Comprando la ilusión de certeza: ¿Por qué el delirio no es rentable?

La cruda realidad es que nadie conoce el futuro. En el fondo, siempre invertimos a ciegas. Ciertamente, podemos tomar decisiones financieras basándonos en proyecciones y probabilidades. Sin embargo, el riesgo de perder nuestro dinero es real. En muchos sentidos, las predicciones de los “expertos” son campañas de promoción por parte de los interesados que se aprovechan de la codicia colectiva para hacer dinero vendiendo esperanzas. A la gente le encanta creer en promesas. El optimismo genera compras. El pesimismo genera ventas. Los mercados son comunidades de fe comprando la ilusión y vendiendo el desengaño. El inversor inteligente entiende que todo es una falsa perspectiva. No existen realidades sino narrativas.

El rey de los mercados es el sentimiento. Es decir, lo subjetivo domina lo objetivo. Siempre ha sido así. Pero ahora es más aplicable que nunca. Debido a la fragmentación social, ahora la verdad ya no es universal, sino particularmente tribal. El mundo de hoy se divide en nichos de interés. Entonces, ahora tenemos a la tribu y, allá afuera, tenemos al mundo cruel. La tribu es la familia. Siempre buena e inocente. Y el mundo exterior es el enemigo. Siempre malvado y mentiroso.

Entonces, la verdad no es otra cosa que la narrativa aceptada por la tribu. Es verdad por afiliación. Y todo lo demás es un vil engaño orquestado por los malvados conspiradores. Cada tribu posee sus propias narrativas, sus propios expertos, sus propios valores y sus propios credos. Y todo se observa a través de los lentes del síndrome de la confirmación. O sea, los miembros de la tribu solo aceptan la información que respalde los puntos de vista que ya tienen. E interpretan la evidencia de la manera que valide sus creencias, expectativas o hipótesis preexistentes. Toda disidencia es ofensiva. Toda autocrítica es molesta.

Ahora somos esclavos de nuestra “identidad”. La “identidad” domina nuestras vidas de modos totalitarios. ¿Qué creer? ¿Por quién votar? ¿Dónde vivir? ¿Quiénes son mis expertos? ¿En qué trabajar? ¿Qué comprar? ¿Cómo lucir? ¿Con quién pelear? ¿Qué medios ver? ¿Qué libros leer? ¿Quiénes son mis enemigos? ¿A quién seguir en las redes sociales? ¿Qué verdad aceptar? ¿En qué invertir? La etiqueta lo es todo. La tribu es un bloque uniforme que todos debemos seguir al pie de la letra. La fuerza (psicológica, económica y social) yace en la pérdida de la individualidad para aceptar la voluntad del grupo. Ahora el gran negocio es construir comunidades. Conviértete en la reina abeja y lo demás viene en consecuencia porque la comunidad sigue a su reina.

La intención de este artículo no es promover el pesimismo. En realidad, es una invitación al sano escepticismo para que no seamos tan crédulos. En el mundo de las inversiones, el escepticismo suele ser más rentable que la fe. Y, sin lugar a dudas, el sentido común es más beneficioso que el delirio tribal. Seamos independientes. Pensadores libres. Es más lucrativo. 

Para ilustrar este punto, recurrimos a los números y a la historia. Usaré al mercado bursátil estadounidense como la referencia por defecto debido a su importancia. El crecimiento promedio del mercado bursátil en los Estados Unidos en los últimos 10 años ha sido de 14.7% por año. Lo que supera bastante el promedio histórico de 10.7% de los últimos 65 años. Sin embargo, el crecimiento del PIB (EEUU) durante el mismo periodo ha sido menos del 3% anual. En estos momentos, la relación entre el valor total del mercado bursátil ($41.7B) y el PIB($24.4B), lo que comúnmente se llama el Índice Buffett, se ubica en 177%. Lo que tradicionalmente se considera justo es un 50-60%.

No hay que ser un genio para saber que los ingresos corporativos de hoy no justifican las valoraciones actuales. Sin embargo, se habla de valoraciones por “crecimiento”. O sea, se estudia el potencial de futuro de una empresa y se proyectan las ventas durante las próximas décadas. Un ejemplo es Tesla. En la actualidad, Tesla no vende tanto como la competencia. Pero su valoración actual supera virtualmente a toda la competencia junta. Esto sucede porque se asume que Tesla aplastará por completo a la competencia en el futuro. ¿Cuál es el problema? El problema es que se está sobreestimando las capacidades del futuro de generar tantas ventas. No todas las empresas van a crecer tanto. Sin embargo, durante el boom alcista, todas las valoraciones subieron con agresividad. Obvio que se ha construido un mercado bajo falsas expectativas. ¿Por qué? Porque es físicamente imposible que todas las apuestas sean ganadores.

¿De dónde sale tanto dinero? Sabemos que no es de la producción (PIB). Sabemos que no es de los ingresos corporativos. A esto, ahora debemos añadir la desaceleración del crecimiento, la inflación y los problemas con los suministros. Bueno, el dinero, hasta ahora, ha salido de los créditos bajos y la expansión cuantitativa. O sea, el crecimiento descomunal, en los mercados financieros, registrado en el periodo después de la Gran Recesión (2008-2009), ha sido generado por las inyecciones de la Reserva Federal de los Estados Unidos. En otras palabras, todo ha sido papel caído del cielo. Ahora esta misma Reserva Federal, debido a una inflación fuera de control, se ha visto en la obligación de retirar esa liquidez. 

¿Qué dicen los analistas? ¿Cuáles han sido las recomendaciones? ¿Vender, mantener o comprar? La recomendación general ha sido alcista: Comprar. Pero no ha sido “comprar” desde el último trimestre o desde el último semestre. En el 2021, también fue alcista para este año. Ha sido alcista durante el boom y durante el colapso. Esto no es una anécdota. Es estadística. Me parece muy sospechoso que esta métrica siempre sea alcista. Los mercados fluctúan. Lo más sensato es que los analistas cambien de parecer de vez en cuando. Sin embargo, este no es el caso. Ya es costumbre que las expectativas y estimados de los analistas siempre son verdes en promedio. 

Lo que ocurre es que el mundo de las inversiones de hoy se basa más en la promoción que en los fundamentales. Se vende la ilusión a toda costa y en todo momento. ¿Qué decían los analistas criptos en noviembre del 2021 sobre el precio de Bitcoin para el año 2022? Cada quien puede hacer su propia investigación. Pero el pronóstico siempre es alcista. Ahora estamos, a duras penas, sobresaliendo del máximo histórico del ciclo alcista anterior ($20K) y por debajo del precio promedio de las últimas 200 semanas. La mayoría de los inversores están bajo el agua. O sea, en líneas generales, el mercado está por debajo del precio realizado. Y para nadie es un secreto que los mineros no están en sus mejores momentos.

¿Por qué siempre hay tanta brecha entre el pronóstico y los hechos? ¿A qué se debe el sesgo alcista? Bueno, primero, tenemos que identificar a las reinas abejas de esta comunidad. ¿Quiénes son? Los mineros, los exchanges, la prensa especializada, los capitalistas de riesgo, los fondos de cobertura, los líderes de proyectos, y los influencers del nicho. Sin embargo, esta bestia se alimenta con los dólares y los euros de los minoristas. En la mayoría de los casos, los actores de este circo no pueden darse el lujo de ser sinceros con su público. Siempre debemos estar en campaña promocional. Siempre deben hablar muy bien de su propio pan. ¿Cómo se incrementa la actividad? ¿Cómo se suben los precios? ¿Cómo se suben las visitas? Subiendo los ánimos con narrativa, promesa y promoción. “Compra la caída”. “Hodl”. ”1BTC = 1BTC”. Etc, etc.

¿Qué hacer? Un análisis honesto e independiente. Estudiar la evidencia con sensatez. Entender que el mercado cripto es una comunidad sesgada por la ideología y la codicia. Entonces, lo mejor es tomar las decisiones con pragmatismo y prudencia. Nada de pensamiento ilusorio. Ser parte de una tribu es muy seductor. Pero, en el caso de nuestras finanzas, la prioridad la debe tener el bolsillo. Las decisiones se deben tomar con la cabeza, no con el corazón. En ocasiones, lo más rentable es desafiar a la tribu. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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