Consideraciones técnicas y morales sobre las redes sociales impulsadas por criptomonedas

Luego de que VitalikButerin implorara más de casos de uso de aplicaciones sociales en Ethereum a principios de verano, varias empresas de criptomonedas expresaron su intención de crear versiones descentralizadas de plataformas de redes sociales como Twitter. Sin embargo, crear y ver las plataformas sociales centradas en las criptomonedas como meras versiones descentralizadas de Twitter es no ver el panorama completo. Las implicaciones morales y técnicas de la creación de redes sociales verdaderamente descentralizadas que se atengan a los principios de la Web 3.0 van mucho más allá de lo que abarca actualmente la idea de un “Twitter descentralizado”. 

Más allá de la mera descentralización, hay cuatro temas clave que son fundamentales para la idea del desarrollo red social impulsada por criptomonedas: la comunicación privada y la resistencia a la censura, la moderación, la gobernanza descentralizada y el dinero seguro y descentralizado.

Comunicación privada y resistencia a la censura

La privacidad es un derecho humano, pero es un derecho que está siendo cada vez más irrespetado por las Big Tech centralizadas que están incentivadas económicamente para compilar, almacenar y monetizar los datos de sus usuarios. En el informe de resultados del segundo trimestre de Facebook, a principios de este año, se informó de que la empresa había generado USD 28,600 millones sólo en ingresos publicitarios. Como dice el adagio, “si no pagas por el producto, eres el producto”, y es hora de rediseñar los incentivos en juego en las redes sociales existentes. Hoy en día, las plataformas se ven motivadas a recoger información privada de los usuarios para que los anunciantes les paguen. Con la privacidad y el cifrado de las redes sociales impulsadas por criptomonedas, este paradigma se pone en tela de juicio, dado que la información personal identificable no es tan accesible (si acaso lo es) para los anunciantes.

En núcleo de cualquier red social impulsada por criptomonedas debería estar la capacidad de comunicarse y organizarse libremente, sin preocuparse de la supervisión corporativa centralizada. En los últimos años, la preocupación por la censura en línea ha aumentado, un ejemplo notable fue cuando Discord censuró el servidor r/WallStreetBets en medio de la contracción bajista de GameStop, supuestamente debido a la preocupación por el contenido de odio que se publicaba en la comunidad. A diferencia de las plataformas centralizadas de la Web 2.0, como Discord, las redes sociales descentralizadas eliminan los cuellos de botella para la censura. Si nadie controla los servidores de la red, ninguna persona o entidad puede controlar y censurar los contenidos que se publican en él. Si bien esto combate la censura, también presenta un desafío único: la moderación.

Moderación

La idea de la moderación plantea un dilema a las comunidades de esta nueva clase de redes sociales. Por un lado, los valores de la Web 3.0 de las redes sociales impulsadas por criptomonedas consisten en crear aplicaciones democratizadas libres de censura y supervisión. Por otro lado, las comunidades deben ser capaces de protegerse de los ataques de spam y de los actores maliciosos. Equilibrar la moderación con la necesidad de privacidad, descentralización y resistencia a la censura es una consideración compleja sin una solución clara.

La conclusión es que las comunidades (y no un tercero) deben controlar el contenido presente en sus espacios. Los tipos de compromiso varían de una comunidad a otra, al igual que la clasificación de los contenidos “buenos” y “malos”. La forma en que se comparte la información buena y la forma en que se depura la información mala define, en última instancia, el valor de la propia comunidad, y es importante enfocar la moderación de manera que no pueda ser secuestrada o manipulada.

Una forma de prevenir el spam es que las comunidades implementen funciones de chat utilizando permisos basados en tokens. Con este método, la posesión de tokens específicos puede conceder a los miembros acceso a los permisos de publicación, visualización y/o administración en una comunidad determinada. Para preservar la integridad de los tokens, se pueden implementar contratos inteligentes para controlar la transferibilidad y los permisos de cada token recién acuñado. Este sistema descentralizado garantiza que la moderación se lleve a cabo de una manera que no permita la subjetividad de un individuo independiente para controlar la depuración de contenido.

Gobernanza descentralizada

El problema de las redes sociales de la Web 2.0 es que la centralización impide intrínsecamente que las comunidades se autogobiernen y autorregulen. El éxito de una red social debería significar el éxito de la red social en su conjunto, no el éxito de un solo fundador a expensas de su plataforma. Este es el problema del orden actual de las redes sociales centralizadas: las decisiones de un individuo o entidad independiente controlan la evolución y el destino de la red.
 

Una forma de abordar este defecto y establecer una gobernanza descentralizada es mediante el uso de dinero comunitario. Al poseer tokens de gobernanza, los miembros individuales de la comunidad tienen el poder de votar sobre las decisiones que darán forma al futuro de la comunidad. La naturaleza colectiva de este sistema de votación democratizado tiene el poder de resguardar a la comunidad de ser víctima de los caprichos de la burocracia corporativa. Con la gobernanza descentralizada, los usuarios tienen voz para efectuar el cambio.

Dinero seguro y descentralizado

La descentralización, por sí sola, no puede garantizar la longevidad y la autosostenibilidad de las redes sociales de criptomonedas. La integración de incentivos basados en tokens ofrece una vía única para que los usuarios mantengan y naveguen por las comunidades de redes sociales. Mediante la emisión de tokens a los usuarios, estos se convierten en accionistas de la plataforma, lo que supone un incentivo para participar y contribuir al crecimiento de la misma.

Cuando cada usuario mantiene un saldo de tokens, puede realizar transacciones entre pares bajo sus propios términos, contribuyendo en esencia a la economía de la red de manera autónoma. Los casos de uso de estos tokens son infinitos (desde la votación de propuestas hasta la financiación colectiva de una iniciativa o el envío de mensajes encriptados) y ofrecen apoyo al crecimiento de la comunidad a largo plazo.

Con las redes sociales descentralizadas ganando relevancia e impulso, estos cuatro temas clave demuestran que hay muchas más consideraciones en juego a la hora de diseñar nuevas redes sociales que la mera idea de descentralización. Lo que necesitamos son más plataformas orientadas a objetivos que defiendan la soberanía intelectual y financiera de los usuarios, no simples palabras de moda superficiales. A pesar de las lagunas en la forma de alcanzar este objetivo, la belleza de las redes sociales descentralizadas es que la comunidad tiene la oportunidad de dar forma al futuro de las redes sociales.

Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y movimientos comerciales implican un riesgo, los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.

Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.

Corey Petty comenzó su investigación centrada en el blockchain alrededor de 2012 como un pasatiempo personal mientras realizaba su candidatura de Doctorado en la Universidad Tecnológica de Texas en Física Química Computacional. Posteriormente, pasó a cofundar The Bitcoin Podcast Network y sigue siendo el anfitrión su show insignia, The Bitcoin Podcast, y de otro programa más técnico, Hashing It Out. Corey dejó el mundo académico y entró en la industria de la ciencia de los datos/seguridad blockchain durante unos años intentando solucionar vulnerabilidades en las redes ICS/SCADA antes de encontrar su lugar como jefe de seguridad en Status.im, donde trabaja actualmente.

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