Bitcoin está a mitad del camino del próximo halving. ¿Qué ocurrirá?

El barco se hunde. Y la comunidad necesita, desesperadamente, una luz al final del túnel para mantener la moral a flote. La solución, en la mayoría de los casos, ha sido recurrir al pasado. Es decir, recordar que Bitcoin es extremadamente volátil, pero siempre ha logrado crecer en el tiempo, pese a sus dramáticos colapsos. Ante la carencia de buenas noticias, el próximo halving se podría convertir en la ilusión que necesitan muchos para reanimar su fe. ¿Qué ocurrirá en el próximo halving?

Bitcoin tiene muchos dolientes. O sea, hay muchos vendedores de palas en esta fiebre del oro. A nadie le conviene un abandono masivo gracias al pánico. La prensa especializada, los exchanges, las criptoempresas y los grandes tenedores son los capitanes de este barco. Y el deber de los capitanes es mostrarse serenos y confiados en tiempos de tormenta. Lo que es válido y recomendable. Ahora bien, hay muchos que pasan esto al otro nivel entrando en el campo de la promesa. Las predicciones son las promesas más atractivas de todos. El uso de gráficas también. El poder del halving es un comodín bastante usado. De hecho, el poder de halving es prácticamente un artículo de fe. De hecho, nadie puede cuestionar el poder del halving.

¿Qué es el halving de Bitcoin? Es la reducción programada de la emisión de nuevos bitcoin. Los mineros reciben una recompensa por su trabajo cada 10 minutos (promedio). Cada 4 años (aproximadamente) esta recompensa se reduce a la mitad. O sea, el flujo de nuevos bitcoin es cada vez menor. El halving genera un shock en la minería, porque, después del halving, la recompensa se reduce a la mitad. Esto, en consecuencia, disminuye las ventas por parte de los mineros. Debemos recordar que los mineros tienen gastos operativos en fiat y parte de su recompensa normalmente debe ser vendida para cubrir esos gastos operativos. Esas ventas, por supuesto, generan una presión bajista que con el halving se reduce considerablemente.

Podríamos hablar de un suministro. En el caso de Bitcoin, no será mayor de 21 millones de unidades. Y, en la actualidad, gira en torno a los 19 millones de unidades. Digamos que es el inventario (el stock) de Bitcoin. Y adicionalmente podríamos hablar del flujo (el flow) que en la actualidad es de 6.25 bitcoin cada 10 minutos (promedio). Unimos estas dos variables y tenemos al modelo de predicción del precio más popular del espacio: El modelo stock/flow. Modelos de este estilo se han usado para determinar el precio de mercancías. En el imaginario colectivo de la comunidad cripto, el poder del halving nace de una creencia muy básica: La escasez sube los precios.  

¿Cuándo una creencia se transforma en dogma? Un dogma es un artículo de fe inmutable que ignora la evidencia. Sí, el suministro es importante. Pero no podemos olvidarnos de la demanda. El periodo 2009-2021 ha sido un periodo de condiciones macroeconómicas bastante similares. Inflación moderada, crecimiento sostenido, empleo, crédito barato, y abundante liquidez. Los inversores desarrollaron una tolerancia al riesgo muy elevada debido a estas condiciones. El dólar perdiendo valor, los bonos del Tesoro por el suelo, y oportunidades especulativas por todos partes.

¿Qué es Bitcoin? Bitcoin es un código. No es un alimento que alimenta. No es una granja que produce. No es un metal con uso industrial. Es un código en una red descentralizada de computadoras. Ese código representa una tasa de cambio. Las personas compran el código por varias razones: Por conveniencia, por privacidad, por ideología, por inversión o por especulación. Pero Bitcoin también es un movimiento conformado por libertarios, anarcocapitalistas, conservadores, capitalistas de riesgo, empresarios, inversores y especuladores. Se trata de un movimiento muy californiano (libertarismo de derecha, tecnofilia y contracultura). Se respira un espíritu antisistema y promulga una narrativa muy al estilo de los escarabajos del oro de los años 30s.

Las personas usan su dinero para comprar Bitcoin. Las compras suben el precio. Las ventas bajan el precio. Es un mercado relativamente nuevo y fragmentado. Su falta de liquidez contribuye a su volatilidad. Y esta volatilidad trae sus riesgos y sus oportunidades. Por otro lado, la comunidad crece y ha desarrollado una cultura. Tiene una identidad. La corriente más idealista del colectivo pretende establecer esta moneda ciudadana, de corte cypherpunk y suministro limitado, como un rival al dólar estadounidense en una gran reforma monetaria mundial. Aquí estamos resucitando los viejos debates en torno a los sistemas de moneda dura, la intervención estatal en la economía y las virtudes del libre mercado.

Ahora bien, tenemos a un grupo sumamente cargado de mucha ideología luchando por una causa política y económica y, por otro lado, inversores pragmáticos que simplemente quieren invertir su dinero para crecer financieramente. Un grupo dice que Bitcoin es un “refugio seguro”. El otro grupo dice que Bitcoin es un “activo de riesgo”. Un grupo dice que Bitcoin es una moneda luchando contra el dólar. El otro grupo dice que Bitcoin es un activo para la inversión. Un grupo se apoya en economistas conservadores del siglo pasado. El otro grupo administra su portafolio sopesando los riesgos y las oportunidades.

El dogma de la escasez como principal indicador del precio tiene sus obvias limitaciones. Por otro lado, el pasado no siempre predice el futuro. Es un error muy grande subestimar la importancia de la demanda en todo esto. Tres halvings en periodos de prosperidad y abundante liquidez no necesariamente nos puede predecir el comportamiento de un halving en medio de una recesión mundial. Las condiciones macroeconómicas, nos guste o no, son muy relevantes para un activo de “transferencia de valor” como Bitcoin. Estamos hablando de una tasa de cambio. Un par se compone de dos elementos. En otras palabras, el suministro de Bitcoin es importante para el precio. Pero la liquidez del dólar también.

¿Qué ocurrirá durante el próximo halving? No lo sé. Pero soy muy escéptico de los modelos “infalibles”. El modelo S/F de Plan B ha fallado tan épicamente después del viraje dado por la Fed que a uno le entran ciertas dudas. A nivel monetario, estamos entrando a un cambio de paradigma. Esta década promete ser muy diferente a la década anterior. La fe mueve montañas. Y a nadie le amarga un dulce. ¿Cómo van las predicciones de PlanB? Los dogmas son muy cómodos por su sencillez. Pero la evidencia pesa mucho más en mi libro. La demanda, la liquidez, la adopción, la regulación, la infraestructura, y los fundamentales en general son tan importantes con una reducción del flujo. El precio es un fenómeno complejo y multifactorial. Y es muy iluso reducirlo a tan solo dos variables. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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