¿Cuándo es el mejor momento para vender?

Cuando se dice que un activo no tiene valor intrínseco, normalmente se refieren a un instrumento de intercambio. Es decir, no tiene valor de uso. No es un bien de consumo como la comida, por ejemplo. Tiene valor monetario, sí. Lo que implica que, tarde o temprano, tenemos que vender. Las criptomonedas normalmente se romantizan. Pero eventualmente tenemos que reconocer la verdad: Son solo códigos en una red de computadores. Su valor yace en su aceptación. No son más que una tasa de intercambio. El objetivo final es el consumo. Necesitamos cosas para vivir. Y no podemos vivir de códigos. Pero, ¿cuándo es el mejor momento para vender? 

En primer lugar, es de vital importancia entender que un bitcoin no es un bitcoin. Bitcoin es un medio. No es un fin en sí mismo. No es lo mismo un bitcoin a $100K por unidad que un bitcoin a $1 por unidad. ¿Por qué? Sencillo. Con un bitcoin a $100K, podemos comprar más cosas que con un bitcoin a $1. Para una tasa de intercambio, la tasa es sumamente importante. Supongamos que somos un náufrago en una isla desierta. En una mano tenemos una cartera con 1 btc y en la otra un pan. Pasan los días y en poco tiempo comprendemos la gran diferencia entre algo con valor intrínseco y un simple código con valor monetario. 

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Eso nos lleva a lo siguiente: A veces hay que vender por obligación. Si necesitamos el dinero urgentemente, hay que vender. Conozco personas que han vendido muy por debajo del precio de compra para solventar una situación de vida o muerte. No los culpa. En mi opinión, hicieron bien. Un código es una abstracción. No cura enfermedades, ni alimenta. Es un simple pacto social. Su utilidad es indirecta. Lo valioso es su capacidad para el intercambio. ¿Intercambiar qué? Bueno, la respuesta es evidente. ¿Cuánto cuesta un Bitcoin? La respuesta es X dólares. O sea, el intercambio más importante es criptomonedas por fiat

Nos guste o no admitirlo. Muchos de nosotros compramos criptomonedas con propósitos especulativos. En otras palabras, compramos para hacer dinero. Aspiramos comprar barato para vender caro. Si, en un primer caso, vendemos por obligación, en un segundo término, vendemos por lucro. Lo que implica que, si el precio de venta es superior al precio de compra, estamos obteniendo una ganancia. Yo diría que por encima del 1% estamos bien. Claro que todo depende del tiempo en cuestión. Un 1% está muy bien para una transacción de un día, pero para lapsos mayores sería una ganancia muy modesta. Lo sensato sería usar como referencia el rendimiento anual del S&P 500. Estamos hablamos de un porcentaje  promedio superior al 10%. 

Los mejores administradores de dinero en Wall Street se jactan de ofrecer rendimientos superiores al 20% anual. De hecho, semejantes rendimientos son excepcionales. Estamos hablando de Warren Buffett y otros en la misma liga. En fin, un 20% de ganancia no es poca cosa. Lo que quiere decir que, si nos retiramos con una ganancia del 20%, podríamos considerar la transacción todo un éxito. 

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Ahora bien, aquí es cuando la cosa se complica. Si nos retiramos prematuramente, podríamos perder grandes oportunidades. Supongamos que vendemos con una ganancia del 20%. Pero, ¿vendemos para comprar qué? Si vendemos un activo en crecimiento para comprar un activo que se deprecia, estamos perdiendo oportunidad. Ganancia es ganancia. Pero ganar más se siente mejor que ganar menos. ¿Por qué ganar 20% cuando podemos ganar 500% o más? 

Eso ahora nos lleva al siguiente punto. Podemos sacar nuestro margen de ganancia con porcentajes. Sin embargo, también es importante considerar las alternativas. El dólar no es una inversión muy atractiva, porque la inflación deprecia la moneda. Las acciones son mejores que los bonos, porque el rendimiento de las acciones suele ser mejor. Y las criptomonedas son mejores que las acciones por la misma razón. ¿Vendemos para colocar el dinero dónde? Si vendemos BTC para colocar ese capital en dólares, seguramente estaríamos perdiendo una oportunidad. Pero si vendemos BTC para hacer un negocio mucho mejor, esa venta sería acertada. 

En el mercado bajista del 2018, un amigo vendió Bitcoin a pérdida para invertir en su negocio. Mi amigo es comerciante y duplicó su dinero en pocos meses con la compra y venta de vehículos. En su caso, la alternativa era mejor que Bitcoin. Lo que convierte su venta es una decisión acertada. Si vas a vender, es importante saber que la alternativa es mejor. De lo contrario, es mejor no vender. 

Determinar el mejor momento para vender se relaciona con el tema de la valoración. Si un activo se encuentra sobrevalorado, lo mejor es vender. Y si se encuentra infravaloración, lo mejor es comprar. Pero, ¿Cómo valorar adecuadamente una criptomoneda? En el caso de un negocio, podemos analizar su inventario, sus ingresos y egresos. Pero, en el caso de activos no productivos y tan especulativos como las criptomonedas, el asunto no es fácil. Una manera de estimar esto sería midiendo la cantidad de liquidez en circulación y los sentimientos del mercado. Es decir, una liquidez excesiva es un indicador de un próximo recorte de la política monetaria. Y un elevado nivel de codicia es un indicador de una posible sobrecompra. En otras palabras, después de la euforia viene el colapso. 

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En resumen, podemos vender por obligación, por margen de ganancia, o por sobrecompra. No obstante, hay una cuarta y última opción: No vender nunca jamás. Podemos acumular hasta la eternidad. Claro que podemos hacer ventas ocasionales para darnos un lujo de vez en cuando. Pero me refiero a ser un hodler. Esperar por años y lustros. Pasar por ciclos bajistas y alcistas. Y acumular satoshis como un viejo tacaño. Excelente estrategia. 

Ahora bien, debemos recordar que la acumulación de Bitcoin por el solo hecho de acumular no es una meta muy sensata. El objeto final es la libertad financiera. Es decir, obtener el estilo de vida deseado. En el fondo, no se trata de Bitcoin o cualquier otra criptomoneda. Se trata de la persona. Se trata de tener una buena vida. El dinero es un medio para un fin. Si tienes que vender, vende. Vende sin lamentos. Después de todo, el dinero es para gastarlo. No vivimos de códigos. La vida es una experiencia. Disfruta de tus ganancias. Vende con estrategia y sensatez. Crece financieramente. Pero nunca pierdas el objetivo. El objetivo eres tú. Bitcoin es solo un instrumento.