Declaración de renta en España: qué hacer en caso de omisión o error en la declaración de los activos cripto

El pasado 30 de junio de 2022 se terminó el plazo para presentar voluntariamente la declaración de la renta de 2021, por lo que cualquier persona que presente fuera de plazo la declaración tendrá que hacer frente a una serie de recargos e intereses de demora que dependerán del tiempo que tarde en presentarla. Sin embargo, también se puede dar el caso de personas que, habiendo cumplido con su obligación de presentar la declaración de la renta en plazo, detecten que han cometido errores en la misma y no sepan cómo han de proceder.

Desde TaxCripto , una plataforma para a la legislación fiscal para liquidación de impuestos que integra funcionalidades para para ayudar a los pequeños y medianos inversores en criptomonedas, explican qué es recomendable hacer en situaciones como esa. El primer paso es enmendar el problema presentando una declaración complementaria.

Se debe presentar voluntariamente y sin requerimiento previo de la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria) una declaración complementaria de la renta del año pasado, incluyendo las operaciones con criptomonedas correspondientes, y posteriormente pagará la cuota que corresponde más un recargo. Este monto extra a pagar puede ir desde el 1% al 15% de la cuota dejada de ingresar en función del tiempo que tarde en presentar la declaración complementaria, de lo que se desprende que lo más conveniente es presentarla lo antes posible. Si este tiempo llega a exceder los 365 días, se pagará también intereses de demora.

En este mismo sentido, es recomendable hacerlo de manera voluntaria y antes de que se convierta en un requerimiento de la AEAT, ya que el régimen sancionador aplicable es mucho más gravoso que el sistema de recargos aplicable en caso de regularizar voluntariamente.

Algunos ciudadanos pueden no hacer nada y esperar 4 años a que prescriba el impuesto (salvo que la AEAT realice una comprobación previa). Sin embargo, es una estrategia sumamente riesgosa: además de los intereses, podrán sancionar con un importe del 50% al 150% de la cuota dejada de ingresar. Si eso se produce y el motivo es la regularización de esas operaciones no declaradas con criptos, las sanciones pueden ir del 50% al 150% de la cuota dejada de ingresar más impuestos.

Existen tres impuestos principales que hay que tener en cuenta a la hora de liquidar las criptomonedas. En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a efectos de tributación, hay que tener en cuenta las ganancias o pérdidas patrimoniales sean de transmisiones o no (por ejemplo, airdrop o hard forks), los rendimientos del capital mobiliario y los rendimientos de las actividades económicas.

El segundo refiere al Impuesto de Patrimonio, que deberá presentar cualquier persona física que tenga criptomonedas y un patrimonio con un importe superior al mínimo establecido por su Comunidad Autónoma. Finalmente, está el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para el que debemos tener en cuenta aquellas criptomonedas que hayamos recibido mediante donación o adquisición de bienes por herencia o legado.

A efectos de IRPF, existe una obligación de declarar las ganancias obtenidas por la transmisión de criptomonedas, las ganancias o pérdidas obtenidas por otras operaciones distintas a la compraventa de activos, los rendimientos de capital mobiliario que puedan generar las plataformas que hayan recibido las criptomonedas, así como las ganancias obtenidas por la actividad económica, como las operaciones de minería y las compraventas negociadas para terceros.

La tributación dependerá del tipo de operación que se realice. Por ejemplo, la venta de criptomonedas o las permutas tributarán por ganancia patrimonial (si hay pérdidas se podrá compensar con otras ganancias); si se obtienen ingresos por aportar liquidez a una liquidity pool (conjunto de fondos bloqueados en depósito en un smart contract), el rendimiento tributa como rendimiento de capital mobiliario por cesión de capitales; lo mismo ocurriría en caso de farming o staking; y si hablamos de airdrops, tributarían como ganancia patrimonial a integrar en la base general.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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