.

Apple y Google están en batallas legales con Epic Games, la empresa detrás de Fortnite, por su comisión del 30% en transacciones a través de sus plataformas, que Epic Games intentó eludir utilizando su propia moneda. Apple y Google bloquearon a Fortnite de sus respectivas tiendas de aplicaciones de inmediato.

La batalla de Epic Games y la comisión del 30%, mucho más alta de lo que generalmente cobran los procesadores de pago de Internet, es solo una entrada reciente en una larga lista de antecedentes de comportamiento de intimidación. Y si bien todos parecen reconocer que estas empresas ahora brindan una infraestructura indispensable en el mundo moderno, el informe hace un llamado a la era que dio origen al movimiento que rompe la confianza para señalar un abuso de poder comparable:

Las compañías que una vez fueron desguazadas, las nuevas empresas que desafiaron el status quo se han convertido en el tipo de monopolios que vimos por última vez en la era de los barones del petróleo y los magnates del ferrocarril.

Soluciones propuestas

El informe no sería tan largo como lo es si la solución que propone fuera tan simple como aplicar la legislación vigente y confiar en las autoridades existentes. El predominio de las cuatro empresas en cuestión forma parte de una acumulación a más largo plazo de precedentes judiciales y vacilaciones normativas que son previas a la era de Internet, pero que se hacen especialmente evidentes cuando se trata de modelos de negocio en Internet:

No está claro si los organismos antimonopolio están actualmente equipados para bloquear las fusiones anticompetitivas en los mercados digitales. El historial de la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia en este ámbito muestra importantes errores y repetidos fallos de aplicación.

El informe propone actualizar la legislación antimonopolio fundamental, como la Ley Sherman, disminuyendo el umbral para el dominio del mercado. Trataría de contrarrestar cualquier adquisición futura. Citando cientos de fusiones y adquisiciones desde 2000, de las cuales las autoridades antimonopolio no bloquearon ninguna, los autores del informe calificarían de ilegal cualquier adquisición futura por parte de una “plataforma dominante”, a menos que se demuestre lo contrario:

El personal del Subcomité recomienda que el Congreso considere la posibilidad de modificar las presunciones para futuras adquisiciones por parte de las plataformas dominantes. En virtud de este cambio, toda adquisición por una plataforma dominante se presumiría contraria a la competencia a menos que las partes que se fusionen puedan demostrar que la transacción es necesaria para servir al interés público y que no se pueden lograr beneficios similares mediante el crecimiento y la expansión internos.

Los autores también sostienen que en las últimas décadas, una serie de decisiones judiciales críticas han embotado las armas originales para el enjuiciamiento de las violaciones de las normas antimonopolio. Los legisladores, dicen, deben anular esos precedentes para proceder.

¿Qué significa esto para las criptos?

Cointelegraph Magazine señaló temprano el día de hoy, que las redes sociales basadas en una cadena de bloques se benefician de cualquier medida contra Facebook. Pero esto va más allá de eso.

El documental de Netflix “El dilema de las redes sociales” sorprende cada vez más a los estadounidenses con la cantidad de información personal que han entregado a la monetización por plataformas de terceros. Pero eso es solo el comienzo. El informe del Comité considera filosóficamente a las plataformas digitales como infraestructura crítica:

Cada plataforma utiliza su posición de guardián para mantener su poder de mercado. Al controlar la infraestructura de la era digital, han supervisado a otras empresas para identificar potenciales rivales y, en última instancia, han comprado, copiado o eliminado sus amenazas competitivas.

Enmarcar la tecnología de Internet como infraestructura es cada vez más común en el Congreso. En realidad, el informe hace un llamado a las medidas antimonopolio que alguna vez disolvieron a los gigantes ferroviarios y de telecomunicaciones como ejemplo. Pero, francamente, el estado de las telecomunicaciones y los ferrocarriles estadounidenses es lamentable.

Pero la búsqueda para hacer que los usuarios de Internet sean más neutrales y accesibles al público, para sacarlos del control de poderosos terceros capaces de usar la información acumulada para sus propios fines, parece un caso de uso bastante claro para un cambio a aplicaciones y sitios que son descentralizados por su naturaleza. En otras palabras, el tipo de infraestructura que la comunidad blockchain ha estado construyendo durante esta última década.

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